/ martes 18 de diciembre de 2018

¡Con los niños no!

El núcleo de la sociedad es la familia, pero profundizando más aún podríamos decir que la parte más importante de este núcleo son los niños, resguardar su integridad física y emocional debe prevalecer, de otra forma, nuestra extinción se hubiera asegurado hace muchos miles de años.

Sin embargo aún no terminamos de entender del todo este principio, recién conocimos la triste noticia de una niña migrante con nacionalidad guatemalteca de tan solo 7 años fallecida mientras estaba en custodia de la patrulla fronteriza estadunidense y según versiones de organizaciones civiles el deceso fue por un trato inhumano y las condiciones precarias sufridas por los centroamericanos detenidos por el Departamento de Migración.

Lo anterior es sólo una de miles de situaciones de abusos a la niñez.

Definitivamente no estamos cumpliendo con el deber natural, legal, religioso, moral o simplemente humano de cuidar a nuestros niños, México tampoco aprueba este examen y para muestra los riesgos que vulneran a la población infantil.

Un ejemplo es el tema del acoso escolar también conocido como bullyng, según la ONG Internacional Bullyng sin Fronteras, México ocupa el primer lugar mundial en acoso escolar, en donde se han contado más de 28 millones de casos, es decir, 7 de cada 10 estudiantes han sufrido al menos una vez en su vida de este tipo de acoso, la ONG cita fuentes como la OCDE y la UNESCO.

El nivel del problema en México resulta escalofríante, si tomamos las consecuencias que este problema puede acarrear y lo mal atendido hasta el día de hoy.

La SEP presentó en mayo de 2014 un plan de 15 puntos para combatir esta modalidad de acoso, en ese entonces, Emilio Chuayfett firmó un documento ante autoridades educativas de los 32 Estados para llevar a cabo las acciones para lograr la ansiada solución, desgraciadamente, el vergonzoso primer lugar de México en la lista negra, nos habla de los nulos resultados, derivados tal vez de una pésima implementación o de simulación, fingir trabajar es lo acostumbrado por los gobiernos.

La omisión de la clase política deja crecer la problemática, pero cuando la omisión es abonada con irresponsabilidad entonces sí, estamos lejos de erradicar éste cáncer.

El otrora líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, hizo pública la presencia del menor de los hijos del Presidente de la Republica en el Estadio Azteca, lo anterior, durante el partido final de la liga mx, la razón de su asistencia es muy sencilla, al niño le gusta el futbol y simpatiza con el equipo América.

Esto no le bastó a Zambrano, evidentemente dolido por la apuesta política realizada y perdida, comentó en sus redes que el hijo de Andrés Manuel se encontraba en un palco del estadio gozando de las “mieles del poder” el accionar del perredista no sólo fue irresponsable, fue violatorio, puso en riesgo la integridad física del menor de edad, al revelar su ubicación y lo hace emocionalmente vulnerable a un posible “bullyng” argumentando que existe algo turbio en su asistencia al evento.

En política hay pocas cosas que no son válidas, ésta es una de ellas, no se puede politizar la infancia de un niño, sea quien sea, no se le puede etiquetar y no se le debería incluso de mencionar en un enfermo y negativo afán de atacar la imagen de su padre.

Si Andrés Manuel hubiera asistido a entregar el trofeo en ese estadio como en principio se mencionó, las críticas a favor en contra hubieran sido válidas, pero el pequeño Jesús, puede y debe disfrutar de su infancia tranquilo, como debería ser para todos los niños de nuestro país.

Ojala Zambrano conecte el cerebro con el dedo escritor en redes y se retracte de este tipo de conductas, mejor sería se ponga a trabajar aportando en la lucha contra el terrible “bullying”.

El núcleo de la sociedad es la familia, pero profundizando más aún podríamos decir que la parte más importante de este núcleo son los niños, resguardar su integridad física y emocional debe prevalecer, de otra forma, nuestra extinción se hubiera asegurado hace muchos miles de años.

Sin embargo aún no terminamos de entender del todo este principio, recién conocimos la triste noticia de una niña migrante con nacionalidad guatemalteca de tan solo 7 años fallecida mientras estaba en custodia de la patrulla fronteriza estadunidense y según versiones de organizaciones civiles el deceso fue por un trato inhumano y las condiciones precarias sufridas por los centroamericanos detenidos por el Departamento de Migración.

Lo anterior es sólo una de miles de situaciones de abusos a la niñez.

Definitivamente no estamos cumpliendo con el deber natural, legal, religioso, moral o simplemente humano de cuidar a nuestros niños, México tampoco aprueba este examen y para muestra los riesgos que vulneran a la población infantil.

Un ejemplo es el tema del acoso escolar también conocido como bullyng, según la ONG Internacional Bullyng sin Fronteras, México ocupa el primer lugar mundial en acoso escolar, en donde se han contado más de 28 millones de casos, es decir, 7 de cada 10 estudiantes han sufrido al menos una vez en su vida de este tipo de acoso, la ONG cita fuentes como la OCDE y la UNESCO.

El nivel del problema en México resulta escalofríante, si tomamos las consecuencias que este problema puede acarrear y lo mal atendido hasta el día de hoy.

La SEP presentó en mayo de 2014 un plan de 15 puntos para combatir esta modalidad de acoso, en ese entonces, Emilio Chuayfett firmó un documento ante autoridades educativas de los 32 Estados para llevar a cabo las acciones para lograr la ansiada solución, desgraciadamente, el vergonzoso primer lugar de México en la lista negra, nos habla de los nulos resultados, derivados tal vez de una pésima implementación o de simulación, fingir trabajar es lo acostumbrado por los gobiernos.

La omisión de la clase política deja crecer la problemática, pero cuando la omisión es abonada con irresponsabilidad entonces sí, estamos lejos de erradicar éste cáncer.

El otrora líder nacional del PRD, Jesús Zambrano, hizo pública la presencia del menor de los hijos del Presidente de la Republica en el Estadio Azteca, lo anterior, durante el partido final de la liga mx, la razón de su asistencia es muy sencilla, al niño le gusta el futbol y simpatiza con el equipo América.

Esto no le bastó a Zambrano, evidentemente dolido por la apuesta política realizada y perdida, comentó en sus redes que el hijo de Andrés Manuel se encontraba en un palco del estadio gozando de las “mieles del poder” el accionar del perredista no sólo fue irresponsable, fue violatorio, puso en riesgo la integridad física del menor de edad, al revelar su ubicación y lo hace emocionalmente vulnerable a un posible “bullyng” argumentando que existe algo turbio en su asistencia al evento.

En política hay pocas cosas que no son válidas, ésta es una de ellas, no se puede politizar la infancia de un niño, sea quien sea, no se le puede etiquetar y no se le debería incluso de mencionar en un enfermo y negativo afán de atacar la imagen de su padre.

Si Andrés Manuel hubiera asistido a entregar el trofeo en ese estadio como en principio se mencionó, las críticas a favor en contra hubieran sido válidas, pero el pequeño Jesús, puede y debe disfrutar de su infancia tranquilo, como debería ser para todos los niños de nuestro país.

Ojala Zambrano conecte el cerebro con el dedo escritor en redes y se retracte de este tipo de conductas, mejor sería se ponga a trabajar aportando en la lucha contra el terrible “bullying”.

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