Vino el lunes a despedirse, pues terminó su sexenio, Enrique Peña Nieto, presidente con el más bajo índice de aprobación y popularidad, manchado por la corrupción, violencia, impunidad y descrédito posibles. Aquí dijo que “todos deseamos un país con más progreso y menos pobreza” cosas que no logró, pero como Luis Miguel, si dijo“¡Gracias México!”. Y antes de irse, nos dejó dos regalos: inauguró la carísima autopista Siglo XXI y Hacienda eliminó el estímulo fiscal a gasolinas Premium y Magna.
Su gobierno fue factor no solo para la derrota de su partido, el PRI, sino para la aplastante victoria de Morena y lo que ofertó (no necesariamente lo que representa o prometió) a través de AMLO y sus candidatos, quienes capitalizaron el hartazgo social para llevar a un proyecto de “izquierda progresista” a gobernar al país, más polarizado que nunca, ante enormes expectativas y un enorme signo de interrogación ante las decisiones queObrador ha tomado aún antes de asumir el poder, el sábado.
Don Andrés cuenta con la aprobación de más de la mitad de la población, apoyo que disminuyó entre agosto y noviembrede 7.4 a 6.8, según la más reciente encuesta nacional. El desgaste ha venido por la cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, la polémica de que el ejército hará funciones de seguridad pública, la eliminación de las cuotas bancarias, la invitación a Nicolás Maduro a su toma de posesión, la figura de los super delegados en los estados y hasta el nombramiento de Paco Ignacio Taibo II en el FCE.Por si fuera poco, el influyente periódico The Wall Street Journal advierte que el Sr. López espanta inversiones extranjeras.
¡Ah, claro y los sondeos a modo! pues el propio Obispo de Cuernavaca Ramón Castro Castro ha asegurado que las consultas nacionales de AMLO no tendrán resultado verídicos, y eso que la del Tren Maya obtuvo el 89.9% de aprobación.Y sigue la “encuestitits”, pues ahora se está convocando a redactar una “Constitución Moral”, que dicen, no será una constitución jurídica, intento por normar la vida privada o construir un modelo autoritario de gobierno. Que no se va a obligar o imponer nada a nadie. Que no es catequismo.
Pero al ciudadano común, más que las grillas, la macroeconomía, si aplica para entrar a Guanajuato (o mejor se va a nadar a la fuente de Civac) y cómo acomodar los colores de la banda presidencial, le preocupa si tiene empleo, servicios de salud, que estalle Xoxocotla y no ser víctima de la delincuencia. Pues como lo publicó El Sol de Cuernavaca: recrudece la violencia en Morelos y noviembre se convirtió en el mes más violento del 2018. Y no se vale culpar a los que ya se fueron, porque ya se fueron. Ni tampoco querer engañar que es por las liberaciones anticipadas de presos, tratado de ocultar la incapacidad del equipo estatal para hacerle frente a la inseguridad que se vive en Morelos.
A esto se suman, como si fuera un capítulo más de la serie “Narcos” de Netflix, diversos acontecimientos se han suscitado en las últimas semanas, como el que Héctor Beltrán Leyva “El H” falleció de un infarto al enterarse que debía declarar en Estados Unidos, mientras se documentaba que un viejo conocido en nuestro estado, Edgar Valdez “La Barbie” resultó ser el creador de “La Unión de Tepito” que se ha querido expandir en tierras tlahuicas, territorio que dominaba “El Jefe de Jefes” Arturo Beltrán Leyva ultimado en las Torres Altitud de Cuernavaca en diciembre de 2016.
Todo esto coincidentemente, justo cuando está en marcha “El Juicio del Siglo” contra Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera en Nueva York, proceso en el que Morelos ya salió a relucir, pues Jesús “El Rey” Zambada, testigo estrella de la fiscalía, declaró que el General Brigadier Gilberto Toledano Sánchez ex titular de la 35 zona militar en Chilpancingo y ex Secretario de Seguridad Pública en Morelos, estaba en la nómina del cartel de Sinaloa. Y todo esto claro que impacta en el reacomodo de las plazas de la capital y el resto de la entidad.
Muchos concuerdan con José Martínez Cruz, integrante de la Comisión Independiente de Derechos Humanos sobre que el argumento de que la inseguridad y la violencia son herencia de la pasada administración ya no cabe más en el gobierno estatal. Al mismo tiempo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, (INEGI) advierte que Morelos tiene una policía enferma pues padecen sobrepeso, obesidad, hipertensión y estrés.
Y en nada ha ayudado el sainete de si renuncia o no el Vicealmirante José Antonio Ortiz Guarneros, titular de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES) por presión de los empresarios o el “fuego amigo” del diputado Marcos Zapotitla. El marino, una vez ratificado por Cuauhtémoc Blanco ya dijo que se va si no le dan con qué hacer su trabajo, que los resultados se verán en un año y que la nueva Gendarmería Nacional será la solución a todos los problemas de inseguridad de Morelos. Ok.
Ahora que viene un nuevo régimen, más vigencia tiene lo dicho por el político indioSri Pandit Jawaharlal Nehru. “No se puede cambiar el curso de la historia a base de cambiar los retratos colgados en la pared”.
Hasta la próxima entrega, donde podrán seguir leyendo lo que hay en mi mente.
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