/ miércoles 6 de julio de 2022

Desde la curul | Hacia el Parlamento Juvenil III: Consulta Infantil y Juvenil

La última semana de junio se presentaron los resultados relevantes de la Consulta Infantil y Juvenil 2020-2021 (INE) en nuestro estado. El primero de estos ejercicios se realizó en 1997 y desde entonces cada año se actualizan los datos convocando a niñas, niños y adolescentes a participar y expresar sus ideas relacionadas con su vida sobre diversos temas, en esta ocasión acerca del cuidado del planeta, el cuidado y bienestar y derechos humanos. La consulta se realizó en noviembre del año pasado y participaron 167 mil 687 personas de entre 3 y 17 años, lo que representó el 34.51% del total de personas de esas edades.

Hacia el Parlamento Juvenil, deseo destacar algunos de los datos ofrecidos específicamente del segmento de 14 a 17 años que se incluyen en la categoría de jóvenes que hemos venido comentando. No me equivoco al señalar que entusiasma particularmente la visión de esperanza y optimismo que tiene la mayoría.

Emociones:

El 77.55% se sintió protegido(a) durante la pandemia de COVID-19, frente al 8.69% que dijo que nunca. Existe una curiosa paradoja entre felicidad y aburrimiento: 75.78% se sintió siempre o casi siempre feliz durante esta enfermedad mientras que el 82.38% dijo sentirse siempre o casi siempre sentirse aburrido(a). La tristeza es otra de las emociones que afloraron significativamente durante la pandemia, por distintos motivos, en este caso, 49.21% dijeron sentirse tristes siempre o casi siempre, el resto nunca o algunas veces. Uno puede desprender y entender el movimiento de las emociones tan variante en momentos de crisis como el que hemos venido atravesando, sin embargo, es de destacar que nuestros adolescentes en gran medida tiene todavía un potencial significativo para atender los riesgos que afrontan, de ahí la enorme importancia de fortalecer los lazos familiares mediante el acercamiento y la comunicación, particularmente entre padres e hijos para acompañar sus angustias y sus sueños, frente a las innumerables amenazas que pueden destruir completamente sus vidas. El llamado a fortalecer la familia no es uno de menor importancia y blindarla para una vida libre y con sentido representa uno de los grandes retos para la recomposición social, sobre todo porque nuestros niñas, niños y adolescentes nos sobrevivirán, en la siguiente columna comentaré los otros temas no se la pierdan. Que tengan buena semana.

La última semana de junio se presentaron los resultados relevantes de la Consulta Infantil y Juvenil 2020-2021 (INE) en nuestro estado. El primero de estos ejercicios se realizó en 1997 y desde entonces cada año se actualizan los datos convocando a niñas, niños y adolescentes a participar y expresar sus ideas relacionadas con su vida sobre diversos temas, en esta ocasión acerca del cuidado del planeta, el cuidado y bienestar y derechos humanos. La consulta se realizó en noviembre del año pasado y participaron 167 mil 687 personas de entre 3 y 17 años, lo que representó el 34.51% del total de personas de esas edades.

Hacia el Parlamento Juvenil, deseo destacar algunos de los datos ofrecidos específicamente del segmento de 14 a 17 años que se incluyen en la categoría de jóvenes que hemos venido comentando. No me equivoco al señalar que entusiasma particularmente la visión de esperanza y optimismo que tiene la mayoría.

Emociones:

El 77.55% se sintió protegido(a) durante la pandemia de COVID-19, frente al 8.69% que dijo que nunca. Existe una curiosa paradoja entre felicidad y aburrimiento: 75.78% se sintió siempre o casi siempre feliz durante esta enfermedad mientras que el 82.38% dijo sentirse siempre o casi siempre sentirse aburrido(a). La tristeza es otra de las emociones que afloraron significativamente durante la pandemia, por distintos motivos, en este caso, 49.21% dijeron sentirse tristes siempre o casi siempre, el resto nunca o algunas veces. Uno puede desprender y entender el movimiento de las emociones tan variante en momentos de crisis como el que hemos venido atravesando, sin embargo, es de destacar que nuestros adolescentes en gran medida tiene todavía un potencial significativo para atender los riesgos que afrontan, de ahí la enorme importancia de fortalecer los lazos familiares mediante el acercamiento y la comunicación, particularmente entre padres e hijos para acompañar sus angustias y sus sueños, frente a las innumerables amenazas que pueden destruir completamente sus vidas. El llamado a fortalecer la familia no es uno de menor importancia y blindarla para una vida libre y con sentido representa uno de los grandes retos para la recomposición social, sobre todo porque nuestros niñas, niños y adolescentes nos sobrevivirán, en la siguiente columna comentaré los otros temas no se la pierdan. Que tengan buena semana.