“Años antes, Eduardo J. Couture, ilustre jurista uruguayo, escribió Los mandamientos del abogado; aunque toda comparación es odiosa, podría decir que el maestro Arellano lo supera en profundidad filosófica y alcances morales.”. (Carlos Armando Biebrich. Biebrich. He vivido con dignidad, p 45).
El 4 de mayo de 2018, en la presencia de la abogada y notaria número 10 Dennisse Gómez, en Cuernavaca, Morelos, nació la firma jurídica Carrancá y Garrigós, aunque el que esto escribe, José Garrigós, Rodrigo Carrancá y el gran Doctor Raúl Carrancá ya veníamos trabajando juntos desde el 2016.
Sin lugar a dudas el gran prestigio del maestro emérito de la UNAM, ha servido de sobre manera para que en estos años el despacho jurídico se haya consolidado como una de las firmas del Derecho con mayor prestigio en México, los principios y la ética han sido los principales ejes rectores de la firma desde su creación.
Pero estamos ciertos, que los dos últimos casos que llegaron a nuestro estudio jurídico, se constituyen desde ya, en los de mayor relevancia debido a su trascendencia de carácter nacional e incluso internacional, ambos tienen aristas distintas como es natural, pero los acerca una gran coincidencia, la aplicación por parte de los órganos jurisdiccionales del tan ansiado garantismo penal.
En el de Rosario Robles, lucharemos por revertir una prisión preventiva justificada y por demostrar un sobreseimiento que nítidamente caminan en el garantismo penal. Dentro del caso de Adrián Lebarón, pelearemos para acabar con los resquicios del Derecho penal del enemigo, del funcionalismo radical, que todavía coexiste con el garantismo punitivo mexicano a través de la: “Ley Federal contra la Delincuencia Organizada”.
Arduo y complejo trabajo nos espera, pero nada que no sea parte de nuestras ideologías y conocimientos. Lo más seguro es que ambos “hard cases” diría Ronald Dworkin, terminarán en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que a últimas fechas por cierto retomó el sendero que jamás debió abandonar el del garantismo penal ¿o qué no vivimos en un Estado, democrático, social y de Derecho?
