/ lunes 3 de agosto de 2020

Bloqueos y desesperación

La colección de pendientes de los gobiernos federal, estatal y municipales, han llegado al punto de arriesgar la paz en el estado. Este lunes, grupos diversos bloquearon siete puntos en la ciudad, en demanda de respuesta a problemas que tienen semanas o meses arrastrándose. Si bien en algunos casos es evidente el tinte político-electoral de las movilizaciones, también resulta notorio que los problemas existen, no hay fertilizante, tampoco respuestas de la CFE a las demandas de revisión de cobros excesivos a usuarios, falta agua en las colonias, hay un repunte en los delitos. El matiz político-electoral que algunos vivales tratan de dar a la inconformidad ciudadana no deslegitima las demandas de una sociedad que ha aguantado cuatro meses de confinamiento lo que ha hecho que su situación económica sea un caldo de cultivo para todos los males.

La falta de empatía de los gobiernos a la urgencia de los ciudadanos por tener agua, de los productores del campo por contar con fertilizantes, de los jefes de familia por moderar los abusos en lecturas y tarifas de energía eléctrica, de quienes buscan justicia por el cierre de los juzgados y la detención de procesos jurídicos, de los empresarios que requieren apoyos que no se traduzcan en mayores deudas, y en general de toda la sociedad, evidencia una autoridad distante que no es capaz de responder a las urgencias múltiples de quienes los eligieron.

Acaso quienes parecen más cercanos a ofrecer respuestas a los ciudadanos son algunos alcaldes, Adrián Cázares en Zacualpan mantiene al municipio casi libre de Covid-19; Agustín Alonso, en Yautepec, ha reforzado los apoyos sociales a ciudadanos y trata de mantener buena relación con los empresarios; Antonio Villalobos, en Cuernavaca, logró resolver en tres días el problema de corte de energía en los pozos de la ciudad y ha ofrecido apoyos a empresarios y ciudadanos; Rafael Reyes, en Jiutepec, busca mantener cierto grado de obra pública y promueve la actividad económica sana en el municipio. Salvo ellos, el resto de las autoridades en general, parecen ser rebasados por la pandemia frente a la que han preferido encerrarse en sí mismos y alejarse de las urgencias ciudadanas frente a las que no parecen tener respuestas. La repartición de culpas entre autoridades notoriamente omisas, se ha convertido en el pan de cada día en los primeros días de semáforo naranja. La urgencia de respuestas deja a los ciudadanos apenas dos opciones; enfrentar con manifestaciones y bloqueos a las autoridades y esperar que resuelvan aquello para lo que no parecen tener capacidad; o bien, organizarse para resolver desde la sociedad los problemas que se padecen sin tomar en cuenta a quienes parecen más ocupados en evitar desgastes de cara al proceso electoral del 2021. Los problemas se acumulan sin una respuesta siquiera paliativa de las autoridades responsables ni en materia de desarrollo económico, agropecuario, social, y tampoco en seguridad pública. En este caos, el gobernador convocó a sus secretarios a reforzar el llamado a la sociedad para protegerse del Covid-19, esa es la agenda del Ejecutivo.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

La colección de pendientes de los gobiernos federal, estatal y municipales, han llegado al punto de arriesgar la paz en el estado. Este lunes, grupos diversos bloquearon siete puntos en la ciudad, en demanda de respuesta a problemas que tienen semanas o meses arrastrándose. Si bien en algunos casos es evidente el tinte político-electoral de las movilizaciones, también resulta notorio que los problemas existen, no hay fertilizante, tampoco respuestas de la CFE a las demandas de revisión de cobros excesivos a usuarios, falta agua en las colonias, hay un repunte en los delitos. El matiz político-electoral que algunos vivales tratan de dar a la inconformidad ciudadana no deslegitima las demandas de una sociedad que ha aguantado cuatro meses de confinamiento lo que ha hecho que su situación económica sea un caldo de cultivo para todos los males.

La falta de empatía de los gobiernos a la urgencia de los ciudadanos por tener agua, de los productores del campo por contar con fertilizantes, de los jefes de familia por moderar los abusos en lecturas y tarifas de energía eléctrica, de quienes buscan justicia por el cierre de los juzgados y la detención de procesos jurídicos, de los empresarios que requieren apoyos que no se traduzcan en mayores deudas, y en general de toda la sociedad, evidencia una autoridad distante que no es capaz de responder a las urgencias múltiples de quienes los eligieron.

Acaso quienes parecen más cercanos a ofrecer respuestas a los ciudadanos son algunos alcaldes, Adrián Cázares en Zacualpan mantiene al municipio casi libre de Covid-19; Agustín Alonso, en Yautepec, ha reforzado los apoyos sociales a ciudadanos y trata de mantener buena relación con los empresarios; Antonio Villalobos, en Cuernavaca, logró resolver en tres días el problema de corte de energía en los pozos de la ciudad y ha ofrecido apoyos a empresarios y ciudadanos; Rafael Reyes, en Jiutepec, busca mantener cierto grado de obra pública y promueve la actividad económica sana en el municipio. Salvo ellos, el resto de las autoridades en general, parecen ser rebasados por la pandemia frente a la que han preferido encerrarse en sí mismos y alejarse de las urgencias ciudadanas frente a las que no parecen tener respuestas. La repartición de culpas entre autoridades notoriamente omisas, se ha convertido en el pan de cada día en los primeros días de semáforo naranja. La urgencia de respuestas deja a los ciudadanos apenas dos opciones; enfrentar con manifestaciones y bloqueos a las autoridades y esperar que resuelvan aquello para lo que no parecen tener capacidad; o bien, organizarse para resolver desde la sociedad los problemas que se padecen sin tomar en cuenta a quienes parecen más ocupados en evitar desgastes de cara al proceso electoral del 2021. Los problemas se acumulan sin una respuesta siquiera paliativa de las autoridades responsables ni en materia de desarrollo económico, agropecuario, social, y tampoco en seguridad pública. En este caos, el gobernador convocó a sus secretarios a reforzar el llamado a la sociedad para protegerse del Covid-19, esa es la agenda del Ejecutivo.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx