/ martes 9 de julio de 2019

"El juego del hombre"

¡Esto es fútbol soccer, el juego del hombre! Frase que se hizo célebre en los labios del famoso cronista deportivo mexicano Ángel Fernández, cayó en desuso, es obsoleta, ocupa sólo un sitio en los anaqueles históricos del mundo deportivo.

El futbol, como todos los deportes y actividades no es ya "cosa de hombres". Esto no ha sido nada fácil, la equidad de género tiene la necesidad de plasmarse en leyes porque en el chip del ser humano ha sido más complicada instalarse.

Abordando el deporte más popular en México, fue profesionalizado para mujeres apenas en 2017 y los estadios lucen más vacíos que los bolsillos de las jugadoras por los salarios bajos en comparación no sólo a los hombres de esa misma profesión, sino a sus homólogas extranjeras; según la Global Sports Salaries Survey, las futbolistas mexicanas perciben menos del 5% de lo que cobran sus similares en Francia.

A pesar de eso, se está picaba piedra, parece lejano ese 2004 cuando el Club Atlético Celaya quiso fichar a Maribel Domínguez la famosa “Marigol”, situación impedida por la FIFA argumentando mantener la separación de géneros de forma clara en los equipos, arcaica decisión evidenciada ante el nivel deportivo alcanzado por las jugadoras actuales; el objetivo inmediato es alcanzar los niveles de audiencia e interés del futbol masculino.

Mañana quizá no sea extraño ver equipos mixtos ¿o cree usted que los aficionados Pumas, no estaríamos felices de contar con los servicios en la portería de la sueca Hedvig Lindahl en lugar de nuestro limitado “Pollo” Saldívar? Nada descabellado.

La evolución del futbol no queda en cuestiones de equidad, el talento parece ir acercando a naciones otrora muy lejanas, la copa América tuvo en la final a un tradicional y solvente Brasil, pero su digno rival fue el combinado Peruano, quienes gallardamente demostraron que la era de dominio de los llamados “grandes de la Conmebol” está llegando a su fin.

Y finalmente tuvimos para un movido domingo, la final de la “Copa Oro”, entre la Selección Mexicana y los Estados Unidos en un área como la Concacaf, donde el proceso evolutivo ha sido más lento y mesurado, los finalistas parecían obvios, sin embargo paradójicamente este partido involucró un mayor interés por cuestiones sociales, culturales, étnicas, económicas o las que ustedes gusten agregar.

Para millones de compatriotas que viven y trabajan en el vecino país, la victoria deportiva de los mexicanos sobre los “gringos” puede significar al menos una efímera alegría ante los sinsabores del racismo por un gran sector de la ciudadanía norteamericana encabezada por su Presidente.

Por lo tanto este juego era uno de los “prohibidos” para perder por parte del Seleccionado Nacional, en fin, es claro el fenómeno social que representa en nuestro continente el futbol, una maquinaria perfectamente aceitada que ha visto sus máximos alcances económicos en los últimos años.

¡Esto es fútbol soccer, el juego del hombre! Frase que se hizo célebre en los labios del famoso cronista deportivo mexicano Ángel Fernández, cayó en desuso, es obsoleta, ocupa sólo un sitio en los anaqueles históricos del mundo deportivo.

El futbol, como todos los deportes y actividades no es ya "cosa de hombres". Esto no ha sido nada fácil, la equidad de género tiene la necesidad de plasmarse en leyes porque en el chip del ser humano ha sido más complicada instalarse.

Abordando el deporte más popular en México, fue profesionalizado para mujeres apenas en 2017 y los estadios lucen más vacíos que los bolsillos de las jugadoras por los salarios bajos en comparación no sólo a los hombres de esa misma profesión, sino a sus homólogas extranjeras; según la Global Sports Salaries Survey, las futbolistas mexicanas perciben menos del 5% de lo que cobran sus similares en Francia.

A pesar de eso, se está picaba piedra, parece lejano ese 2004 cuando el Club Atlético Celaya quiso fichar a Maribel Domínguez la famosa “Marigol”, situación impedida por la FIFA argumentando mantener la separación de géneros de forma clara en los equipos, arcaica decisión evidenciada ante el nivel deportivo alcanzado por las jugadoras actuales; el objetivo inmediato es alcanzar los niveles de audiencia e interés del futbol masculino.

Mañana quizá no sea extraño ver equipos mixtos ¿o cree usted que los aficionados Pumas, no estaríamos felices de contar con los servicios en la portería de la sueca Hedvig Lindahl en lugar de nuestro limitado “Pollo” Saldívar? Nada descabellado.

La evolución del futbol no queda en cuestiones de equidad, el talento parece ir acercando a naciones otrora muy lejanas, la copa América tuvo en la final a un tradicional y solvente Brasil, pero su digno rival fue el combinado Peruano, quienes gallardamente demostraron que la era de dominio de los llamados “grandes de la Conmebol” está llegando a su fin.

Y finalmente tuvimos para un movido domingo, la final de la “Copa Oro”, entre la Selección Mexicana y los Estados Unidos en un área como la Concacaf, donde el proceso evolutivo ha sido más lento y mesurado, los finalistas parecían obvios, sin embargo paradójicamente este partido involucró un mayor interés por cuestiones sociales, culturales, étnicas, económicas o las que ustedes gusten agregar.

Para millones de compatriotas que viven y trabajan en el vecino país, la victoria deportiva de los mexicanos sobre los “gringos” puede significar al menos una efímera alegría ante los sinsabores del racismo por un gran sector de la ciudadanía norteamericana encabezada por su Presidente.

Por lo tanto este juego era uno de los “prohibidos” para perder por parte del Seleccionado Nacional, en fin, es claro el fenómeno social que representa en nuestro continente el futbol, una maquinaria perfectamente aceitada que ha visto sus máximos alcances económicos en los últimos años.

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