¿Desaceleración o Recesión?

Voz de Empresarios

Jorge Mátar Vargas

  · martes 16 de julio de 2019

Jorge Mátar Vargas

Es importante contextualizar la diferencia que existe entre estas dos palabras, si no, corremos el riesgo de seguir naufragando en la ignorancia que nos hace daño y muchas veces, nos hace tomar decisiones equivocadas que impactan a nuestras empresas o peor aún, en la administración pública.

La desaceleración económica actual se debe en gran medida, a factores externos que son una realidad consumada, hoy, la venta de autos de combustión interna, va en disminución en el ámbito global, en contraste con la industria automotriz alterna, de autos híbridos y eléctricos, Además de ver como el acuerdo de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea no es posible realizarlo de forma adecuada y parece ser, en definitiva, que tendrá una salida muy dolorosa.

México y Morelos, no son inmunes a este mundo financiero global que está tan revuelto. Los inversionistas, nerviosos y asustados buscan refugio en países donde la estabilidad futura esté garantizada, así como que los gobiernos no tengan cambios tan abruptos de pensamiento o de dirección económica.

Y es aquí donde el país se encuentra ante disyuntivas que parece, no se verán reflejadas en certidumbre económica y, por tanto, en crecimiento. Las expectativas del mismo Banco de México han bajado el crecimiento económico para los siguientes años, dejándolo en el ámbito de entre el 1% y 1.5% de crecimiento anual. Los empleos van a la baja, es decir, cada vez hay menos puestos de trabajo disponibles y si a eso le sumamos todos los empleados del gobierno federal que han perdido su trabajo gracias a la austeridad republicana que está implementando el gobierno de la cuarta transformación, la iniciativa privada desafortunadamente no puede en estos momentos contratar a todos los despedidos, y eso conlleva a una contracción económica natural y preocupante.

El crecimiento del país este año estará por debajo del 1%, rondando este número. México para poder dar a sus habitantes una mejor vida, necesita forzosamente (y no sólo es desde este sexenio, sino desde los pasados) un crecimiento por lo menos del 3.5%. Lejos estamos de la meta, y en el mediano plazo no se avizora un cambio.

La recesión económica es la fase del ciclo económico en la que la actividad económica se reduce, disminuye el consumo y la inversión y aumenta el desempleo.

La estadística nos dice que estamos en una desaceleración “leve” a punto de entrar a una recesión, yo creo que debemos ser cautos y propositivos a la hora de reinvertir nuestras utilidades y capacidad instalada, reorientar nuestros objetivos hacia productos y servicios más rentables, promovamos el consumo interno, capacitemos a los emprendedores en temas fiscales y alentemos la inclusión al comercio formal para que de manera inmediata, elevemos la base tributaria, trabajemos en la deducibilidad y sobre todo, seamos conscientes de que una sociedad se fortalece en función de los valores de cada uno de sus integrantes, si queremos un mejor municipio o estado, debemos de empezar por nosotros mismos, atraer inversión nacional o extranjera es una tarea que aunque depende en mayor medida de los gobiernos estatales, los empresarios somos corresponsables de alguna forma, de poder gestionar proyectos productivos tangibles, rentables y generadores de estabilidad en el mediano y largo plazo,

¡Que así sea!

El crecimiento del país este año estará por debajo del 1%, rondando este número. México para poder dar a sus habitantes una mejor vida, necesita forzosamente (y no sólo es desde este sexenio, sino desde los pasados) un crecimiento por lo menos del 3.5%. Lejos estamos de la meta, y en el mediano plazo no se avizora un cambio.

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