/ martes 5 de octubre de 2021

Congreso, Ejecutivo y líneas

Si los diputados de Morena decidieran no respaldar alguna de las políticas públicas del gobernador, Cuauhtémoc Blanco, no se meterían en problema alguno con su líder moral y guía cuasi espiritual, Andrés Manuel López Obrador. Pese a las especulaciones sembradas por algunos partidarios del gobernador morelense, lo cierto es que en ningún momento el presidente dio línea alguna para trabajar a favor del gobierno de Cuauhtémoc Blanco, en cambio, hubo una petición de hacer las cosas bien por Morelos.

Esto lo concluimos después de repetidas indagatorias y comentarios hechos por algunos de los protagonistas de la reunión entre el presidente y algunas legisladoras morelenses que ocurrió el viernes pasado y que algunos interpretaron excesivamente como una suerte de restablecimiento de las relaciones entre el Legislativo y el Ejecutivo. Lo cierto es que no hubo “línea presidencial” para nada y eso explicaría el que todas las fracciones parlamentarias del Congreso del estado harán lo posible por aterrizar los proyectos que traían y que impactarán en asignaciones presupuestales y hasta, probablemente, la reorganización del Poder Ejecutivo.

En términos prácticos, para quienes han estado cerca del presidente y el gobernador, López Obrador tiene un afecto especial por el mandatario morelense, pero nada más. Y así parece, el cariño presidencial a Cuauhtémoc Blanco no ha significado mayores beneficios para el gobierno del estado de Morelos, y eso lo notan los diputados de Morena que, aunque no tienen suficientes canicas en el Congreso como para aprobar nada por sí mismos, sí son el mayor número de legisladores en la cámara local. Si a esto sumamos que nadie quisiera asumir el costo político de la baja popularidad del gobernador, el escenario después de la visita presidencial es el mismo que antes de ella. O a lo mejor hasta peor porque aquella imagen de cercanía entre los mandatarios local y federal, quedó evidenciada en su justa dimensión. Hay cariño, habrá apoyo a Morelos, pero nada más.

Mientras tanto, los compromisos de los diputados locales con alcaldes, y sobre todo con los electores que reprobaron en junio pasado al gobierno estatal permitiendo que su partido tuviera apenas una legisladora plurinominal, siguen vigentes y entonces el afán de revisión y cambio del Legislativo local se mantiene intacto.

Esto no quiere decir que los diputados hayan roto con el Ejecutivo, por cierto, hemos visto ya el inicio de trabajos conjuntos en diversas áreas, básicamente de política social y ambiental. En todo caso, la apuesta de la LV Legislatura, parece ir orientada más a servir como un puente entre los deseos de la ciudadanía y las acciones del Ejecutivo, que a final de cuentas es la función ideal de los representantes populares. Si en el ejercicio de empatar las acciones del gobierno estatal con las demandas de la gente resultan damnificados algunos personajes del poder, no es algo que parezca preocupar a los diputados; tampoco es que lo busquen.

Lo que sí es un hecho es que esta edición del Congreso del estado tiene un conjunto de agendas propias y ninguna de ellas parece demasiado preocupada por o alineada con el Ejecutivo estatal, por lo que habrá choques constantes.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Si los diputados de Morena decidieran no respaldar alguna de las políticas públicas del gobernador, Cuauhtémoc Blanco, no se meterían en problema alguno con su líder moral y guía cuasi espiritual, Andrés Manuel López Obrador. Pese a las especulaciones sembradas por algunos partidarios del gobernador morelense, lo cierto es que en ningún momento el presidente dio línea alguna para trabajar a favor del gobierno de Cuauhtémoc Blanco, en cambio, hubo una petición de hacer las cosas bien por Morelos.

Esto lo concluimos después de repetidas indagatorias y comentarios hechos por algunos de los protagonistas de la reunión entre el presidente y algunas legisladoras morelenses que ocurrió el viernes pasado y que algunos interpretaron excesivamente como una suerte de restablecimiento de las relaciones entre el Legislativo y el Ejecutivo. Lo cierto es que no hubo “línea presidencial” para nada y eso explicaría el que todas las fracciones parlamentarias del Congreso del estado harán lo posible por aterrizar los proyectos que traían y que impactarán en asignaciones presupuestales y hasta, probablemente, la reorganización del Poder Ejecutivo.

En términos prácticos, para quienes han estado cerca del presidente y el gobernador, López Obrador tiene un afecto especial por el mandatario morelense, pero nada más. Y así parece, el cariño presidencial a Cuauhtémoc Blanco no ha significado mayores beneficios para el gobierno del estado de Morelos, y eso lo notan los diputados de Morena que, aunque no tienen suficientes canicas en el Congreso como para aprobar nada por sí mismos, sí son el mayor número de legisladores en la cámara local. Si a esto sumamos que nadie quisiera asumir el costo político de la baja popularidad del gobernador, el escenario después de la visita presidencial es el mismo que antes de ella. O a lo mejor hasta peor porque aquella imagen de cercanía entre los mandatarios local y federal, quedó evidenciada en su justa dimensión. Hay cariño, habrá apoyo a Morelos, pero nada más.

Mientras tanto, los compromisos de los diputados locales con alcaldes, y sobre todo con los electores que reprobaron en junio pasado al gobierno estatal permitiendo que su partido tuviera apenas una legisladora plurinominal, siguen vigentes y entonces el afán de revisión y cambio del Legislativo local se mantiene intacto.

Esto no quiere decir que los diputados hayan roto con el Ejecutivo, por cierto, hemos visto ya el inicio de trabajos conjuntos en diversas áreas, básicamente de política social y ambiental. En todo caso, la apuesta de la LV Legislatura, parece ir orientada más a servir como un puente entre los deseos de la ciudadanía y las acciones del Ejecutivo, que a final de cuentas es la función ideal de los representantes populares. Si en el ejercicio de empatar las acciones del gobierno estatal con las demandas de la gente resultan damnificados algunos personajes del poder, no es algo que parezca preocupar a los diputados; tampoco es que lo busquen.

Lo que sí es un hecho es que esta edición del Congreso del estado tiene un conjunto de agendas propias y ninguna de ellas parece demasiado preocupada por o alineada con el Ejecutivo estatal, por lo que habrá choques constantes.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx