/ sábado 2 de mayo de 2020

Consejos de Maquiavelo al príncipe para gobernar

Se dice que en su momento se aconsejó al gobernante que cuando llevará a efecto sus actos de mandato frente al pueblo no le pegaran a la bolsa, en su economía, porque corría el riesgo de que lo tiraran de la silla principesca. Mutatis mutandis Andrés Manuel está gobernando, evitando que la iniciativa privada se siga enriqueciendo con actos de corrupción. En general los medios han sido mermados en sus ganancias ilícitas; y en las legítimas Andrés Manuel le cerró las puertas del despilfarro en publicidad para el gobierno. Se acabaron los subsidios; y sólo hoy hay un vocero –Ramírez–, y un solo control de publicidad del gobierno, que como ejemplo está que Andrés Manuel renunció al tiempo de televisión y radio al que tiene derecho como gobernante y se lo regresó a la iniciativa privada para que lo recomercie y obtenga recursos. Hoy no hay dinero como en el pasado. En consecuencia denostar, insultar, calumniar y atacar, no sólo a la persona sino a la investidura del Presidente, son pan de todos los días, que al abrir cualquier medio impreso sobre todo, y en su caso algunas concesionarias televisivas que tienen patrones y mercenarios en los micrófonos, se están conduciendo como verdaderos sicarios, porque pegan para robar; amenazan para recibir recursos, y en su momento si no es así, estamos viendo una serie de eventos y de actos que aprovechando la pandemia ha surgido este grupúsculo de gobernadores, y como ejemplo el de Michoacán, en su momento hay que recordar que era del PRD y que cuando vinieron las elecciones se manifestó abiertamente por el candidato del PRI, –por Meade–; hoy hace unión con el PAN, porque lo que quiere es más recursos, e incluso algo que acabaría con la República, el pacto federal, y cambiar la manera de distribuir los ingresos fiscales, alegando, lo que no tiene ningún sustento, que tiene 40 años este pacto.

La cuestión del dinero permanece. No hay recursos económicos para la iniciativa privada, y menos para rescatarla como ocurrió con el “Roba proa”, mal llamado Fobaproa de Zedillo, que convirtió en deuda pública lo que eran negocios privados de los banqueros, al aplicar la cláusula del anatocismo –capitalización de intereses– a quienes como simples particulares, por ejemplo maestros, debían dinero de alguna propiedad o de algún condominio que habían adquirido a los bancos, y en ese momento se aplicaron usos y costumbres de Derecho Mercantil, para decir “ustedes son comerciantes y tienen que pagar la cláusula del anatocismo que permite capitalizar los intereses”; en palabras comunes una deuda de 100 mil pesos, con los intereses pactados, más los moratorios, se convirtió con el tiempo en una deuda de 400 mil pesos; lo grave no quedó ahí, porque la deuda privada se le endosó a los millones de mexicanos en los años del gobierno de Zedillo 1998-2000, y todavía quienes padecemos esa pobreza crónica la seguimos pagando; si dividiéramos entre el número de pobres aquellas cantidades millonarias resultaría que durante todavía probablemente los hijos de mis hijos tengan que seguir pagando esa deuda.

Si Andrés Manuel los ha enfrentado y ha denunciado los negocios, ha hecho lo mínimo para no convertirse en cómplice por omisión, y en su momento si compartiera los recursos –como ocurrió con otros– sería un delincuente por comisión; frente a todo esto hay que considerar y llamar a la cordura a quienes no ven más allá de su propio interés, y no se han dado cuenta que cuando Andrés Manuel llegó a la presidencia encontró un desastre en todos los órdenes; los 60 millones de pobres y todo lo que ya sabemos, la historia de este país de siempre; categóricamente podemos afirmar que es la primera vez que hay un Presidente de la República que vive en la austeridad; que salvo prueba en contrario no tiene fortunas ni se le ha demostrado, y sin embargo los ataques siguen permanentemente, y lo último que habría que considerar qué tan jurídico es, el hecho de que el Banco Interamericano de Desarrollo y la filial que corresponde haga prestamos, en este caso por 12 mil millones de dólares en un fondo revolvente a la iniciativa privada, cuando esto en realidad, al quedar a deber esa cantidad, si bien no va a ser deuda pública ni del gobierno, no puede pasar por encima del Presidente de la República, que es lo que ha hecho la iniciativa privada y que es reprobable en todos los sentidos. Además hay que considerar que pronto saldremos de la pandemia, y que hay que ver –como ya lo está haciendo Andrés Manuel– las diferentes alternativas de salida para recuperarnos económicamente; y como muestra un botón, todos esperaban que en este último trimestre tuviéramos sobre el Producto Interno Bruto una caída más allá de lo que ha sido en la realidad que ha sido 1.6, y que esperamos que a la brevedad, como ya se está diciendo, para mediados de mayo empezar las actividades normales, cuidándonos y procurando rescatar a la mayoría de la población pobre, los que vivimos al día, para nuevamente encauzarnos y seguir nuestra vida en las mejores condiciones.

CONCLUSIÓN

Como siempre estamos de manera razonada y justificada apoyando los actos de gobierno de Andrés Manuel. No nos ciega ni nuestra pobreza ni lo que hemos logrado en el camino de estar en una universidad y pronto tener el título de Licenciado en Derecho; estamos convencidos de que en otro país sería difícil alcanzar esto si la educación superior no fuera gratuita.


Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com

Se dice que en su momento se aconsejó al gobernante que cuando llevará a efecto sus actos de mandato frente al pueblo no le pegaran a la bolsa, en su economía, porque corría el riesgo de que lo tiraran de la silla principesca. Mutatis mutandis Andrés Manuel está gobernando, evitando que la iniciativa privada se siga enriqueciendo con actos de corrupción. En general los medios han sido mermados en sus ganancias ilícitas; y en las legítimas Andrés Manuel le cerró las puertas del despilfarro en publicidad para el gobierno. Se acabaron los subsidios; y sólo hoy hay un vocero –Ramírez–, y un solo control de publicidad del gobierno, que como ejemplo está que Andrés Manuel renunció al tiempo de televisión y radio al que tiene derecho como gobernante y se lo regresó a la iniciativa privada para que lo recomercie y obtenga recursos. Hoy no hay dinero como en el pasado. En consecuencia denostar, insultar, calumniar y atacar, no sólo a la persona sino a la investidura del Presidente, son pan de todos los días, que al abrir cualquier medio impreso sobre todo, y en su caso algunas concesionarias televisivas que tienen patrones y mercenarios en los micrófonos, se están conduciendo como verdaderos sicarios, porque pegan para robar; amenazan para recibir recursos, y en su momento si no es así, estamos viendo una serie de eventos y de actos que aprovechando la pandemia ha surgido este grupúsculo de gobernadores, y como ejemplo el de Michoacán, en su momento hay que recordar que era del PRD y que cuando vinieron las elecciones se manifestó abiertamente por el candidato del PRI, –por Meade–; hoy hace unión con el PAN, porque lo que quiere es más recursos, e incluso algo que acabaría con la República, el pacto federal, y cambiar la manera de distribuir los ingresos fiscales, alegando, lo que no tiene ningún sustento, que tiene 40 años este pacto.

La cuestión del dinero permanece. No hay recursos económicos para la iniciativa privada, y menos para rescatarla como ocurrió con el “Roba proa”, mal llamado Fobaproa de Zedillo, que convirtió en deuda pública lo que eran negocios privados de los banqueros, al aplicar la cláusula del anatocismo –capitalización de intereses– a quienes como simples particulares, por ejemplo maestros, debían dinero de alguna propiedad o de algún condominio que habían adquirido a los bancos, y en ese momento se aplicaron usos y costumbres de Derecho Mercantil, para decir “ustedes son comerciantes y tienen que pagar la cláusula del anatocismo que permite capitalizar los intereses”; en palabras comunes una deuda de 100 mil pesos, con los intereses pactados, más los moratorios, se convirtió con el tiempo en una deuda de 400 mil pesos; lo grave no quedó ahí, porque la deuda privada se le endosó a los millones de mexicanos en los años del gobierno de Zedillo 1998-2000, y todavía quienes padecemos esa pobreza crónica la seguimos pagando; si dividiéramos entre el número de pobres aquellas cantidades millonarias resultaría que durante todavía probablemente los hijos de mis hijos tengan que seguir pagando esa deuda.

Si Andrés Manuel los ha enfrentado y ha denunciado los negocios, ha hecho lo mínimo para no convertirse en cómplice por omisión, y en su momento si compartiera los recursos –como ocurrió con otros– sería un delincuente por comisión; frente a todo esto hay que considerar y llamar a la cordura a quienes no ven más allá de su propio interés, y no se han dado cuenta que cuando Andrés Manuel llegó a la presidencia encontró un desastre en todos los órdenes; los 60 millones de pobres y todo lo que ya sabemos, la historia de este país de siempre; categóricamente podemos afirmar que es la primera vez que hay un Presidente de la República que vive en la austeridad; que salvo prueba en contrario no tiene fortunas ni se le ha demostrado, y sin embargo los ataques siguen permanentemente, y lo último que habría que considerar qué tan jurídico es, el hecho de que el Banco Interamericano de Desarrollo y la filial que corresponde haga prestamos, en este caso por 12 mil millones de dólares en un fondo revolvente a la iniciativa privada, cuando esto en realidad, al quedar a deber esa cantidad, si bien no va a ser deuda pública ni del gobierno, no puede pasar por encima del Presidente de la República, que es lo que ha hecho la iniciativa privada y que es reprobable en todos los sentidos. Además hay que considerar que pronto saldremos de la pandemia, y que hay que ver –como ya lo está haciendo Andrés Manuel– las diferentes alternativas de salida para recuperarnos económicamente; y como muestra un botón, todos esperaban que en este último trimestre tuviéramos sobre el Producto Interno Bruto una caída más allá de lo que ha sido en la realidad que ha sido 1.6, y que esperamos que a la brevedad, como ya se está diciendo, para mediados de mayo empezar las actividades normales, cuidándonos y procurando rescatar a la mayoría de la población pobre, los que vivimos al día, para nuevamente encauzarnos y seguir nuestra vida en las mejores condiciones.

CONCLUSIÓN

Como siempre estamos de manera razonada y justificada apoyando los actos de gobierno de Andrés Manuel. No nos ciega ni nuestra pobreza ni lo que hemos logrado en el camino de estar en una universidad y pronto tener el título de Licenciado en Derecho; estamos convencidos de que en otro país sería difícil alcanzar esto si la educación superior no fuera gratuita.


Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com