/ lunes 30 de julio de 2018

Cuando las promesas y los resultados se divorcian

Si durante el fin de semana tuvo la mala fortuna de pasar por Cuernavaca para vacacionar, de tránsito o de plano vive aquí, habrá sufrido el tremendo caos vehicular generado por las manifestaciones de inconformidad ya tradicionales.

Los baches borraron la eterna primavera y ahora los bloqueos carreteros son la forma más certera de identificación regional para nosotros; al parecer todos los asuntos e inconformidades son dirimidas en las calles, al menos es la tendencia. ¿Quiere quejarse de la piratería en el transporte? Cierre el boulevard Cuauhnáhuac, ¿No le han pagado su pensión? Bloquee la Avenida Morelos. Y asi sucesivamente según el tipo de petición no atendida.

Ayer hubo al menos 4 cierres en distintos puntos como reflejo de la situación generalizada en nuestro país, del hartazgo que provocó la falta de resultados y la abundancia de discursos vacíos, tratando de llenar nuestra mente de cosas que nuestros ojos no veían.

Decían que todo estaba bien, trabajaban por nuestra seguridad y los resultados estaban por llegar ¡ah! Y no había motivo para preocuparse, pues las únicas víctimas de la guerra contra el crimen eran los mismos criminales. Falso, la situación es indignante en todo el país y nuestro Estado no está exento.

Los seis años más sangrientos en la historia de México han avasallado cualquier estrategia de seguridad implementada o cualquier pretexto para justificar la falta de resultados.

Sin embargo, un problema nunca llega solo, el incremento de la violencia combinado con el enojo social y la enorme necesidad de tomar acciones, provocan incipientes intentos de crear grupos de autodefensa, cuya existencia fue al principio negada por las autoridades, pero en la época de las redes sociales ocultar un hecho es algo poco menos que imposible.

Hueyapan es ejemplo de esas organizaciones que se nombran de "autodefensa", como solución pareciera explicable mas no justificable y resultan paliativos a la inseguridad; empero acarrean otro tipo de problemas, pues no se puede combatir el delito con acciones fuera de la ley.

Dentro de la ola criminal que ya resulta asfixiante, se suscitó un asalto a una tienda de conveniencia ubicada en pleno Paso Exprés, el resultado arroja un presunto ladrón muerto a manos de uno de los empleados de la tienda quien fue detenido; situación que provocó una protesta generalizada y el bloqueo de la importante vía.

Hay discrepancia entre promesas y resultados en materia de seguridad, condimentadas por la añeja desconfianza en el proceder de las autoridades judiciales que sin duda traerán más reacciones de la población en este tema; no dudemos de la continuidad de manifestaciones.

Difícil reto tendrá el próximo Gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, quien ha usado como bandera política la supresión del modelo de seguridad conocido como Mando Único, que dicho sea de paso López Obrador apoya; el problema está en la puerta, la gente no cree en mandos únicos ni mixtos, solo exige acciones rápidas y concretas para romper la evidente cadena de impunidad.

Las estrategias empleadas deberán dar resultados claros y sobre todo rápidos, la autotutela no debe ser una opción, es ilegal y debe ser vista como lo que realmente es: un acto desesperado muy lejano a la solución.

Si durante el fin de semana tuvo la mala fortuna de pasar por Cuernavaca para vacacionar, de tránsito o de plano vive aquí, habrá sufrido el tremendo caos vehicular generado por las manifestaciones de inconformidad ya tradicionales.

Los baches borraron la eterna primavera y ahora los bloqueos carreteros son la forma más certera de identificación regional para nosotros; al parecer todos los asuntos e inconformidades son dirimidas en las calles, al menos es la tendencia. ¿Quiere quejarse de la piratería en el transporte? Cierre el boulevard Cuauhnáhuac, ¿No le han pagado su pensión? Bloquee la Avenida Morelos. Y asi sucesivamente según el tipo de petición no atendida.

Ayer hubo al menos 4 cierres en distintos puntos como reflejo de la situación generalizada en nuestro país, del hartazgo que provocó la falta de resultados y la abundancia de discursos vacíos, tratando de llenar nuestra mente de cosas que nuestros ojos no veían.

Decían que todo estaba bien, trabajaban por nuestra seguridad y los resultados estaban por llegar ¡ah! Y no había motivo para preocuparse, pues las únicas víctimas de la guerra contra el crimen eran los mismos criminales. Falso, la situación es indignante en todo el país y nuestro Estado no está exento.

Los seis años más sangrientos en la historia de México han avasallado cualquier estrategia de seguridad implementada o cualquier pretexto para justificar la falta de resultados.

Sin embargo, un problema nunca llega solo, el incremento de la violencia combinado con el enojo social y la enorme necesidad de tomar acciones, provocan incipientes intentos de crear grupos de autodefensa, cuya existencia fue al principio negada por las autoridades, pero en la época de las redes sociales ocultar un hecho es algo poco menos que imposible.

Hueyapan es ejemplo de esas organizaciones que se nombran de "autodefensa", como solución pareciera explicable mas no justificable y resultan paliativos a la inseguridad; empero acarrean otro tipo de problemas, pues no se puede combatir el delito con acciones fuera de la ley.

Dentro de la ola criminal que ya resulta asfixiante, se suscitó un asalto a una tienda de conveniencia ubicada en pleno Paso Exprés, el resultado arroja un presunto ladrón muerto a manos de uno de los empleados de la tienda quien fue detenido; situación que provocó una protesta generalizada y el bloqueo de la importante vía.

Hay discrepancia entre promesas y resultados en materia de seguridad, condimentadas por la añeja desconfianza en el proceder de las autoridades judiciales que sin duda traerán más reacciones de la población en este tema; no dudemos de la continuidad de manifestaciones.

Difícil reto tendrá el próximo Gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, quien ha usado como bandera política la supresión del modelo de seguridad conocido como Mando Único, que dicho sea de paso López Obrador apoya; el problema está en la puerta, la gente no cree en mandos únicos ni mixtos, solo exige acciones rápidas y concretas para romper la evidente cadena de impunidad.

Las estrategias empleadas deberán dar resultados claros y sobre todo rápidos, la autotutela no debe ser una opción, es ilegal y debe ser vista como lo que realmente es: un acto desesperado muy lejano a la solución.

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