/ martes 26 de mayo de 2020

El difícil retorno...

Aunque no tan oficial como uno habría querido, el anuncio del gobernador sobre la continuación del aislamiento social durante unas semanas posteriores al inicio de junio ofrece por lo menos algo bueno. Cuauhtémoc Blanco se refirió al padecimiento y ofreció algo cercano a fechas para recuperar las actividades. Habló de varias semanas después del principio de junio dadas las condiciones del estado que aún reporta alto índice de contagios y ha sido incapaz de reducir la movilidad a niveles que signifiquen un mayor impacto en el índice de propagación de la enfermedad.

Fiel al estilo de comunicación fragmentada impuesto por un gobierno aparentemente peleado con la claridad, hay que embonar varias declaraciones para tener un panorama más o menos cercano a lo que se espera ocurra las siguientes semanas. Primero, la semana que corre seguirá el confinamiento sin cambios; el 1 de junio retomarán actividades la empresa armadora de vehículos Nissan y empresas mineras y del sector de la construcción que cumplan con lineamientos de la Secretaría de Salud, más por una instrucción federal que por concesiones locales, en esa misma fecha y durante dos semanas, las autoridades de salud del gobierno estatal evaluarán las condiciones y, en su caso, iniciarán el diseño de un programa para el retorno a las actividades ya con fechas de inicio.

El fin del confinamiento pasará por las normas que dicta el gobierno federal y que incluyen desde aspectos de seguridad en las instalaciones de trabajo y estudio, hasta los de higiene laboral y personal (llama la atención, por ejemplo, la recomendación incluida en los Lineamientos Técnicos de Seguridad Sanitaria en el Entorno Laboral, de no usar joyería, corbatas, barbas ni bigote porque pueden ser reservorios del virus). Si el detalle es completud habría que revisarlo a los ojos de especialistas, pero el programa de regreso no es simple y en muchos casos requerirá de que los empresarios de todas tallas inviertan en el resideño de los espacios de trabajo, a fin de garantizar la distancia, la higiene constante y permanente, y otras medidas de protección para los trabajadores.

El programa de recuperación de actividades deberá contener una estrategia de reordenamiento del transporte público que garantice el distanciamiento de los usuarios, un apartado para la apertura de restaurantes, plazas y otros centros de reunión (algunos países han permitido a las plazas comerciales abrir sus puertas siempre que eviten que la gente se siente y se acerque demasiado entre sí), y sobre todo, los mecanismos de vigilancia y denuncia suficientes para lograr el acatamiento de las medidas.

Surge entonces la duda de si la fuerza de la autoridad y la responsabilidad ciudadana bastan para implementar y supervisar las medidas sin que surja un rebrote del padecimiento. Esto porque hasta el momento, incluso con alarmantes tasas de contagio y letalidad del virus, la civilidad y los actos de autoridad han sido insuficientes para reducir la movilidad en el estado y, con lo complicado que eso era, hay que reconocerlo como la parte sencilla del control epidemiológico.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Aunque no tan oficial como uno habría querido, el anuncio del gobernador sobre la continuación del aislamiento social durante unas semanas posteriores al inicio de junio ofrece por lo menos algo bueno. Cuauhtémoc Blanco se refirió al padecimiento y ofreció algo cercano a fechas para recuperar las actividades. Habló de varias semanas después del principio de junio dadas las condiciones del estado que aún reporta alto índice de contagios y ha sido incapaz de reducir la movilidad a niveles que signifiquen un mayor impacto en el índice de propagación de la enfermedad.

Fiel al estilo de comunicación fragmentada impuesto por un gobierno aparentemente peleado con la claridad, hay que embonar varias declaraciones para tener un panorama más o menos cercano a lo que se espera ocurra las siguientes semanas. Primero, la semana que corre seguirá el confinamiento sin cambios; el 1 de junio retomarán actividades la empresa armadora de vehículos Nissan y empresas mineras y del sector de la construcción que cumplan con lineamientos de la Secretaría de Salud, más por una instrucción federal que por concesiones locales, en esa misma fecha y durante dos semanas, las autoridades de salud del gobierno estatal evaluarán las condiciones y, en su caso, iniciarán el diseño de un programa para el retorno a las actividades ya con fechas de inicio.

El fin del confinamiento pasará por las normas que dicta el gobierno federal y que incluyen desde aspectos de seguridad en las instalaciones de trabajo y estudio, hasta los de higiene laboral y personal (llama la atención, por ejemplo, la recomendación incluida en los Lineamientos Técnicos de Seguridad Sanitaria en el Entorno Laboral, de no usar joyería, corbatas, barbas ni bigote porque pueden ser reservorios del virus). Si el detalle es completud habría que revisarlo a los ojos de especialistas, pero el programa de regreso no es simple y en muchos casos requerirá de que los empresarios de todas tallas inviertan en el resideño de los espacios de trabajo, a fin de garantizar la distancia, la higiene constante y permanente, y otras medidas de protección para los trabajadores.

El programa de recuperación de actividades deberá contener una estrategia de reordenamiento del transporte público que garantice el distanciamiento de los usuarios, un apartado para la apertura de restaurantes, plazas y otros centros de reunión (algunos países han permitido a las plazas comerciales abrir sus puertas siempre que eviten que la gente se siente y se acerque demasiado entre sí), y sobre todo, los mecanismos de vigilancia y denuncia suficientes para lograr el acatamiento de las medidas.

Surge entonces la duda de si la fuerza de la autoridad y la responsabilidad ciudadana bastan para implementar y supervisar las medidas sin que surja un rebrote del padecimiento. Esto porque hasta el momento, incluso con alarmantes tasas de contagio y letalidad del virus, la civilidad y los actos de autoridad han sido insuficientes para reducir la movilidad en el estado y, con lo complicado que eso era, hay que reconocerlo como la parte sencilla del control epidemiológico.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx