/ martes 5 de junio de 2018

Dos debates y un Cuauhtémoc…

Al final no habrá un debate, sino dos y con ello parece desvanecerse el riesgo terrible de que los electores morelenses tengan que decidir su voto sin haber visto a todos los candidatos a la gubernatura en un ejercicio de confrontación de ideas y propuestas. El Impepac anunció ayer que organizará, junto con los representantes de los ocho aspirantes, dos debates en los que se busca privilegiar la presentación de propuestas, el diálogo y evitar también la camorra y el denuesto.


Claro que del compromiso que se hace a la realidad de lo que ocurra el domingo 10 y luego el jueves 21 puede haber mucho trecho. Primero porque los ocho candidatos saben de la enorme ventaja que les lleva Cuauhtémoc Blanco Bravo en todas las encuestas y que los debates constituyen oportunidades magníficas para rascarle unos puntitos de ventaja. Segundo porque, dado que Blanco Bravo ha hecho su tarea y se ha preparado un poco más en el discurso, su participación en el debate puede no ser catastrófica, como alegan sus adversarios, y a final de cuentas quede expuesto a toda serie de acusaciones, reales o imaginarias, pero siempre magnificadas, de sus adversarios. A final de cuentas, en la lógica de cualquier campaña se trata de disminuir al adversario, se trata de una ecuación de suma cero.


Cuauhtémoc Blanco ya se comprometió a ir, por lo menos, al debate del 10 de junio, que versará sobre los temas de seguridad y desarrollo económico; el primero es buena cancha para Cuauhtémoc quien pudo sortear los problemas de inseguridad en el municipio culpando a la incapacidad del Mando Único de la escalada violenta en Cuernavaca. Si pudo librar casi tres años con el mismo discurso, podría no tener problemas en el debate, incluso debiera tener ya una propuesta de tratamiento a la inseguridad en todo el estado. El segundo puede complicarse en tanto los temas de desarrollo económico no son el fuerte de su administración municipal, pero tampoco de la coalición que lo abandera.


El resto de los candidatos han debatido ya entre ellos, se han dicho cosas, han presentado propuestas y francamente, no parecen hacerse más daño de lo que sus negativos anteriores les han provocado. Habrá que reconocer que ninguno de los ejercicios anteriores, pese a los esfuerzos de sus organizadores, ha alcanzado niveles de audiencia siquiera considerables, lo que probablemente explique la poca influencia que han tenido los debates en el ánimo de los electores. Se supone que el organizado por el Impepac y difundido por el Instituto Morelense de Radio y Televisión, deberá superar la marca, en tanto sus niveles de audiencia pueden ser muy superiores, no tanto como las fotos de Fey, pero sí como la mitad.


Y uno no podrá evitar la comparación entre el debate local con los presidenciales, ¿quién sacará letreritos? ¿quién cuidará su cartera? ¿cuál de ellos inventará apodos? ¿quién dirá una barbaridad? Pero no podríamos esperar mucho, no se trata de actores similares, ni de audiencias iguales, además de que a pintorescos parece que nadie les ganará a los candidatos a la presidencia. Los aspirantes al gobierno del estado parecen limitados hasta en eso.


Por lo pronto, nos quedamos con la promesa, no es un ejercicio preparado para que alguien luzca, ni es una trampa para ninguno de los aspirantes. Si a ello le sumamos que los candidatos vayan a proponer y a contrastar propuestas de gobierno, el ejercicio puede ser agotador. Si nomás se trata de ganar rating, a lo mejor convienen más las fotos aquellas.


Twitter: @martinellito

Correo electrónico: dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Al final no habrá un debate, sino dos y con ello parece desvanecerse el riesgo terrible de que los electores morelenses tengan que decidir su voto sin haber visto a todos los candidatos a la gubernatura en un ejercicio de confrontación de ideas y propuestas. El Impepac anunció ayer que organizará, junto con los representantes de los ocho aspirantes, dos debates en los que se busca privilegiar la presentación de propuestas, el diálogo y evitar también la camorra y el denuesto.


Claro que del compromiso que se hace a la realidad de lo que ocurra el domingo 10 y luego el jueves 21 puede haber mucho trecho. Primero porque los ocho candidatos saben de la enorme ventaja que les lleva Cuauhtémoc Blanco Bravo en todas las encuestas y que los debates constituyen oportunidades magníficas para rascarle unos puntitos de ventaja. Segundo porque, dado que Blanco Bravo ha hecho su tarea y se ha preparado un poco más en el discurso, su participación en el debate puede no ser catastrófica, como alegan sus adversarios, y a final de cuentas quede expuesto a toda serie de acusaciones, reales o imaginarias, pero siempre magnificadas, de sus adversarios. A final de cuentas, en la lógica de cualquier campaña se trata de disminuir al adversario, se trata de una ecuación de suma cero.


Cuauhtémoc Blanco ya se comprometió a ir, por lo menos, al debate del 10 de junio, que versará sobre los temas de seguridad y desarrollo económico; el primero es buena cancha para Cuauhtémoc quien pudo sortear los problemas de inseguridad en el municipio culpando a la incapacidad del Mando Único de la escalada violenta en Cuernavaca. Si pudo librar casi tres años con el mismo discurso, podría no tener problemas en el debate, incluso debiera tener ya una propuesta de tratamiento a la inseguridad en todo el estado. El segundo puede complicarse en tanto los temas de desarrollo económico no son el fuerte de su administración municipal, pero tampoco de la coalición que lo abandera.


El resto de los candidatos han debatido ya entre ellos, se han dicho cosas, han presentado propuestas y francamente, no parecen hacerse más daño de lo que sus negativos anteriores les han provocado. Habrá que reconocer que ninguno de los ejercicios anteriores, pese a los esfuerzos de sus organizadores, ha alcanzado niveles de audiencia siquiera considerables, lo que probablemente explique la poca influencia que han tenido los debates en el ánimo de los electores. Se supone que el organizado por el Impepac y difundido por el Instituto Morelense de Radio y Televisión, deberá superar la marca, en tanto sus niveles de audiencia pueden ser muy superiores, no tanto como las fotos de Fey, pero sí como la mitad.


Y uno no podrá evitar la comparación entre el debate local con los presidenciales, ¿quién sacará letreritos? ¿quién cuidará su cartera? ¿cuál de ellos inventará apodos? ¿quién dirá una barbaridad? Pero no podríamos esperar mucho, no se trata de actores similares, ni de audiencias iguales, además de que a pintorescos parece que nadie les ganará a los candidatos a la presidencia. Los aspirantes al gobierno del estado parecen limitados hasta en eso.


Por lo pronto, nos quedamos con la promesa, no es un ejercicio preparado para que alguien luzca, ni es una trampa para ninguno de los aspirantes. Si a ello le sumamos que los candidatos vayan a proponer y a contrastar propuestas de gobierno, el ejercicio puede ser agotador. Si nomás se trata de ganar rating, a lo mejor convienen más las fotos aquellas.


Twitter: @martinellito

Correo electrónico: dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

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