/ jueves 22 de julio de 2021

Delegación Marítima Zapatista III. Bitácora de viaje

El 15 de julio de 2021, María, una compañera franco-mexicana quien es profesora de español y defiende su huerto junto a su familia desde hace un año, dio la bienvenida al Escuadrón 421 con flores silvestres de los Jardins À Défendre (JAD) d’Aubervilliers, un municipio conurbado de París administrado ahora por un partido derechista, después de ser un bastión comunista durante más de medio siglo en el cinturón rojo (banlieue rouge), que rodea las orillas del nordeste de la capital francesa.

Estas flores simbolizan una invitación a tomar la palabra y a poner el cuerpo para defender un territorio insumiso ante las amenazas del inhumano capitalismo que estamos viviendo.

“Somos parte del pueblo que lucha para la defensa de las tierras de cultivo en las zonas urbanas en Aubervilliers y Pantin, donde todavía hay siete hectáreas de huertos”.

Cuatro hectáreas de parcelas familiares están siendo despojadas por los intereses de la industria cementera del país galo. Desde mayo están ocupando el lugar con sus cuerpos y su inteligencia colectiva, “por lo que se ha creado una JAD, es decir, Jardines para Defender”. Estas siglas hacen eco a otras Zonas A Defender como la ZAD de Notre-Dame-des-Landes en Bretaña, que invitó a finales de julio a las mujeres a reunirse entre ellas antes de la celebración anual de su encuentro intergaláctico.

“Compas Zapatistas, nos encontramos ante su presencia con un espejo de esperanza que refleja sus luchas y las nuestras. ¡Viva S'lumil K'ajxemk'op!”, declaró María.

Los jardineros parisinos afirman que no son los únicos defensores de los huertos urbanos en la región de París. Desde su creación, estos jardines se han distribuido entre las familias de la clase trabajadora, y desde entonces tienen una función alimentaria. Después de haber alimentado decenas de generaciones de parisinos desde hace muchos siglos, las tierras de la Plaine des Vertus han sido gradualmente absorbidas por una urbanización indecente y sin sentido.

Durante casi cien años, los Huerto Obreros (Jardins Ouvriers) de Aubervilliers han prolongado siglos de historia campesina de la horticultura en el departamento suburbano de Seine-Saint-Denis (93) donde se encuentran los barrios más pobres del país.

Actualmente, más de 10.000 m² de parcelas de jardines están amenazadas en Aubervilliers. Un megaproyecto inútil para los preparativos de los Juegos Olímpicos de 2024: Piscina de entrenamiento para nadadores profesionales, además de un solárium, con baño turco y sauna, lo cual amenaza con destruir gran parte de esta inmensa zona verde ubicada al pie del Fuerte d’Aubervilliers.

Esta fortificación defensiva fue construida en los años 1840 alrededor de París por Adolphe Thiers, un conservador monarquista quien luego fue el jefe de gobierno que reprimió de manera sangrienta a la Comuna de París en la primavera de 1871. Y quienes heredan hoy el espíritu de rebeldía de las mujeres communardes, que fueron asesinadas y encarceladas hace 150 años, tienen el rostro de jardineras insumisas que se volvieron defensoras tenaces de hortalizas, flores y árboles, al organizarse en el Colectivo de defensa de los jardines obreros de Aubervilliers (Collectif de défense des jardins ouvriers d’Aubervilliers). “Cultivar es resistir” (Jardiner c’est résister) indica una pintura sobre la pared de una cabaña de un huerto amenazado de destrucción total.

Los huertos obreros están preparándose también para resistir a un proyecto de complejo hotelero y a una nueva estación de transporte urbano. Los vecinos y las personas que se solidarizan con las causas de las mujeres y hombres « jardinières et jardiniers » han decidido resistir activamente construyendo cabañas para cultivar y pernoctar para vigilar y defender día y noche este oasis en medio de los edificios austeros y del tráfico capitalino. De acuerdo con una compañera fotógrafa que ocupa el sitio de la JAD, “esta semana es muy crítica para los jardines, la amenaza de expulsión es más palpable, desde un correo que envió un agente judicial para decir que nos teníamos que mover de ahí a partir de este fin de semana. Es por eso que convocamos a todos para movilizarse, a venir físicamente, con vuestros cuerpos defender esas tierras, donde hemos creado lindas cosas desde que ocupamos esos jardines.”

Ante riesgos severos de una expulsión violenta por parte de la fuerza policiaca, un jardinero llamado Hugo nos confiesa su tristeza ante una probable e inminente destrucción de sus verduras y árboles, como el gran ciruelo lleno de frutas rojinegras deliciosas que probaron los Medios Libres con deleite.

En medio de una angustia creciente, pero también de una alegre rebeldía y una digna rabia, esa semana se estrenaron documentales audiovisuales con sonidos e imágenes de eventos públicos recientes en los caracoles zapatistas, gracias a colectivas de cineastas autónomos e independientes. Las y los jadistas prolongaron hasta la medianoche ricos intercambios preparativos a la llegada de la Fuerza Aérea Zapatista que quizás sobrevolará la JAD y aterrizará en próximos días a 18 kilómetros más al noreste en el aeropuerto internacional de Roissy.


Fuente: Colaboración colectiva de Medios Libres, París.

El 15 de julio de 2021, María, una compañera franco-mexicana quien es profesora de español y defiende su huerto junto a su familia desde hace un año, dio la bienvenida al Escuadrón 421 con flores silvestres de los Jardins À Défendre (JAD) d’Aubervilliers, un municipio conurbado de París administrado ahora por un partido derechista, después de ser un bastión comunista durante más de medio siglo en el cinturón rojo (banlieue rouge), que rodea las orillas del nordeste de la capital francesa.

Estas flores simbolizan una invitación a tomar la palabra y a poner el cuerpo para defender un territorio insumiso ante las amenazas del inhumano capitalismo que estamos viviendo.

“Somos parte del pueblo que lucha para la defensa de las tierras de cultivo en las zonas urbanas en Aubervilliers y Pantin, donde todavía hay siete hectáreas de huertos”.

Cuatro hectáreas de parcelas familiares están siendo despojadas por los intereses de la industria cementera del país galo. Desde mayo están ocupando el lugar con sus cuerpos y su inteligencia colectiva, “por lo que se ha creado una JAD, es decir, Jardines para Defender”. Estas siglas hacen eco a otras Zonas A Defender como la ZAD de Notre-Dame-des-Landes en Bretaña, que invitó a finales de julio a las mujeres a reunirse entre ellas antes de la celebración anual de su encuentro intergaláctico.

“Compas Zapatistas, nos encontramos ante su presencia con un espejo de esperanza que refleja sus luchas y las nuestras. ¡Viva S'lumil K'ajxemk'op!”, declaró María.

Los jardineros parisinos afirman que no son los únicos defensores de los huertos urbanos en la región de París. Desde su creación, estos jardines se han distribuido entre las familias de la clase trabajadora, y desde entonces tienen una función alimentaria. Después de haber alimentado decenas de generaciones de parisinos desde hace muchos siglos, las tierras de la Plaine des Vertus han sido gradualmente absorbidas por una urbanización indecente y sin sentido.

Durante casi cien años, los Huerto Obreros (Jardins Ouvriers) de Aubervilliers han prolongado siglos de historia campesina de la horticultura en el departamento suburbano de Seine-Saint-Denis (93) donde se encuentran los barrios más pobres del país.

Actualmente, más de 10.000 m² de parcelas de jardines están amenazadas en Aubervilliers. Un megaproyecto inútil para los preparativos de los Juegos Olímpicos de 2024: Piscina de entrenamiento para nadadores profesionales, además de un solárium, con baño turco y sauna, lo cual amenaza con destruir gran parte de esta inmensa zona verde ubicada al pie del Fuerte d’Aubervilliers.

Esta fortificación defensiva fue construida en los años 1840 alrededor de París por Adolphe Thiers, un conservador monarquista quien luego fue el jefe de gobierno que reprimió de manera sangrienta a la Comuna de París en la primavera de 1871. Y quienes heredan hoy el espíritu de rebeldía de las mujeres communardes, que fueron asesinadas y encarceladas hace 150 años, tienen el rostro de jardineras insumisas que se volvieron defensoras tenaces de hortalizas, flores y árboles, al organizarse en el Colectivo de defensa de los jardines obreros de Aubervilliers (Collectif de défense des jardins ouvriers d’Aubervilliers). “Cultivar es resistir” (Jardiner c’est résister) indica una pintura sobre la pared de una cabaña de un huerto amenazado de destrucción total.

Los huertos obreros están preparándose también para resistir a un proyecto de complejo hotelero y a una nueva estación de transporte urbano. Los vecinos y las personas que se solidarizan con las causas de las mujeres y hombres « jardinières et jardiniers » han decidido resistir activamente construyendo cabañas para cultivar y pernoctar para vigilar y defender día y noche este oasis en medio de los edificios austeros y del tráfico capitalino. De acuerdo con una compañera fotógrafa que ocupa el sitio de la JAD, “esta semana es muy crítica para los jardines, la amenaza de expulsión es más palpable, desde un correo que envió un agente judicial para decir que nos teníamos que mover de ahí a partir de este fin de semana. Es por eso que convocamos a todos para movilizarse, a venir físicamente, con vuestros cuerpos defender esas tierras, donde hemos creado lindas cosas desde que ocupamos esos jardines.”

Ante riesgos severos de una expulsión violenta por parte de la fuerza policiaca, un jardinero llamado Hugo nos confiesa su tristeza ante una probable e inminente destrucción de sus verduras y árboles, como el gran ciruelo lleno de frutas rojinegras deliciosas que probaron los Medios Libres con deleite.

En medio de una angustia creciente, pero también de una alegre rebeldía y una digna rabia, esa semana se estrenaron documentales audiovisuales con sonidos e imágenes de eventos públicos recientes en los caracoles zapatistas, gracias a colectivas de cineastas autónomos e independientes. Las y los jadistas prolongaron hasta la medianoche ricos intercambios preparativos a la llegada de la Fuerza Aérea Zapatista que quizás sobrevolará la JAD y aterrizará en próximos días a 18 kilómetros más al noreste en el aeropuerto internacional de Roissy.


Fuente: Colaboración colectiva de Medios Libres, París.

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