Si el dos de octubre no se olvidó y a 50 años de distancia con la bandera del zócalo de la CDMX a media asta seguimos (o deberíamos) seguir aprendiendo del Movimiento Estudiantil de 1968, el día primero del décimo mes de año de este 2018, tampoco se olvidará. Para bien o para mal. Y esto pasa, evidentemente por la Toma de Posesión del ex futbolista Cuauhtémoc Blanco Bravo como gobernador del Estado de Morelos, hecho sin precedentes (que un neófito con sus características asuma el Poder Ejecutivo de una entidad federativa) producto de diversos factores como el hartazgo social a la clase política y el tsunami de AMLO y Morena en las pasadas elecciones.
Mensaje contundente, para quien lo sepa leer y lo entienda, la ausencia de Andrés Manuel López Obrador en la ceremonia efectuada en la Plaza de Armas de Cuernavaca, la explanada “Emiliano Zapata Salazar”. Ahí, “El Caudillo” como la Diputada Tania Valentina llamó al ex alcalde capitalino, recalcó su mantra: no les voy a fallar. Y se comprometió a defender a Morelos “como defendió la camiseta de la selección nacional de fútbol”. Testigos de honor, no los integrantes de la LIV Legislatura, sino sus compadres, Isaac Terrazas, Germán Villa, y claro, Luis Roberto Alves “Zague” alias el huy huy huy o “El Impresionante”.
Otros destacados ausentes, un par de diputados, el Presidente Municipal Electo de Cuernavaca, Toño Villalobos, Rabindranath Salazar y su equipo y claro, Graco Ramírez, quien desde el domingo avisó que no iba. Los que sí estuvieron fueron los ex gobernadores Marco Adame, Sergio Estrada Cajigal, Jorge Morales Barud y Jorge Arturo García Rubí. También asistieron la ex ministra de la SCJN y próxima Secretaria de Gobernacion, Olga Sánchez Cordero, representante del Presidente Electo y el de Peña Nieto, la licenciada (sic) Eviel Pérez Magaña, Secretario de Desarrollo Social.
Antes de la Sesión Solemne del Congreso, otro hecho polémico: la celebración religiosa en la Catedral de Cuernavaca. Las lecturas y comentarios van desde que fue un atentado al estado laico, hasta que fue un evento efectista al más puro estilo de “La Rosa de Guadalupe”. La Fé de cada quien es respetable, pero ¿por qué no un acto íntimo, de acción de gracias o de encomienda? Y eso que no ofició la misa el Obispo Ramón Castro.
Pero volviendo a la política, interesante e ilustrativa , la información exclusiva de El Sol de Cuernavaca, vía Daniel Martínez sobre qué la coalición "Juntos Haremos Historia", integrada por los partidos Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PT), y Encuentro Social (PES), que llevó a la Gubernatura a Cuauhtémoc Blanco Bravo, está rota en Morelos y no operará como alianza legislativa ni de Gobierno, a diferencia de lo que ocurre en el plano nacional, donde la coalición seguirá funcionando en el plano legislativo; en Morelos las diferencias entre el PES y Morena, por temas como la Ley Orgánica de la Administración Pública, la integración del gabinete, y el no ajustarse a la política de austeridad impulsada por la coalición durante la campaña han roto la alianza.
Esto fue notorio, sobre todo por el hecho de que el Congreso del Estado no aprobó la reforma a la ley orgánica de la administración pública estatalque permitiría la fusión de las secretarías de Cultura y Turismo, del Trabajo y Economía así como la desaparición de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología y otras modificaciones para robustecer la Oficina de la Gubernatura en manos de José Manuel Sanz, que teniendo el control de la Comisión Estatal de Seguridad Pública y otras súper atribuciones, tendría más peso específico que la propia Secretaría de Gobierno, a cargo de Pablo Héctor Ojeda Cárdenas.
El resto del gabinete legal, será objeto de análisis por las personas y personajes que lo integran, el número de mujeres, la oriundez (que ya derivó en un extrañamiento-punto de acuerdo en el Congreso), los perfiles y facturas que representan. Hay gente preparada, con sobrada experiencia y otros, si no desconocidos, hasta ahora figuras de bajo perfil que tendrán y que aprender y dar resultados rápido por la exigencia de sus jefes y la altísima expectativa del gobierno de Blanco.
Por lo pronto, Tlaloc se hizo presente con una tromba de aquellas que dejó daños, inundaciones y encharcamientos que evidenciaron una vez más la fragilidad de la estructura municipal de la capital, sitio donde la la nota del día, gravísima por cierto, es un nuevo atentado ( ya van varios a él y su familia) en contra de Antonio Villalobos Adán, Presidente Municipal Electo de Cuernavaca. Del intento de “comprarlo”, se pasó a las amenazas, los avisos y de ahí, al acoso y agresiones incluso, como la madrugada de este martes, en la forma de un atentado con armas de fuego a su domicilio particular. “El Lobito” pidió a las autoridades responsables ya en funciones, se investiguen los hechos. Los responsabilizó de lo que pudiera ocurrirle a el y su familia y pidió se activara un protocolo de seguridad y protección por parte de la Marina Armada de México. No es para menos. Este hecho no puede ni debe minimizarse ni tampoco pretender desviar la atención de su trascendencia irresponsablemente calificándolo de auto atentado. ¡Qué cómodo y conveniente! Están viendo y no ven. Es hora de que las nuevas autoridades comiencen actuar y demostrar. Ya no hay a quien culpar. Ya son gobierno. Bueno, pues a gobernar para todos y a proteger a todos. Supongo que ese será parte del mensaje que AMLO dará mañana cuando venga a Morelos. Es lo deseable y lo necesario. Veremos y platicaremos.
Ojalá que le vaya bien a este gobierno, pero no será así si no se tienden puentes o se deja de lado a la sociedad. Hoy hay renovación y esperanza (también incertidumbre y escepticismo) por lo que cobra gran valor la reflexión del escritor alemán Ludwig Börne: “Losgobiernos son velas; el pueblo, el viento; el Estado, la nave, y el tiempo, el mar.”
Hasta la próxima entrega, donde podrán seguir leyendo lo que hay en mi mente.
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