/ martes 29 de mayo de 2018

El Bronco, el AMLO y el Bravo

Las campañas políticas están entrando a su recta final. Y con ello, se agudizarán los ataques, la guerra sucia y cualquier estratagema que haga perder puntos a los adversarios. Sacar los trapos al sol, revelaciones escandalosas y algún tópico personal o familiar no se descartan cuando se trata de vencer en los comicios. Pero lo que no se vale es trasladar frustraciones, filias o fobias a los que menos culpa tenemos: los reporteros que simplemente registramos los hechos y damos cuenta de ello en los medios masivos de comunicación.


La cobertura noticiosa es de suyo complicada por diversas circunstancias, y más aún cuando tenemos que lidiar con personas intolerantes que no tienen los alcances para darse cuenta de la fuerza de sus palabras o actitudes. Caro le ha salido, por ejemplo, la ocurrencia de mochar manos, a El Bronco, candidato independiente a la presidencia. En los días subsiguientes a su “propuesta”, el crimen organizado tomó el modelo (ya lo había hecho con dedos de secuestrados o cabezas de rivales) para darle fuerza al argumento de Jaime Rodríguez: cortaron la mano al ex rector de la Universidad de Chontalpa, Tabasco, Ramón Figueroa Cantoral. Grave.


Por eso no debe minimizarse lo ocurrido entre el candidato a la Gubernatura de la coalición Juntos Haremos Historia Morena-PES-PT, Cuauhtémoc Blanco y reporteros del Instituto Morelense de Radio y Televisión (IMRyT) un medio público que se ha consolidado con reconocimientos a nivel estatal, nacional e internacional por sus contenidos. Hicimos público el rechazo y condena a la agresión verbal que enfrentaron compañeros del equipo del noticiero Visión Informativa, (reportera y el camarógrafo) y el riesgo a su integridad física y herramientas de trabajo.


Estamos conscientes de los riesgos que se corren en la labor periodística cotidiana; sin embargo, no estamos dispuestos a que esto se convierta en un tema recurrente o “normal”, por lo que en lo individual, los compañeros agredidos e intimidados directamente por Cuauhtémoc Blanco, en pleno uso de sus derechos, acudieron a la Fiscalía General a presentar una denuncia de hechos, y se proceda en consecuencia. El número de la denuncia es SC01/5187/2018.


Al IMRyT de ninguna manera se le puede señalar como un medio de comunicación oficialista. No somos ni “orejas” ni espías. Esto consta en la cobertura plural y objetiva de todo el proceso electoral y las campañas de todos los candidatos al Gobierno del Estado, y otros cargos de elección popular tanto en notas informativas, como en entrevistas y programas especiales realizados en estudio. Mismo trato (con evidencias) que se ha dado a Cuauhtémoc Blanco, a quien le reiteramos un llamado respetuoso, pero firme (y a candidatos y dirigentes) a abstenerse de incitar cualquier tipo de violencia política y hacia el gremio periodístico.


Demandamos a Blanco las garantías mínimo necesarias para que nuestros compañeros puedan continuar realizando su labor, sin el riesgo de verse amenazados por el ejercicio de su profesión, pues ya son varios los casos similares en Morelos. Y en el país, otra periodista. Alicia Díaz fue asesinada en Monterrey Nuevo León, el pasado fin de semana.


No sé si habrá eco, pues “su líder”, Andrés Manuel López Obrador, célebre por alguna vez mandar al diablo a las instituciones, ni pio dijo cuando estuvo en Morelos para apuntalar su estrategia: aprovechar la popularidad del futbolista para su beneficio electoral, y viceversa. Una vez más, el tabasqueño se encontró con expresiones y pintas como “AMLO si, Cuau no”, lo que evidencia el rompimiento entre el partido del Sr. López y el grupo que controla al alcalde con licencia de Cuernavaca.

El anuncio del PSD (los hermanos Yáñez) que trajeron y colocaron al Temo en el ex hotel Papagayo, de que habrían sumado a su causa cuantiosos liderazgos del Partido Encuentro Social, también muestra las fracturas del Team Cuau, que por lo pronto deja a su coalición sin candidato a la alcaldía capitalina, por su afán de imponer al ex árbitro Gilberto Alcalá y por encima de los deseos e intereses de sus “aliados” de colocar al “Choche” Gómez Borbolla.


El segundo apellido de Cuauhtémoc Blanco es Bravo. Y supongo que esa bravura la ayudó en su carrera profesional como futbolista, aunque también era conocido por sus arranques, sus recurrentes faltas, indisciplina, así como golpes y ataques a sus rivales en el campo (que nada tenían que ver con el juego limpio o fair play) a comentaristas deportivos como David Faitelson y a alguna que otra de sus compañeras sentimentales, según la prensa del corazón. Quizás piensa que por ser del “barrio bravo de Tepito” todo se vale. Hasta injuriar, ofender y agredir a quienes no lo idolatran o a quienes cuestionan su ignorancia e incapacidad para gobernar, hilar dos conceptos o esbozar algún proyecto que sus asesores. le hubieran pedido que memorizara.


Pero que no se confunda: en la cancha política, verde es su trayectoria y no su camiseta.


Si el destino nos alcanza este 1 de julio, y las encuestas coinciden con los resultados electorales, tristemente podremos recurrir a la frase atribuida a Gandhi, pero que en realidad es de la autoría del escritor y periodista brasileño Aparicio Fernando de Brinkerhoff, quien que con su sarcástico estilo dijo “Si hay un idiota en el poder, es porque quienes lo eligieron están bien representados”.


Hasta la próxima entrega, donde podrán seguir leyendo lo que hay en mi mente.


Comentarios: cfelix7@hotmail.com

Twitter: @CarlosFelix1

Las campañas políticas están entrando a su recta final. Y con ello, se agudizarán los ataques, la guerra sucia y cualquier estratagema que haga perder puntos a los adversarios. Sacar los trapos al sol, revelaciones escandalosas y algún tópico personal o familiar no se descartan cuando se trata de vencer en los comicios. Pero lo que no se vale es trasladar frustraciones, filias o fobias a los que menos culpa tenemos: los reporteros que simplemente registramos los hechos y damos cuenta de ello en los medios masivos de comunicación.


La cobertura noticiosa es de suyo complicada por diversas circunstancias, y más aún cuando tenemos que lidiar con personas intolerantes que no tienen los alcances para darse cuenta de la fuerza de sus palabras o actitudes. Caro le ha salido, por ejemplo, la ocurrencia de mochar manos, a El Bronco, candidato independiente a la presidencia. En los días subsiguientes a su “propuesta”, el crimen organizado tomó el modelo (ya lo había hecho con dedos de secuestrados o cabezas de rivales) para darle fuerza al argumento de Jaime Rodríguez: cortaron la mano al ex rector de la Universidad de Chontalpa, Tabasco, Ramón Figueroa Cantoral. Grave.


Por eso no debe minimizarse lo ocurrido entre el candidato a la Gubernatura de la coalición Juntos Haremos Historia Morena-PES-PT, Cuauhtémoc Blanco y reporteros del Instituto Morelense de Radio y Televisión (IMRyT) un medio público que se ha consolidado con reconocimientos a nivel estatal, nacional e internacional por sus contenidos. Hicimos público el rechazo y condena a la agresión verbal que enfrentaron compañeros del equipo del noticiero Visión Informativa, (reportera y el camarógrafo) y el riesgo a su integridad física y herramientas de trabajo.


Estamos conscientes de los riesgos que se corren en la labor periodística cotidiana; sin embargo, no estamos dispuestos a que esto se convierta en un tema recurrente o “normal”, por lo que en lo individual, los compañeros agredidos e intimidados directamente por Cuauhtémoc Blanco, en pleno uso de sus derechos, acudieron a la Fiscalía General a presentar una denuncia de hechos, y se proceda en consecuencia. El número de la denuncia es SC01/5187/2018.


Al IMRyT de ninguna manera se le puede señalar como un medio de comunicación oficialista. No somos ni “orejas” ni espías. Esto consta en la cobertura plural y objetiva de todo el proceso electoral y las campañas de todos los candidatos al Gobierno del Estado, y otros cargos de elección popular tanto en notas informativas, como en entrevistas y programas especiales realizados en estudio. Mismo trato (con evidencias) que se ha dado a Cuauhtémoc Blanco, a quien le reiteramos un llamado respetuoso, pero firme (y a candidatos y dirigentes) a abstenerse de incitar cualquier tipo de violencia política y hacia el gremio periodístico.


Demandamos a Blanco las garantías mínimo necesarias para que nuestros compañeros puedan continuar realizando su labor, sin el riesgo de verse amenazados por el ejercicio de su profesión, pues ya son varios los casos similares en Morelos. Y en el país, otra periodista. Alicia Díaz fue asesinada en Monterrey Nuevo León, el pasado fin de semana.


No sé si habrá eco, pues “su líder”, Andrés Manuel López Obrador, célebre por alguna vez mandar al diablo a las instituciones, ni pio dijo cuando estuvo en Morelos para apuntalar su estrategia: aprovechar la popularidad del futbolista para su beneficio electoral, y viceversa. Una vez más, el tabasqueño se encontró con expresiones y pintas como “AMLO si, Cuau no”, lo que evidencia el rompimiento entre el partido del Sr. López y el grupo que controla al alcalde con licencia de Cuernavaca.

El anuncio del PSD (los hermanos Yáñez) que trajeron y colocaron al Temo en el ex hotel Papagayo, de que habrían sumado a su causa cuantiosos liderazgos del Partido Encuentro Social, también muestra las fracturas del Team Cuau, que por lo pronto deja a su coalición sin candidato a la alcaldía capitalina, por su afán de imponer al ex árbitro Gilberto Alcalá y por encima de los deseos e intereses de sus “aliados” de colocar al “Choche” Gómez Borbolla.


El segundo apellido de Cuauhtémoc Blanco es Bravo. Y supongo que esa bravura la ayudó en su carrera profesional como futbolista, aunque también era conocido por sus arranques, sus recurrentes faltas, indisciplina, así como golpes y ataques a sus rivales en el campo (que nada tenían que ver con el juego limpio o fair play) a comentaristas deportivos como David Faitelson y a alguna que otra de sus compañeras sentimentales, según la prensa del corazón. Quizás piensa que por ser del “barrio bravo de Tepito” todo se vale. Hasta injuriar, ofender y agredir a quienes no lo idolatran o a quienes cuestionan su ignorancia e incapacidad para gobernar, hilar dos conceptos o esbozar algún proyecto que sus asesores. le hubieran pedido que memorizara.


Pero que no se confunda: en la cancha política, verde es su trayectoria y no su camiseta.


Si el destino nos alcanza este 1 de julio, y las encuestas coinciden con los resultados electorales, tristemente podremos recurrir a la frase atribuida a Gandhi, pero que en realidad es de la autoría del escritor y periodista brasileño Aparicio Fernando de Brinkerhoff, quien que con su sarcástico estilo dijo “Si hay un idiota en el poder, es porque quienes lo eligieron están bien representados”.


Hasta la próxima entrega, donde podrán seguir leyendo lo que hay en mi mente.


Comentarios: cfelix7@hotmail.com

Twitter: @CarlosFelix1

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