/ lunes 23 de noviembre de 2020

¿Adiós al plantón?

Liberado el plantón en San Pedro Apatlaco, pareciera que el último obstáculo para que la termoeléctrica de Huexca funcione en diciembre, habría quedado resuelto. Seguramente en los cálculos que los gobiernos federal y estatal hicieron para determinar el desalojo, después de cuatro años, del bloqueo en el área por donde pasaría el gasoducto se calculó el efecto que tendría en los grupos opositores al proyecto y la capacidad de movilización de los mismos, lo que explica el dispositivo de seguridad posterior al operativo, común, por cierto, en este tipo de acciones de la fuerza pública.

Es decir, el desalojo seguramente está calculado para que los trabajos se retomen y sea posible operar la planta generadora de energía desde diciembre. La región oriente del estado potenciará su desarrollo en materia de empleo y generación de recursos por exportación de energía eléctrica a otras entidades, según quien fue superdelegado y hoy dirigente nacional del PES, Hugo Eric Flores, a quien correspondía negociar con los pueblos la operación del Proyecto Integral Morelos, una misión que se tornó imposible.

Pero el escenario optimista sólo será posible si se respetan las medidas de remediación del impacto ecológico que sin duda tendrá el proyecto, si se concilia con las comunidades que hoy se sienten traicionadas por el gobierno al que ayudaron a hacerse del poder en la elección del 2018, si se implementan políticas integrales para el desarrollo de la zona que deberán de incluir la transparencia en el manejo de los recursos que ayuntamientos y ejidos recibirán por la operación de la central eléctrica. Es decir, el proyecto, como muchos otros parece una maravilla, lo que preocupa siempre es la acción humana sobre el mismo.

Una salida que podría ser prudente es la integración de una suerte de observatorio ciudadano que vigile los trabajos de la termoeléctrica, el cumplimiento de las medidas de remediación, el uso de los recursos que genere la planta para los beneficiarios directos, los aspectos que tienen que ver con la contratación de personal para garantizar que la mayor parte de los empleos sean para gente de la región, y en general, que cuide que la termoeléctrica sea realmente el beneficio que prometieron quienes impulsaron, diseñaron, construyeron y operarán el Proyecto Integral Morelos.

Un ex gobernador se refería el estado como No-relos, en un juego de palabras medio sangrón que refería justo a la tendencia de algunas minorías activas para oponerse a cualquier proyecto de desarrollo en el estado. Pero la oposición sin argumentos poco a poco pierde fondo, aliento, interés de la comunidad. En la región oriente el interés parece dirigirse ya a cosas mucho más cotidianas, probablemente porque la pandemia ha cambiado las prioridades y el desarrollo económico y generación de empleos se vuelven inaplazables.

El mismo ahínco que el gobierno ha puesto en la defensa de la termoeléctrica urge para acelerar la solución a los problemas que enfrentan otros polos de desarrollo para su operación normal, como la autopista Siglo XXI, la minera en Tetlama y el Ferrosur. ¿Lo tendrán?


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Liberado el plantón en San Pedro Apatlaco, pareciera que el último obstáculo para que la termoeléctrica de Huexca funcione en diciembre, habría quedado resuelto. Seguramente en los cálculos que los gobiernos federal y estatal hicieron para determinar el desalojo, después de cuatro años, del bloqueo en el área por donde pasaría el gasoducto se calculó el efecto que tendría en los grupos opositores al proyecto y la capacidad de movilización de los mismos, lo que explica el dispositivo de seguridad posterior al operativo, común, por cierto, en este tipo de acciones de la fuerza pública.

Es decir, el desalojo seguramente está calculado para que los trabajos se retomen y sea posible operar la planta generadora de energía desde diciembre. La región oriente del estado potenciará su desarrollo en materia de empleo y generación de recursos por exportación de energía eléctrica a otras entidades, según quien fue superdelegado y hoy dirigente nacional del PES, Hugo Eric Flores, a quien correspondía negociar con los pueblos la operación del Proyecto Integral Morelos, una misión que se tornó imposible.

Pero el escenario optimista sólo será posible si se respetan las medidas de remediación del impacto ecológico que sin duda tendrá el proyecto, si se concilia con las comunidades que hoy se sienten traicionadas por el gobierno al que ayudaron a hacerse del poder en la elección del 2018, si se implementan políticas integrales para el desarrollo de la zona que deberán de incluir la transparencia en el manejo de los recursos que ayuntamientos y ejidos recibirán por la operación de la central eléctrica. Es decir, el proyecto, como muchos otros parece una maravilla, lo que preocupa siempre es la acción humana sobre el mismo.

Una salida que podría ser prudente es la integración de una suerte de observatorio ciudadano que vigile los trabajos de la termoeléctrica, el cumplimiento de las medidas de remediación, el uso de los recursos que genere la planta para los beneficiarios directos, los aspectos que tienen que ver con la contratación de personal para garantizar que la mayor parte de los empleos sean para gente de la región, y en general, que cuide que la termoeléctrica sea realmente el beneficio que prometieron quienes impulsaron, diseñaron, construyeron y operarán el Proyecto Integral Morelos.

Un ex gobernador se refería el estado como No-relos, en un juego de palabras medio sangrón que refería justo a la tendencia de algunas minorías activas para oponerse a cualquier proyecto de desarrollo en el estado. Pero la oposición sin argumentos poco a poco pierde fondo, aliento, interés de la comunidad. En la región oriente el interés parece dirigirse ya a cosas mucho más cotidianas, probablemente porque la pandemia ha cambiado las prioridades y el desarrollo económico y generación de empleos se vuelven inaplazables.

El mismo ahínco que el gobierno ha puesto en la defensa de la termoeléctrica urge para acelerar la solución a los problemas que enfrentan otros polos de desarrollo para su operación normal, como la autopista Siglo XXI, la minera en Tetlama y el Ferrosur. ¿Lo tendrán?


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx