Tal como si fuera la estrella del equipo, como en los mejores tiempos del "grandote de Cerro Azul", de Borgetti o de Peláez, el Fiscal General de Morelos, Uriel Carmona Gándara fue al Congreso para anotar al menos dos de cabeza y -otra vez- ganar de visitante.
Y lo planteo así, en términos futboleros, pues porque en el equipo de enfrente, el Cuauh ha venido usando el símil en varias de sus reflexiones y pues hay que mover el balón en el mismo terreno de juego.
La comparecencia semestral del Fiscalote de este viernes, más bien pareció un intetrescuadras en el que del lado del Legislativo no quedó muy bien claro si le jugaron en contra a Uriel o si hicieron equipo.
Es que las cifras, los cuestionamientos, las réplicas y contrarréplicas fueron de trámite como siempre; tal vez la explicación sea que del lado de la LV Legislatura, apenas llevan unas semanas jugando juntos, pero la verdad es que en esa alineación nomás salieron a hacer tiempo y tocar la bola.
Sin embargo parece que cumplieron la estrategia de ponerle al menos dos centros flotaditos a Carmona Gándara, que no dudó en rematarlos de cabeza y mandarlos ahí, donde las arañas hacen su nido.
El primero de ellos vino de parte del líder de Movimiento Ciudadano y plurinominal en el Congreso, Julio César Solis, que seguro en los entrenamientos de la semana no vio las entrevistas y declaraciones del Fiscal, porque cuál reportero de San Lázaro le repitió el cuestionamiento -en algo que se vio como "de a pechito"- y que Carmona Gándara no desaprovechó.
Cómo podemos confiar en un Fiscal que anda a salto de mata, le preguntó sobre el supuesto desafuero como para hacerse sentir duro, pero por buscar la pose no pudo ver sino lo tupido. Porque aquel aprovechó el momento para darles un baile, y con la boca llena usó a los ocho partidos representados en la Cámara, a los medios de comunicación presentes y a los que seguían la transmisión por las redes sociales, para rematar con la testa de forma certera con un "no me voy a esconder… y aquí me van a tener, hasta donde tope".
Cuando los novatos -por aquello de la recién estrenada Legislatura- apenas asimilaban la caída de su marco, una de las más experimentadas en el terreno de juego, la mandamás del PT, Tania Valentina Rodríguez alzó la mano y recibió el balón solo para centrarlo nuevamente hacia su propia área.
Tania le cuestionó sobre la denuncia por violación contra Zapotitla. Tenía que ser ella, pues protagonizó el famoso "no es legal, es moral" apenas la temporada pasada y porque el resultado de su interrogatorio es a ella, más que a cualquier otro de su equipo, a quien le reditúa en su capital político de defensa de los derechos de las mujeres.
Y pues nada, que se eleva y que mete un frentazo limpio: hace unos minutos se acaba de ejecutar la orden de aprehensión contra Zapotitla. No quiero decir que el estadio se quedó callado, porque ya estaba muy en silencio, pero el único ruido que se escuchó fue el del caminar de reporteros y fotógrafos que ya estaban alistando las publicaciones de sus redes personales y avisando a sus redacciones para entrar en vivo.
Y así terminó, sin más nada que destacar, 2-0, pero sin perjudicados, porque no veo una crítica concisa contra el desempeño de los diputados, que todavía están gozando de las mieles de sus partidos ganados en la pretemporada y al inicio de la liga, digo, de la Legislatura.