/ miércoles 3 de abril de 2019

El Dios Rating

“Tanto tienes, tanto vales”, reza el refrán popular. Y pareciera cierto, pues hoy, como en aquel capítulo de culto de la serie futurista “Black Mirror” (hoy viral por la muerte de Armando Vega Gil, de “Botellita de Jerez”), mientras más “likes”, mejor persona eres, más aceptado y reconocido. La fama y dinero de los “Youtubers” e “Influencers” se basa en cuánta gente los sigue, los ve y cómo monetizan esa fama y vigencia, con productos, recetas u ocurrencias. Sin ir más lejos, los “Lords” y “Ladys” de las redes sociales representan un fenómeno de cómo la notoriedad vende. Si no, pregúntenle a Rubí, la de la fiesta de XV años.Grupos, foros y portales como “Me too” han evidenciado los horrores del acoso y el abuso laboral y sexual y “Change.org” ha sido herramienta para sumar voluntades a favor o en contra de las más diversas causas.

En política, hemos visto como las decisiones, candidaturas y programas sociales se basan en encuestas (patito, gansito o de a devis) pues la opinión pública (engañada, seducida o manipulada) pesa y se manifiesta a la hora de avalar una oferta personal, una manufactura mercadológica o un concepto. ¿Qué son las elecciones, sino una encuesta de nuestras preferencias? Votamos, optamos y elegimos lo que nos parece mejor o lo menos peor. Ya en el poder, los gobernantes son también medidos, no con la misma vara, pero si con los comicios intermedios, el referéndum, los juicios políticos o el fantasma de la revocación de mandato. Hoy vemos como están evaluados los gobernantes, y lamentablemente Morelos se va en blanco, en los últimos lugares de aceptación política. Pero también hay espectáculos patéticos de comunicadores que se inventan atentados o persecuciones para vender. O medios que se venden para acceder a los convenios gubernamentales, que representan su sobrevivencia. Allá cada quién.

De cuando en cuando, las mediciones de casas especializadas (Mitofsky, Parametría) dominan el campo de estudios de mercado a través de tablas de actitudes, valores y características de diversos estratos poblacionales, mientras que el INEGI y los censos económicos son también levantamientos para la toma de decisiones. En suma, todo se mide, se evalúa y si estás bien posicionado, cuanto que mejor. Caso contrario, la inercia te arrastra, pues como en el Caso Colosio, a 25 años del magnicidio de Luis Donaldo, el juicio de la historia y el pueblo ya sentenciaron a Salinas y la Nomenklatura del PRI. Así funcionan los bonos, sumados ahora al número de seguidores en Twitter o Instagram.

En otra arena, la del cuarto poder, el tema del rating siempre ha estado presente en los mass media, pues es uno de los principales factores y argumentos de venta de publicidad y espacios en los medios electrónicos. Mientras más te oyen, ven o leen, mejor vendes spots, entrevistas, controles remotos o patrocinios. Pero hoy muy especialmente, cuando se trata de acceder a los cada vez más escasos recursos destinados a publicidad oficial. De ahí el exabrupto de Grupo Radio Centro, que luego de la publicación de la lista de los líderes de audiencia en el Valle de México (curiosamente, por Federico Arreola, director de SDP Noticias, quien durante cuatro años ha publicado los ratings de los noticiarios radiofónicos) continúa dando bandazos.

Primero fue la vergüenza en la subasta por frecuencias de televisión que no pudo pagar; luego el despido masivo de personal, por crisis económica; después, la salida de Carlos Loret de Mola (incómodo y crítico de AMLO) para darle un espacio a Carmen Aristegui (favorita de la 4T) y Julio Hernández de La Jornada y su “Astillero “ en radio y luego, el intento de sobornar radioescuchas para subir su rating y recientemente, el ridículo de descalificar el sondeo de Investigación de Mercados (INRA) empresa conformada por capital 100% mexicano y que realiza desde hace 65 años, investigación de mercados en la República Mexicana, siendo la empresa líder del país en medición de audiencias y ratings para la Radio y Televisión.

Su metodología está respaldada por la Dirección General de Estadística de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). INRA trabaja con un 99 por ciento de confianza y con un 1 por ciento de margen de error

Pese a ello, el desbarre de los Aguirre continuó luego de la publicación del Reporte de las Audiencias en Hogares, Centros de Reunión y fuera del hogar, y en Autos de INRA: al aire, el dueño de Grupo Radio Centro (GRC) le dijo a Carmen “por ti perdimos millones de pesos”, todo lo contrario al gran negocio que hizo MVS al vetar a la periodista y hacerle el juego a Peña Nieto para castigar a quien descubrió “la casa blanca”. Los Vargas obtuvieron entre frecuencias, concesiones y contratos, algo así como 6 mil millones de pesos.

Nada mal por la cabeza de Aristegui, quien se ha vuelto moneda de cambio, cada vez más devaluada, pues luego de sus valientes reportajes, desde el pasado 1 de diciembre, ya no encuentra nada mal en la cúpula del poder en México. Hoy es Grupo Fórmula quien domina las audiencias con Ciro Gómez Leyva (a quien podemos oír en el 106.9FM a las 8:00 am en Morelos) López Dóriga, Denise Maerker, Pepe Cárdenas, entre otros.

En una inolvidable entrevista que le realicé a Jacobo Zabludovsky, en algún momento, el incuestionable líder de opinión de México por cerca de tres décadas, me dijo que estaba de acuerdo con Salvador Novo, quien alguna vez sostuvo que el radio escucha es un ciego voluntario. Jacobo fue más allá y afirmó, “Carlos, creerle a un medio o a un periodista de nuestra preferencia, leerlo, verlo o escucharlo de manera cotidiana, es un acto de Fe”.

Hasta la próxima entrega, donde podrán seguir leyendo lo que hay en mi mente.

Comentarios: cfelix7@hotmail.com

Twitter: @CarlosFelix1

“Tanto tienes, tanto vales”, reza el refrán popular. Y pareciera cierto, pues hoy, como en aquel capítulo de culto de la serie futurista “Black Mirror” (hoy viral por la muerte de Armando Vega Gil, de “Botellita de Jerez”), mientras más “likes”, mejor persona eres, más aceptado y reconocido. La fama y dinero de los “Youtubers” e “Influencers” se basa en cuánta gente los sigue, los ve y cómo monetizan esa fama y vigencia, con productos, recetas u ocurrencias. Sin ir más lejos, los “Lords” y “Ladys” de las redes sociales representan un fenómeno de cómo la notoriedad vende. Si no, pregúntenle a Rubí, la de la fiesta de XV años.Grupos, foros y portales como “Me too” han evidenciado los horrores del acoso y el abuso laboral y sexual y “Change.org” ha sido herramienta para sumar voluntades a favor o en contra de las más diversas causas.

En política, hemos visto como las decisiones, candidaturas y programas sociales se basan en encuestas (patito, gansito o de a devis) pues la opinión pública (engañada, seducida o manipulada) pesa y se manifiesta a la hora de avalar una oferta personal, una manufactura mercadológica o un concepto. ¿Qué son las elecciones, sino una encuesta de nuestras preferencias? Votamos, optamos y elegimos lo que nos parece mejor o lo menos peor. Ya en el poder, los gobernantes son también medidos, no con la misma vara, pero si con los comicios intermedios, el referéndum, los juicios políticos o el fantasma de la revocación de mandato. Hoy vemos como están evaluados los gobernantes, y lamentablemente Morelos se va en blanco, en los últimos lugares de aceptación política. Pero también hay espectáculos patéticos de comunicadores que se inventan atentados o persecuciones para vender. O medios que se venden para acceder a los convenios gubernamentales, que representan su sobrevivencia. Allá cada quién.

De cuando en cuando, las mediciones de casas especializadas (Mitofsky, Parametría) dominan el campo de estudios de mercado a través de tablas de actitudes, valores y características de diversos estratos poblacionales, mientras que el INEGI y los censos económicos son también levantamientos para la toma de decisiones. En suma, todo se mide, se evalúa y si estás bien posicionado, cuanto que mejor. Caso contrario, la inercia te arrastra, pues como en el Caso Colosio, a 25 años del magnicidio de Luis Donaldo, el juicio de la historia y el pueblo ya sentenciaron a Salinas y la Nomenklatura del PRI. Así funcionan los bonos, sumados ahora al número de seguidores en Twitter o Instagram.

En otra arena, la del cuarto poder, el tema del rating siempre ha estado presente en los mass media, pues es uno de los principales factores y argumentos de venta de publicidad y espacios en los medios electrónicos. Mientras más te oyen, ven o leen, mejor vendes spots, entrevistas, controles remotos o patrocinios. Pero hoy muy especialmente, cuando se trata de acceder a los cada vez más escasos recursos destinados a publicidad oficial. De ahí el exabrupto de Grupo Radio Centro, que luego de la publicación de la lista de los líderes de audiencia en el Valle de México (curiosamente, por Federico Arreola, director de SDP Noticias, quien durante cuatro años ha publicado los ratings de los noticiarios radiofónicos) continúa dando bandazos.

Primero fue la vergüenza en la subasta por frecuencias de televisión que no pudo pagar; luego el despido masivo de personal, por crisis económica; después, la salida de Carlos Loret de Mola (incómodo y crítico de AMLO) para darle un espacio a Carmen Aristegui (favorita de la 4T) y Julio Hernández de La Jornada y su “Astillero “ en radio y luego, el intento de sobornar radioescuchas para subir su rating y recientemente, el ridículo de descalificar el sondeo de Investigación de Mercados (INRA) empresa conformada por capital 100% mexicano y que realiza desde hace 65 años, investigación de mercados en la República Mexicana, siendo la empresa líder del país en medición de audiencias y ratings para la Radio y Televisión.

Su metodología está respaldada por la Dirección General de Estadística de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). INRA trabaja con un 99 por ciento de confianza y con un 1 por ciento de margen de error

Pese a ello, el desbarre de los Aguirre continuó luego de la publicación del Reporte de las Audiencias en Hogares, Centros de Reunión y fuera del hogar, y en Autos de INRA: al aire, el dueño de Grupo Radio Centro (GRC) le dijo a Carmen “por ti perdimos millones de pesos”, todo lo contrario al gran negocio que hizo MVS al vetar a la periodista y hacerle el juego a Peña Nieto para castigar a quien descubrió “la casa blanca”. Los Vargas obtuvieron entre frecuencias, concesiones y contratos, algo así como 6 mil millones de pesos.

Nada mal por la cabeza de Aristegui, quien se ha vuelto moneda de cambio, cada vez más devaluada, pues luego de sus valientes reportajes, desde el pasado 1 de diciembre, ya no encuentra nada mal en la cúpula del poder en México. Hoy es Grupo Fórmula quien domina las audiencias con Ciro Gómez Leyva (a quien podemos oír en el 106.9FM a las 8:00 am en Morelos) López Dóriga, Denise Maerker, Pepe Cárdenas, entre otros.

En una inolvidable entrevista que le realicé a Jacobo Zabludovsky, en algún momento, el incuestionable líder de opinión de México por cerca de tres décadas, me dijo que estaba de acuerdo con Salvador Novo, quien alguna vez sostuvo que el radio escucha es un ciego voluntario. Jacobo fue más allá y afirmó, “Carlos, creerle a un medio o a un periodista de nuestra preferencia, leerlo, verlo o escucharlo de manera cotidiana, es un acto de Fe”.

Hasta la próxima entrega, donde podrán seguir leyendo lo que hay en mi mente.

Comentarios: cfelix7@hotmail.com

Twitter: @CarlosFelix1

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