/ sábado 9 de enero de 2021

Andrés Manuel gobierna con congruencia en su responsabilidad de dirigir al país

Dos años de austeridad; combate a la corrupción pandémica, ni siquiera endémica, la que ha estado siempre presente en los órganos de gobierno; austeridad que pretende, a pesar de las reformas legales, que ningún funcionario tenga un salario más elevado que el del Presidente de la República, congruente con lo que es y lo que tiene actualmente el país, esto no es criticable; por el contrario debemos sumarnos a esa austeridad y que los funcionarios que siguen disfrutando de esas canonjías tengan la conciencia de que México es un país pobre; que se podrían desde nuestra perspectiva mantener sus órganos autónomos, si sus salarios que no tienen una justificación de por qué deben ganar dos o tres veces más que el Presidente de la República fueran normales; pero no lo son. En la mira está la reforma administrativa que plantea Andrés Manuel, que hará llegar al Congreso en el mes de febrero; adelantos de esas reformas son para empezar la desaparición de los órganos autónomos concretamente el IFT y a que se dedica a la protección de los datos personales, la información; es decir el INAI, que sus costos financieros, y así lo señala Andrés Manuel, van a permitir un ahorro de 20 mil millones de pesos; y sus funciones serán cedidas a la Secretaría de Telecomunicaciones y Transportes y a la Secretaría de la Función Pública.

La reforma administrativa tiene como objetivo la congruencia para gobernar; ya llevamos dos años de modificaciones y justo es reconocer que se van a consolidar en cuanto al tema de la Cuarta Transformación, porque lo que sigue es lo más importante para el país, que se puedan dedicar los recursos en beneficio de los mexicanos; ha señalado Andrés Manuel que una parte de ese dinero puede ser para la vacuna contra la pandemia del coronavirus; al margen de ésto lo loable, lo importante es la congruencia; hasta ahora; y es evidente que en el gobierno desafortunadamente de López Obrador ha habido también actos de corrupción, de malos funcionarios y personas que han aprovechado, algunos inclusive hasta el parentesco; pero al propio Presidente, Andrés Manuel, los cazadores, los periodistas, los que pretenden y no lo son, a él en lo personal no le han encontrado vestigios o formas de corrupción; si bien parte en algunos casos familiares y otros colaboradores, que están recibiendo las sanciones que deben y siguiendo los cánones de la ley, nosotros en este sentido opinamos que hay que apoyar al Presidente de la República, porque después de dos años de combatir la corrupción, los resultados están a la vista; el país empieza a ser otro; se respira un ambiente de austeridad pero a la vez de honestidad y de rectitud; evidentemente las quejas de quienes siguen en el paraíso de la burocracia y la administración, están a la orden del día; incluso por ahí se sabe que en el pasado, por ejemplo el CONACYT tenía algunas cuestiones en sus presupuestos, en los que cito textualmente al Presidente, en el caso de CONACYT sus recursos fueron “utilizados para alquilar hasta un club de golf. Sí, campos de golf, o sea, que los investigadores se quitaban el estrés. Claro que no eran investigadores, —dice Andrés Manuel— o sea, el investigador es serio y responsable. No había control de nada”. Esto es sólo un ejemplo de la realidad y sobre todo es una pena que no podamos tener acceso a la misma información que el Presidente, para poder emitir juicios más equilibrados y más severos; sin embargo para nosotros la congruencia está desde el Presidente de la República, y ojalá sus subordinados, sus colaboradores, logren tener la conciencia de que México los necesita pero siguiendo los pasos del Presidente; insistir en las desapariciones de los órganos autónomos y de los grandes salarios es muy importante porque esto será para beneficio de México y los mexicanos.


Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com

Dos años de austeridad; combate a la corrupción pandémica, ni siquiera endémica, la que ha estado siempre presente en los órganos de gobierno; austeridad que pretende, a pesar de las reformas legales, que ningún funcionario tenga un salario más elevado que el del Presidente de la República, congruente con lo que es y lo que tiene actualmente el país, esto no es criticable; por el contrario debemos sumarnos a esa austeridad y que los funcionarios que siguen disfrutando de esas canonjías tengan la conciencia de que México es un país pobre; que se podrían desde nuestra perspectiva mantener sus órganos autónomos, si sus salarios que no tienen una justificación de por qué deben ganar dos o tres veces más que el Presidente de la República fueran normales; pero no lo son. En la mira está la reforma administrativa que plantea Andrés Manuel, que hará llegar al Congreso en el mes de febrero; adelantos de esas reformas son para empezar la desaparición de los órganos autónomos concretamente el IFT y a que se dedica a la protección de los datos personales, la información; es decir el INAI, que sus costos financieros, y así lo señala Andrés Manuel, van a permitir un ahorro de 20 mil millones de pesos; y sus funciones serán cedidas a la Secretaría de Telecomunicaciones y Transportes y a la Secretaría de la Función Pública.

La reforma administrativa tiene como objetivo la congruencia para gobernar; ya llevamos dos años de modificaciones y justo es reconocer que se van a consolidar en cuanto al tema de la Cuarta Transformación, porque lo que sigue es lo más importante para el país, que se puedan dedicar los recursos en beneficio de los mexicanos; ha señalado Andrés Manuel que una parte de ese dinero puede ser para la vacuna contra la pandemia del coronavirus; al margen de ésto lo loable, lo importante es la congruencia; hasta ahora; y es evidente que en el gobierno desafortunadamente de López Obrador ha habido también actos de corrupción, de malos funcionarios y personas que han aprovechado, algunos inclusive hasta el parentesco; pero al propio Presidente, Andrés Manuel, los cazadores, los periodistas, los que pretenden y no lo son, a él en lo personal no le han encontrado vestigios o formas de corrupción; si bien parte en algunos casos familiares y otros colaboradores, que están recibiendo las sanciones que deben y siguiendo los cánones de la ley, nosotros en este sentido opinamos que hay que apoyar al Presidente de la República, porque después de dos años de combatir la corrupción, los resultados están a la vista; el país empieza a ser otro; se respira un ambiente de austeridad pero a la vez de honestidad y de rectitud; evidentemente las quejas de quienes siguen en el paraíso de la burocracia y la administración, están a la orden del día; incluso por ahí se sabe que en el pasado, por ejemplo el CONACYT tenía algunas cuestiones en sus presupuestos, en los que cito textualmente al Presidente, en el caso de CONACYT sus recursos fueron “utilizados para alquilar hasta un club de golf. Sí, campos de golf, o sea, que los investigadores se quitaban el estrés. Claro que no eran investigadores, —dice Andrés Manuel— o sea, el investigador es serio y responsable. No había control de nada”. Esto es sólo un ejemplo de la realidad y sobre todo es una pena que no podamos tener acceso a la misma información que el Presidente, para poder emitir juicios más equilibrados y más severos; sin embargo para nosotros la congruencia está desde el Presidente de la República, y ojalá sus subordinados, sus colaboradores, logren tener la conciencia de que México los necesita pero siguiendo los pasos del Presidente; insistir en las desapariciones de los órganos autónomos y de los grandes salarios es muy importante porque esto será para beneficio de México y los mexicanos.


Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com