/ lunes 26 de octubre de 2020

El factor Estrada Cajigal

Aunque muy llamativa, la alianza entre Morena, PES y PT, de llegar a concretarse, no sería la única en las elecciones del 2021. En medio de la centralidad que ofreció a la coalición en el gobierno la asamblea del PES (Solidario en lo federal, Social en lo local), una foto de otros actores que buscan su protagónico llamó especialmente la atención de los buenos observadores este lunes. El ex gobernador, Sergio Estrada Cajigal, sonriendo junto a los dirigentes priistas Victor Hugo Manzo, y Jonathan Márquez, el último presidente del Comité Directivo Estatal del tricolor, conviven en Los Vikingos, uno de esos desayunaderos políticos que abundan en Cuernavaca y que es especialmente socorrido por quienes quieren ser vistos por mucha gente. La foto fue expresamente tomada para la jiribilla, pues aunque quien fuera el primer gobernador panista de Morelos, 2000-2006, no ha manifestado abiertamente la intención por contender o participar siquiera de cerca en la política morelense, su imagen es suficiente aún para provocar comentarios múltiples.

En diciembre de 2017, cuando Cuauhtémoc Blanco rendía su último informe como alcalde de Cuernavaca, Sergio Estrada que casi 20 años antes había asumido la misma posición, se presentó en el acto como invitado especial. Ya entonces se sabía la decisión de Cuauhtémoc para buscar la gubernatura y se especulaba, especialmente en los círculos cercanos al PES, la postulación de Estrada Cajigal a la alcaldía que dejaría vacante el suplente de Cuauhtémoc. Sergio Estrada nos dijo entonces que iba a asesorar a Blanco Bravo como candidato a petición del ex futbolista, esa relación concluyó rápido cuando Estrada Cajigal rechazó cualquier postulación.

Sergio siguió retirado de la actividad política, pero el liderazgo del ex gobernador en diversos sectores sociales, y su atractivo electoral en Cuernavaca parece mantenerse en altos niveles. La crisis en el PAN, partido que lo postuló en el 97 a la alcaldía y el 2000 a la gubernatura, y la falta de afecto entre la actual dirigencia y el ex gobernador parecen hacer imposible un regreso al blanquiazul, empecinado en postulaciones internas apostando a que el desencanto de los electores con Morena pudiera hacerle ganar algunas posiciones en automático.

Sergio es un activo que no debiera ser, un ex gobernador retirado hace dos sexenios y medio casi de la actividad política sólo adquiere un valor grande frente a una enorme crisis de los partidos políticos locales; sin duda tiene defectos como político, pero parece ser mucho mejor en la práctica que cualquiera de quienes hoy pretenden dibujarse como líderes sociales o de partido.

Faltará ver si Sergio decide participar abiertamente o tras bambalinas en el próximo proceso electoral. La presencia del ex gobernador podría volver muy interesante un proceso que raya en lo patético desde mucho antes de comenzar realmente las hostilidades. El costo personal para Sergio, un hombre feliz y tranquilo dedicado a otras cosas, podría disuadirlo de entrar de lleno a la contienda, pero su carácter de líder social sería un interesante contrapeso, y hoy hacen falta.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Aunque muy llamativa, la alianza entre Morena, PES y PT, de llegar a concretarse, no sería la única en las elecciones del 2021. En medio de la centralidad que ofreció a la coalición en el gobierno la asamblea del PES (Solidario en lo federal, Social en lo local), una foto de otros actores que buscan su protagónico llamó especialmente la atención de los buenos observadores este lunes. El ex gobernador, Sergio Estrada Cajigal, sonriendo junto a los dirigentes priistas Victor Hugo Manzo, y Jonathan Márquez, el último presidente del Comité Directivo Estatal del tricolor, conviven en Los Vikingos, uno de esos desayunaderos políticos que abundan en Cuernavaca y que es especialmente socorrido por quienes quieren ser vistos por mucha gente. La foto fue expresamente tomada para la jiribilla, pues aunque quien fuera el primer gobernador panista de Morelos, 2000-2006, no ha manifestado abiertamente la intención por contender o participar siquiera de cerca en la política morelense, su imagen es suficiente aún para provocar comentarios múltiples.

En diciembre de 2017, cuando Cuauhtémoc Blanco rendía su último informe como alcalde de Cuernavaca, Sergio Estrada que casi 20 años antes había asumido la misma posición, se presentó en el acto como invitado especial. Ya entonces se sabía la decisión de Cuauhtémoc para buscar la gubernatura y se especulaba, especialmente en los círculos cercanos al PES, la postulación de Estrada Cajigal a la alcaldía que dejaría vacante el suplente de Cuauhtémoc. Sergio Estrada nos dijo entonces que iba a asesorar a Blanco Bravo como candidato a petición del ex futbolista, esa relación concluyó rápido cuando Estrada Cajigal rechazó cualquier postulación.

Sergio siguió retirado de la actividad política, pero el liderazgo del ex gobernador en diversos sectores sociales, y su atractivo electoral en Cuernavaca parece mantenerse en altos niveles. La crisis en el PAN, partido que lo postuló en el 97 a la alcaldía y el 2000 a la gubernatura, y la falta de afecto entre la actual dirigencia y el ex gobernador parecen hacer imposible un regreso al blanquiazul, empecinado en postulaciones internas apostando a que el desencanto de los electores con Morena pudiera hacerle ganar algunas posiciones en automático.

Sergio es un activo que no debiera ser, un ex gobernador retirado hace dos sexenios y medio casi de la actividad política sólo adquiere un valor grande frente a una enorme crisis de los partidos políticos locales; sin duda tiene defectos como político, pero parece ser mucho mejor en la práctica que cualquiera de quienes hoy pretenden dibujarse como líderes sociales o de partido.

Faltará ver si Sergio decide participar abiertamente o tras bambalinas en el próximo proceso electoral. La presencia del ex gobernador podría volver muy interesante un proceso que raya en lo patético desde mucho antes de comenzar realmente las hostilidades. El costo personal para Sergio, un hombre feliz y tranquilo dedicado a otras cosas, podría disuadirlo de entrar de lleno a la contienda, pero su carácter de líder social sería un interesante contrapeso, y hoy hacen falta.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx