/ domingo 14 de octubre de 2018

Ciencia y economía

Las teorías económicas son las hipótesis o modelos que buscan explicar los aspectos de la realidad económica teniendo dos escalas de acercamiento: microeconomía y macroeconomía. Mientras que la microeconomía estudia el comportamiento económico de agentes individuales, como consumidores, empresas, trabajadores e inversionistas, la macroeconomía se encarga de estudiar los indicadores globales mediante el análisis de las variables agregadas como el monto total de bienes y servicios producidos, el total de los ingresos, el nivel de empleo, de recursos productivos, la balanza de pagos, el tipo de cambio y el comportamiento general de los precios.

Durante muchos años las teorías económicas identificaron dos componentes principales para explicar el desarrollo económico: el capital y el trabajo. En este sentido los gobiernos del siglo XX y todavía algunos en el XXI, han dedicado una cantidad importante de recursos al incremento del capital público en forma de infraestructura. Díganme si no, cada nuevo gobernante que tenemos lo primero que ofrece son más puentes, más carreteras, inclusive aeropuertos, desconociendo que desde hace 60 años se identificó que los países más desarrollados lo eran no por tener más infraestructura física ni por tener mayor población sino por la acumulación de un recurso más valioso: el conocimiento.

La teoría económica que incorpora al conocimiento como el tercer componente explicando así por qué algunas economías crecen más que otras se conoce como teoría del crecimiento endógeno y su creador, Paul Romer, recibió este año el Premio Nobel de Economía.

El conocimiento tiene características únicas que lo hace inusualmente valioso. Por ejemplo y a diferencia de otras formas de generación de valor como son la maquinaria o los trabajadores, una vez que una institución o empresa genera conocimiento se convierte en un recurso sin rival que puede ser usado de manera simultánea por más de un jugador, maximizando su potencial. Esto además de que la acumulación de conocimiento en un tema en lugar de desincentivar la generación de nuevo conocimiento más sofisticado la acelera.

Por todo lo anterior queda claro que si el conocimiento reduce el costo de producción mediante la incorporación de nuevas tecnologías para toda la industria al mismo tiempo la productividad total se incrementa mejorando el ingreso. Así la teoría del crecimiento endógeno explica porqué una economía que genera más conocimiento crece más rápido que otra, sin importar su nivel inicial, por ejemplo la diferencia tan marcada que existe ahora entre Corea del Sur y México cuando sus economías eran equivalentes hace tan solo 40 años.

Dado que el conocimiento es un recurso sin rival una empresa que lo genera no podría asegurar el retorno económico del mismo a no ser que ese beneficio fuera garantizado mediante la institución de un pequeño monopolio. Para resolver esta situación los gobiernos crearon las patentes, las cuales son una forma de garantía para los inventores respecto al usufructo exclusivo de sus tecnologías durante 20 años generando los incentivos indispensables para la inversión. Igualmente los gobiernos aceleran y facilitan la generación de conocimiento compartiendo el riesgo de la inversión en el desarrollo de nuevas tecnologías mediante programas específicos que fomentan la innovación, entendida como la transformación del conocimiento en nuevos productos o servicios.

Si la innovación es la clave para el desarrollo económico debería preocuparnos que nuestras autoridades la minimicen llegando inclusive a suprimir el tema de sus planes de gobierno, particularmente para nosotros en Morelos siendo uno de los principales generadores de conocimiento científico del país con lo que se abre la puerta para que empresas de otros estados o inclusive de otros países lo aprovechen, antes que las nuestras, para su propio beneficio.

Para mayor información y para otros temas los invito a conocer mi blog http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

Las teorías económicas son las hipótesis o modelos que buscan explicar los aspectos de la realidad económica teniendo dos escalas de acercamiento: microeconomía y macroeconomía. Mientras que la microeconomía estudia el comportamiento económico de agentes individuales, como consumidores, empresas, trabajadores e inversionistas, la macroeconomía se encarga de estudiar los indicadores globales mediante el análisis de las variables agregadas como el monto total de bienes y servicios producidos, el total de los ingresos, el nivel de empleo, de recursos productivos, la balanza de pagos, el tipo de cambio y el comportamiento general de los precios.

Durante muchos años las teorías económicas identificaron dos componentes principales para explicar el desarrollo económico: el capital y el trabajo. En este sentido los gobiernos del siglo XX y todavía algunos en el XXI, han dedicado una cantidad importante de recursos al incremento del capital público en forma de infraestructura. Díganme si no, cada nuevo gobernante que tenemos lo primero que ofrece son más puentes, más carreteras, inclusive aeropuertos, desconociendo que desde hace 60 años se identificó que los países más desarrollados lo eran no por tener más infraestructura física ni por tener mayor población sino por la acumulación de un recurso más valioso: el conocimiento.

La teoría económica que incorpora al conocimiento como el tercer componente explicando así por qué algunas economías crecen más que otras se conoce como teoría del crecimiento endógeno y su creador, Paul Romer, recibió este año el Premio Nobel de Economía.

El conocimiento tiene características únicas que lo hace inusualmente valioso. Por ejemplo y a diferencia de otras formas de generación de valor como son la maquinaria o los trabajadores, una vez que una institución o empresa genera conocimiento se convierte en un recurso sin rival que puede ser usado de manera simultánea por más de un jugador, maximizando su potencial. Esto además de que la acumulación de conocimiento en un tema en lugar de desincentivar la generación de nuevo conocimiento más sofisticado la acelera.

Por todo lo anterior queda claro que si el conocimiento reduce el costo de producción mediante la incorporación de nuevas tecnologías para toda la industria al mismo tiempo la productividad total se incrementa mejorando el ingreso. Así la teoría del crecimiento endógeno explica porqué una economía que genera más conocimiento crece más rápido que otra, sin importar su nivel inicial, por ejemplo la diferencia tan marcada que existe ahora entre Corea del Sur y México cuando sus economías eran equivalentes hace tan solo 40 años.

Dado que el conocimiento es un recurso sin rival una empresa que lo genera no podría asegurar el retorno económico del mismo a no ser que ese beneficio fuera garantizado mediante la institución de un pequeño monopolio. Para resolver esta situación los gobiernos crearon las patentes, las cuales son una forma de garantía para los inventores respecto al usufructo exclusivo de sus tecnologías durante 20 años generando los incentivos indispensables para la inversión. Igualmente los gobiernos aceleran y facilitan la generación de conocimiento compartiendo el riesgo de la inversión en el desarrollo de nuevas tecnologías mediante programas específicos que fomentan la innovación, entendida como la transformación del conocimiento en nuevos productos o servicios.

Si la innovación es la clave para el desarrollo económico debería preocuparnos que nuestras autoridades la minimicen llegando inclusive a suprimir el tema de sus planes de gobierno, particularmente para nosotros en Morelos siendo uno de los principales generadores de conocimiento científico del país con lo que se abre la puerta para que empresas de otros estados o inclusive de otros países lo aprovechen, antes que las nuestras, para su propio beneficio.

Para mayor información y para otros temas los invito a conocer mi blog http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

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