/ sábado 19 de junio de 2021

¡Diputados electos: verdadera democracia!

La nueva iniciativa de Andrés Manuel para que la democracia mexicana sea una realidad, será una de las propuestas para que desaparezcan los 200 diputados plurinominales que no representan a persona alguna;

Que se han convertido en un lastre para la verdadera democracia; que no conocen sus distritos ni el país; que llegan por una vía legal que en el siglo XXI no se adapta a nuestra realidad política y social. Quedó atrás la época de Reyes Heroles, cuando argumentando, y con razón, que las minorías debían ser escuchadas en el Congreso, se inició un nuevo camino que en su momento fue trascendente e importante, para que las minorías estuvieran representadas en el Poder Legislativo; de ahí a haber convertido en un negocio ilícito para enriquecerse a costa del erario, hoy ha llegado a su fin. Andrés Manuel con la experiencia y los caminos que ha recorrido para llegar adonde está, sabe que quienes han sido plurinominales; que ahora pueden ser reelectos; que saltan de un partido a otro; que no tienen ideología ni convicción de servir; que habiendo sido viejos políticos sin iniciativas como no sea la de enriquecerse, nada les han aportado a los mexicanos.

Evidentemente el país es otro, han cambiado las circunstancias políticas, familiares, culturales, sociales e intelectuales; es otra dimensión; por ello deben gobernar quienes sean electos por los votantes, no por los intereses inconfesables. Trescientos diputados son más que suficientes para la verdadera democracia mexicana, que hoy reclama, y esto merece una mención especial, que México deje de ser el país más caro en elegir a sus gobernantes, porque subyace en el fondo lo que los mismos mexicanos hemos creado desde el pasado, la trampa, el fraude, el despojo, que han originado desconfianza, desconfianza en las personas, en las instituciones, porque es increíble pero es la realidad, que todo el aparato político mexicano, Instituto Nacional Electoral, Tribunal Federal Electoral, Poder Legislativo, Poder Ejecutivo, Poder Judicial, estén o sigan pegados a la ubre gubernamental, para ratificar que México es el país en el contexto internacional que tiene el sistema político más caro del mundo; 20 mil millones de pesos para repartirlo entre los que están en las instituciones; los que quieren entrar; los que ya se fueron; y a lo que usted distinguido lector se le ocurra deben acabarse.

La argumentación de que, si no se hace política con los recursos públicos del Estado, el peligro es que se introduzcan capitales negros a la política es una falacia; debemos apoyar la iniciativa de Andrés Manuel, que la política deje de ser la manera de enriquecimiento ilícito en México.

CONCLUSIÓN

Loas y fanfarrias merece Andrés Manuel. Nuevamente sorprende con su inclinación democrática. Apoyarlo es una necesidad; ni siquiera circunstancial a pesar de lo que hemos dicho, porque ya basta de enriquecer a políticos, a los que no lo son y desterrar del sistema nuestro la popular frase de Carlos Hank que decía: “un político pobre, es un pobre político.


Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com

La nueva iniciativa de Andrés Manuel para que la democracia mexicana sea una realidad, será una de las propuestas para que desaparezcan los 200 diputados plurinominales que no representan a persona alguna;

Que se han convertido en un lastre para la verdadera democracia; que no conocen sus distritos ni el país; que llegan por una vía legal que en el siglo XXI no se adapta a nuestra realidad política y social. Quedó atrás la época de Reyes Heroles, cuando argumentando, y con razón, que las minorías debían ser escuchadas en el Congreso, se inició un nuevo camino que en su momento fue trascendente e importante, para que las minorías estuvieran representadas en el Poder Legislativo; de ahí a haber convertido en un negocio ilícito para enriquecerse a costa del erario, hoy ha llegado a su fin. Andrés Manuel con la experiencia y los caminos que ha recorrido para llegar adonde está, sabe que quienes han sido plurinominales; que ahora pueden ser reelectos; que saltan de un partido a otro; que no tienen ideología ni convicción de servir; que habiendo sido viejos políticos sin iniciativas como no sea la de enriquecerse, nada les han aportado a los mexicanos.

Evidentemente el país es otro, han cambiado las circunstancias políticas, familiares, culturales, sociales e intelectuales; es otra dimensión; por ello deben gobernar quienes sean electos por los votantes, no por los intereses inconfesables. Trescientos diputados son más que suficientes para la verdadera democracia mexicana, que hoy reclama, y esto merece una mención especial, que México deje de ser el país más caro en elegir a sus gobernantes, porque subyace en el fondo lo que los mismos mexicanos hemos creado desde el pasado, la trampa, el fraude, el despojo, que han originado desconfianza, desconfianza en las personas, en las instituciones, porque es increíble pero es la realidad, que todo el aparato político mexicano, Instituto Nacional Electoral, Tribunal Federal Electoral, Poder Legislativo, Poder Ejecutivo, Poder Judicial, estén o sigan pegados a la ubre gubernamental, para ratificar que México es el país en el contexto internacional que tiene el sistema político más caro del mundo; 20 mil millones de pesos para repartirlo entre los que están en las instituciones; los que quieren entrar; los que ya se fueron; y a lo que usted distinguido lector se le ocurra deben acabarse.

La argumentación de que, si no se hace política con los recursos públicos del Estado, el peligro es que se introduzcan capitales negros a la política es una falacia; debemos apoyar la iniciativa de Andrés Manuel, que la política deje de ser la manera de enriquecimiento ilícito en México.

CONCLUSIÓN

Loas y fanfarrias merece Andrés Manuel. Nuevamente sorprende con su inclinación democrática. Apoyarlo es una necesidad; ni siquiera circunstancial a pesar de lo que hemos dicho, porque ya basta de enriquecer a políticos, a los que no lo son y desterrar del sistema nuestro la popular frase de Carlos Hank que decía: “un político pobre, es un pobre político.


Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com