/ lunes 22 de noviembre de 2021

AMLO en la IX Cumbre de líderes de América del Norte

La cumbre más importante del continente se ha llevado a cabo el pasado 18 de noviembre en Washington D.C.; esta reunió por primera vez a los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador, así como al Primer Ministro, Justin Trudeau; es por ello de la importancia de comentar ciertas cosas que fueron relevantes en las reuniones bilaterales y trilaterales.

En primer lugar, se tenía una expectativa grande sobre cuál sería la posición del presidente mexicano al acudir a un lugar donde no se encontró en su zona de confort y donde tuvo que atender los protocolos diplomáticos y sanitarios establecidos para tal evento: Sí, se puso cubrebocas y salió muy bien vestido y peinado para la foto, pero no, no fue a pasear para decirle que sí a todo lo que estaba diplomáticamente correcto; el presidente López Obrador acudió a una reunión donde expuso sus puntos de vista en cuanto a la forma en la que la integración norteamericana debe ser vista, el presidente también destacó la importancia de trabajar conjuntamente para terminar con los efectos de la pandemia de la COVID-19, de hecho, se sumó a la decisión de repartir entre algunas naciones latinoamericanas vacunas que ayudarán a aminorar la situación sanitaria en la región.

De la misma forma, el presidente anunció que se llegó a un acuerdo para impulsar un programa de inversión productiva que ayudará a sustituir las importaciones de la región, situación que provocará que se haga un análisis de la demanda de mano de obra y así, finalmente, se pueda abrir el flujo migratorio de forma ordenada y legal.

El presidente también señaló que dentro de los acuerdos obtenidos con los jefes de estado de los vecinos del norte se acordó abordar lo referente a la crisis climática, a obtener igualdad para las tres naciones, que México dejara de ser visto como el patio trasero de Norteamérica, que se aumente la protección a víctimas de trata y de tráfico de personas, que se refuercen las cadenas de suministro en el sector médico y que, por supuesto, se trabaje de manera coordinada en temas de tecnología, desarrollo económico, cadenas de suministro y competitividad.

Entonces, los esfuerzos del gobierno mexicano para sostener una cumbre que fuera provechosa y que hiciera olvidar -un poco- las diferencias entre los presidentes Biden y López Obrador luego de que este último mostrara su apoyo al otrora rival de Biden, Donald Trump, tuvieron un resultado favorable luego de que el propio presidente de los Estados Unidos escribiera en twitter, a manera de síntesis, “estamos comprometidos a brindar un futuro mejor para nuestra gente y a crear las condiciones para la prosperidad, la sostenibilidad y la seguridad”.

Por su parte, el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, señaló, luego de su reunión con el presidente mexicano, que “nuestros países son socios cercanos y nuestra relación económica crea empleos y crecimiento para canadienses y mexicanos”.

Es así que estas líneas escritas por ambos gobernantes de nuestros vecinos del norte dan confianza y estabilidad a la relación comercial, económica y política que muchos dudaron que el presidente mexicano podría tener debido a la política interior establecida desde hace ya tres años; claro, habría que preguntarnos si estos mismos acuerdos se hubieran llevado a cabo si en las reuniones se hubieran abordado temas controversiales como la democracia en América Latina o la posición de México frente a los gobiernos de Nicaragua, Cuba o Venezuela. Sin embargo, como “el hubiera” no existe, el no haber incluido temas controversiales ayudó a que la reunión fuese más digerible y que se pudieran establecer acuerdos como los ya mencionados que claramente ayudarán a que la región siga siendo líder y que la firma del TMEC, hace tres años, no haya sido en vano, sino al contrario, que siga siendo provechosa para los tres países.

Finalmente, creo que el presidente López Obrador regresa a tierras mexicanas con más éxito de lo que muchos pudieron creer y pensar, situación que le puede ayudar a terminar de la mejor manera un año complicado tanto interna como externamente y preparar la próxima cumbre a celebrarse el año que viene en la Ciudad de México.

Twitter @fabrecam

La cumbre más importante del continente se ha llevado a cabo el pasado 18 de noviembre en Washington D.C.; esta reunió por primera vez a los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador, así como al Primer Ministro, Justin Trudeau; es por ello de la importancia de comentar ciertas cosas que fueron relevantes en las reuniones bilaterales y trilaterales.

En primer lugar, se tenía una expectativa grande sobre cuál sería la posición del presidente mexicano al acudir a un lugar donde no se encontró en su zona de confort y donde tuvo que atender los protocolos diplomáticos y sanitarios establecidos para tal evento: Sí, se puso cubrebocas y salió muy bien vestido y peinado para la foto, pero no, no fue a pasear para decirle que sí a todo lo que estaba diplomáticamente correcto; el presidente López Obrador acudió a una reunión donde expuso sus puntos de vista en cuanto a la forma en la que la integración norteamericana debe ser vista, el presidente también destacó la importancia de trabajar conjuntamente para terminar con los efectos de la pandemia de la COVID-19, de hecho, se sumó a la decisión de repartir entre algunas naciones latinoamericanas vacunas que ayudarán a aminorar la situación sanitaria en la región.

De la misma forma, el presidente anunció que se llegó a un acuerdo para impulsar un programa de inversión productiva que ayudará a sustituir las importaciones de la región, situación que provocará que se haga un análisis de la demanda de mano de obra y así, finalmente, se pueda abrir el flujo migratorio de forma ordenada y legal.

El presidente también señaló que dentro de los acuerdos obtenidos con los jefes de estado de los vecinos del norte se acordó abordar lo referente a la crisis climática, a obtener igualdad para las tres naciones, que México dejara de ser visto como el patio trasero de Norteamérica, que se aumente la protección a víctimas de trata y de tráfico de personas, que se refuercen las cadenas de suministro en el sector médico y que, por supuesto, se trabaje de manera coordinada en temas de tecnología, desarrollo económico, cadenas de suministro y competitividad.

Entonces, los esfuerzos del gobierno mexicano para sostener una cumbre que fuera provechosa y que hiciera olvidar -un poco- las diferencias entre los presidentes Biden y López Obrador luego de que este último mostrara su apoyo al otrora rival de Biden, Donald Trump, tuvieron un resultado favorable luego de que el propio presidente de los Estados Unidos escribiera en twitter, a manera de síntesis, “estamos comprometidos a brindar un futuro mejor para nuestra gente y a crear las condiciones para la prosperidad, la sostenibilidad y la seguridad”.

Por su parte, el Primer Ministro canadiense, Justin Trudeau, señaló, luego de su reunión con el presidente mexicano, que “nuestros países son socios cercanos y nuestra relación económica crea empleos y crecimiento para canadienses y mexicanos”.

Es así que estas líneas escritas por ambos gobernantes de nuestros vecinos del norte dan confianza y estabilidad a la relación comercial, económica y política que muchos dudaron que el presidente mexicano podría tener debido a la política interior establecida desde hace ya tres años; claro, habría que preguntarnos si estos mismos acuerdos se hubieran llevado a cabo si en las reuniones se hubieran abordado temas controversiales como la democracia en América Latina o la posición de México frente a los gobiernos de Nicaragua, Cuba o Venezuela. Sin embargo, como “el hubiera” no existe, el no haber incluido temas controversiales ayudó a que la reunión fuese más digerible y que se pudieran establecer acuerdos como los ya mencionados que claramente ayudarán a que la región siga siendo líder y que la firma del TMEC, hace tres años, no haya sido en vano, sino al contrario, que siga siendo provechosa para los tres países.

Finalmente, creo que el presidente López Obrador regresa a tierras mexicanas con más éxito de lo que muchos pudieron creer y pensar, situación que le puede ayudar a terminar de la mejor manera un año complicado tanto interna como externamente y preparar la próxima cumbre a celebrarse el año que viene en la Ciudad de México.

Twitter @fabrecam

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