/ domingo 19 de diciembre de 2021

Deterioro en seguridad, desconfianza ciudadana

Seguridad en crisis y deterioro en el diálogo y acuerdo político en Morelos son una combinación desafortunada, cuyos efectos son sentidos por los ciudadanos y mal retrato de la gestión que se hace en ambos temas. En los municipios más afectados por el delito, cualquier hecho de violencia implica la multiplicación de desconfianza y temor.

Medidas emergentes y con objetivos y metas precisas son necesarias en coordinación entre los gobiernos federal, estatal y municipal. Entre éstas, se solicitó ya mayor número de elementos de la Guardia Nacional, pero más allá de la oportunidad o tardanza de la petición, la vida diaria se empieza a ver obstaculizada con la disminución de la actividad comercial en el sur de la entidad y la suspensión de vacunación en Puente de Ixtla, entre otros casos, debido al ambiente delictivo.

Mayores recursos presupuestales para 2022 y su mejor uso son indispensables, aunque no sea la única solución. Para muchos gobiernos o legisladores, mayores recursos son el mantra, pero por igual, o aún más, se requiere un liderazgo que rearme las piezas en que se ha fraccionado buena parte de la entidad.

El debate sobre los recursos en el Congreso del Estado no ha contribuido a dar claridad sobre el plan de combate al delito para el siguiente año, y tampoco ha habido acuerdo entre las coordinaciones partidistas de oposición y las afines al gobierno.

Centrado en la suficiencia o no del incremento que se propone al presupuesto, frente a otros rubros de gobierno a los que se asigna mayor incremento porcentual, se genera una discusión ambigua y cruce de acusaciones entre partidos. Mil 480 millones de pesos para la Comisión Estatal de Seguridad Pública es la propuesta de asignación para el siguiente año, que implica un aumento del 10%.

Por un lado, la negativa a aumentar —y con ello modificar— el proyecto enviado por el Gobierno de Cuauhtémoc Blanco, y por otro la exigencia de dar mayores recursos, son parte del entramado.

Entre las claves que indican la descomposición en seguridad está el feminicidio, ocurrido en Cuernavaca, de Tania Mendoza, protagonista de película La Mera Reina del Sur. La semana pasada, mientras la actriz, a quien se relacionó con Arturo Beltrán Leyva, esperaba a su hijo que entrenaba futbol, dos hombres le dispararon desde una motocicleta. Y en Cuautla, un hombre fue asesinado afuera de la comandancia de la Policía Municipal.

El impacto de cada suceso hace una cadena de temor y desacredita los esfuerzos de las autoridades por vigilar y garantizar seguridad. Es hora entonces de una estrategia que ponga límite al delito.

Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres

Seguridad en crisis y deterioro en el diálogo y acuerdo político en Morelos son una combinación desafortunada, cuyos efectos son sentidos por los ciudadanos y mal retrato de la gestión que se hace en ambos temas. En los municipios más afectados por el delito, cualquier hecho de violencia implica la multiplicación de desconfianza y temor.

Medidas emergentes y con objetivos y metas precisas son necesarias en coordinación entre los gobiernos federal, estatal y municipal. Entre éstas, se solicitó ya mayor número de elementos de la Guardia Nacional, pero más allá de la oportunidad o tardanza de la petición, la vida diaria se empieza a ver obstaculizada con la disminución de la actividad comercial en el sur de la entidad y la suspensión de vacunación en Puente de Ixtla, entre otros casos, debido al ambiente delictivo.

Mayores recursos presupuestales para 2022 y su mejor uso son indispensables, aunque no sea la única solución. Para muchos gobiernos o legisladores, mayores recursos son el mantra, pero por igual, o aún más, se requiere un liderazgo que rearme las piezas en que se ha fraccionado buena parte de la entidad.

El debate sobre los recursos en el Congreso del Estado no ha contribuido a dar claridad sobre el plan de combate al delito para el siguiente año, y tampoco ha habido acuerdo entre las coordinaciones partidistas de oposición y las afines al gobierno.

Centrado en la suficiencia o no del incremento que se propone al presupuesto, frente a otros rubros de gobierno a los que se asigna mayor incremento porcentual, se genera una discusión ambigua y cruce de acusaciones entre partidos. Mil 480 millones de pesos para la Comisión Estatal de Seguridad Pública es la propuesta de asignación para el siguiente año, que implica un aumento del 10%.

Por un lado, la negativa a aumentar —y con ello modificar— el proyecto enviado por el Gobierno de Cuauhtémoc Blanco, y por otro la exigencia de dar mayores recursos, son parte del entramado.

Entre las claves que indican la descomposición en seguridad está el feminicidio, ocurrido en Cuernavaca, de Tania Mendoza, protagonista de película La Mera Reina del Sur. La semana pasada, mientras la actriz, a quien se relacionó con Arturo Beltrán Leyva, esperaba a su hijo que entrenaba futbol, dos hombres le dispararon desde una motocicleta. Y en Cuautla, un hombre fue asesinado afuera de la comandancia de la Policía Municipal.

El impacto de cada suceso hace una cadena de temor y desacredita los esfuerzos de las autoridades por vigilar y garantizar seguridad. Es hora entonces de una estrategia que ponga límite al delito.

Salvador Guerrero Chiprés

@guerrerochipres