/ domingo 10 de junio de 2018

Ciencia y política

En estos últimos días recibí de diferentes fuentes el video de la última entrevista que otorgó Carl Sagan, uno de los más importantes divulgadores de la ciencia, antes de morir en 1996. En esta entrevista Sagan reflexiona sobre la relación de la ciencia y la política, más precisamente, sobre la necesidad de que las decisiones políticas las tomen personas con un conocimiento suficiente sobre ciencia y tecnología. A pesar del tiempo y el espacio, los argumentos permanecen vigentes y merecen ser conocidos y considerados.

La realidad inalterable es que vivimos en una época en que el desarrollo social está, como nunca, impulsado por la ciencia y la tecnología. Tecnología de la salud en forma de poderosas vacunas y novedosos tratamientos médicos. Tecnología en telecomunicaciones en forma de dispositivos móviles inimaginables hace diez años interconectados por la internet. Tecnología ambiental que permite evitar y mitigar la contaminación revirtiendo el daño al medio ambiente. Tecnología en manufactura que permite que cualquiera pueda ingresar sus productos al mercado con mucho menos recursos gracias al abaratamiento de la impresión en tercera dimensión. Tecnología energética que permite la generación de electricidad a partir de fuentes renovables.

En la entrevista, Carl Sagan se pregunta si las personas que toman las decisiones tienen la formación mínima indispensable para dirigir el futuro de la sociedad y pone como ejemplo el Congreso de su país, Estados Unidos, donde el partido republicano recientemente había cerrado la oficina de evaluación de tecnologías dejando la toma de decisiones en ciencia y tecnología sin un respaldo técnico. En esas condiciones, sigue la entrevista, se generaría una mezcla combustible de ignorancia y poder y predijo que tarde o temprano iba a estallar en sus caras.

Las reflexiones de Sagan resultaron, desafortunadamente, correctas. Para 2017 el recientemente electo Presidente de Estados Unidos decidió, en contra de todas las evidencias científicas, desconocer el origen humano del calentamiento global y retirar a su país del Pacto de París. En consecuencia, desmanteló los programas presupuestales destinados a la transición energética revigorizando a la industria petrolera.

Otra evidencia de la falta de conocimiento mínimo de ciencia y tecnología en las decisiones de gobierno es su pasividad ante la popularización del movimiento antivacunas, promovido por celebridades de televisión que aseguran que las vacunas provocan autismo. Este movimiento ha despertado pánico en una población que también carece de la formación científica mínima para cuestionar a dichas celebridades con la consecuencia que en Estados Unidos, en estos momentos, hay brotes de enfermedades que en México están controladas como son tosferina, tuberculosis, varicela, paperas, sarampión o rubeola.

En la entrevista, Sagan deja claro que es indispensable que el nivel educativo de los gobernantes sea el mínimo necesario para que las decisiones, personales o colegiadas, que toman a nombre de la sociedad lo hagan con base en evidencias científicas, en datos, en números y no solamente en buenas intenciones o, en el peor escenario, en ocurrencias.

Para mayor información y para otros temas los invito a conocer mi blog http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

En estos últimos días recibí de diferentes fuentes el video de la última entrevista que otorgó Carl Sagan, uno de los más importantes divulgadores de la ciencia, antes de morir en 1996. En esta entrevista Sagan reflexiona sobre la relación de la ciencia y la política, más precisamente, sobre la necesidad de que las decisiones políticas las tomen personas con un conocimiento suficiente sobre ciencia y tecnología. A pesar del tiempo y el espacio, los argumentos permanecen vigentes y merecen ser conocidos y considerados.

La realidad inalterable es que vivimos en una época en que el desarrollo social está, como nunca, impulsado por la ciencia y la tecnología. Tecnología de la salud en forma de poderosas vacunas y novedosos tratamientos médicos. Tecnología en telecomunicaciones en forma de dispositivos móviles inimaginables hace diez años interconectados por la internet. Tecnología ambiental que permite evitar y mitigar la contaminación revirtiendo el daño al medio ambiente. Tecnología en manufactura que permite que cualquiera pueda ingresar sus productos al mercado con mucho menos recursos gracias al abaratamiento de la impresión en tercera dimensión. Tecnología energética que permite la generación de electricidad a partir de fuentes renovables.

En la entrevista, Carl Sagan se pregunta si las personas que toman las decisiones tienen la formación mínima indispensable para dirigir el futuro de la sociedad y pone como ejemplo el Congreso de su país, Estados Unidos, donde el partido republicano recientemente había cerrado la oficina de evaluación de tecnologías dejando la toma de decisiones en ciencia y tecnología sin un respaldo técnico. En esas condiciones, sigue la entrevista, se generaría una mezcla combustible de ignorancia y poder y predijo que tarde o temprano iba a estallar en sus caras.

Las reflexiones de Sagan resultaron, desafortunadamente, correctas. Para 2017 el recientemente electo Presidente de Estados Unidos decidió, en contra de todas las evidencias científicas, desconocer el origen humano del calentamiento global y retirar a su país del Pacto de París. En consecuencia, desmanteló los programas presupuestales destinados a la transición energética revigorizando a la industria petrolera.

Otra evidencia de la falta de conocimiento mínimo de ciencia y tecnología en las decisiones de gobierno es su pasividad ante la popularización del movimiento antivacunas, promovido por celebridades de televisión que aseguran que las vacunas provocan autismo. Este movimiento ha despertado pánico en una población que también carece de la formación científica mínima para cuestionar a dichas celebridades con la consecuencia que en Estados Unidos, en estos momentos, hay brotes de enfermedades que en México están controladas como son tosferina, tuberculosis, varicela, paperas, sarampión o rubeola.

En la entrevista, Sagan deja claro que es indispensable que el nivel educativo de los gobernantes sea el mínimo necesario para que las decisiones, personales o colegiadas, que toman a nombre de la sociedad lo hagan con base en evidencias científicas, en datos, en números y no solamente en buenas intenciones o, en el peor escenario, en ocurrencias.

Para mayor información y para otros temas los invito a conocer mi blog http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

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