/ jueves 16 de abril de 2020

El mundo globalizado enfermó por Covid

La pandemia que azota actualmente a la humanidad ha estado afectando en mayor medida a los países occidentales más avanzados, por razones que aún no han sido claramente definidas, pero que se basan en la estructura de las sociedades que, tradicionalmente, han obtenido más beneficios dentro del mundo de la globalidad.

Las cifras de la tragedia al momento son:

- USA: 610 mil 547 contagiados y 26 mil 059 muertos.

- Italia: 165 mil contagiados y 21 mil 607 muertos

- España: 177 mil 500 contagiados y 18 mil 579 muertos.

- Francia: 109 mil contagiados y 15 mil 729 muertos

- Gran Bretaña: 66 mil 600 infectados y 11 mil 229 muertos.

- Bélgica: 58 mil 326 contagiados y 4 mil 157 muertos.

- China: 81 mil contagiados y 3 mil 343 muertos, y

- Alemania: 107 mil contagiados y 3 mil 022 muertos.

• (Estos datos corresponden al 15 de abril. Seguirán aumentando sin duda. Pero las tendencias continuarán aproximadamente con el mismo ritmo. Fuentes: Noticias de China; BBC; RT; Hispan TV)).

A la fecha, la cifra de enfermos por este patógeno se eleva a más de 2 millones 084 mil en todo el mundo, en tanto los fallecidos son más de 130 mil. Los ocho países que hemos citado engloban a la enorme mayoría de los muertos (cerca del 70 por ciento). El restante 30 por ciento se reparte entre más de 180 países.

Corea del Norte (RPDC) por ejemplo, no tiene ningún caso de coronavirus. Las razones son evidentes: siempre han vivido en el aislamiento, y además el gobierno de Kim Jong Un tomó enérgicas medidas de inmediato para proteger a su población. Algo similar está pasando en los países centro-asiáticos.

Por lo tanto, podemos decir que el virus ha anidado en las sociedades opulentas, donde ha generado graves pérdidas, las cuales seguirán aumentando lamentablemente, a pesar de los enormes esfuerzos que sus gobiernos despliegan. A la crisis sanitaria se agrega hoy el colapso de las instituciones financieras.

La pandemia comenzó en Wuhan , provincia de Hubei, China, a principios de este año. Generó más de 80 mil enfermos, y unos 3 mil 343 muertos. El virus no tocó las ciudades chinas de Pekín ni Shanghai. A la fecha, el patógeno ya ha sido aislado y no se han presentado nuevos casos. Wuhan es hoy una ciudad abierta. De lo que hoy se cuida la sociedad china es de no infectarse con los casos “importados”, o sea con los virus que traen eventualmente los extranjeros que por cualquier causa visitan el país.

De China el virus saltó a Corea y Japón, países que tampoco fueron demasiado afectados. Pero al invadir Europa Occidental, el virus encontró campo fértil y enfermó a muchos países, generando el desastre que anotamos, y que no tiene para cuando contenerse.

Es muy notorio que el patógeno infectó la parte norte de Italia, la más desarrollada del país. Lombardía es la región más septentrional de Italia, y agrupa a las ciudades más prósperas, ricas e industrializadas, como Milán. Por el contrario, el sur de Italia es pobre y atrasado, incluyendo Sicilia y otras regiones agrarias del sur itálico. Esta diferenciación ha sido tradicional en la política y la economía de ese país. Italia es en el norte un país de primer mundo, mientras el sur es tercermundista.

Puede ser casualidad que la pandemia haya golpeado más a los países ricos (o a las regiones más prósperas). Pero debemos subrayar que la conectividad de los países es fundamental para el desarrollo de la enfermedad. La parte menos conectada de Italia se mantuvo relativamente a salvo de la enfermedad.

USA, por su parte, se ha convertido en el epicentro actual de la enfermedad. Los cálculos más conservadores anotan a una cifra que puede variar entre 100 mil y 200 mil muertes de estadunidenses en el curso de esta pandemia. La zona más afectada es Nueva York, el centro financiero del país, una de las ciudades más ricas del mundo y desde donde se deciden los más importantes temas del mundo financiero globalizado.

Otro país muy golpeado es España. El número de sus contagiados y sus muertos se parece mucho a los de Italia. En general, Europa occidental ha sido altamente vulnerable a la enfermedad, y el número de contagios no deja de crecer.

Uno de los rasgos peculiares de los países industriales de Occidente y USA es que no tienen sistemas confiables de salud pública. En Europa porque los gobiernos neoliberales privatizaron todo, a raíz del thatcherismo, incluyendo los sistemas de salud, y hoy la historia les cobra la factura.

En general se puede afirmar que la pandemia ha avanzado desde el centro a la periferia del mundo neoliberal. Los países más afectados son aquellos que ocupan los espacios centrales dentro del sistema de la globalidad. Los más cercanos a las decisiones de las grandes empresas trasnacionales, los más beneficiados con el traslado de los beneficios de la periferia tercermundista al centro financiero.

Veamos: los gobiernos de los países imperiales (USA, Japón, Alemania, Francia, Inglaterra, Italia ) obtienen enormes ingresos de la explotación de la mano de obra de los países periféricos. El mundo atrasado se convirtió, con la globalidad, en una colección de maquiladoras al servicio de las grandes empresas.

Y esas maquiladoras fueron sembradas a lo largo de las rutas de comunicación y transporte. En México, a lo largo de la frontera con USA, así como dentro del eje transversal que va de Tuxpan (en el Golfo de México) a Acapulco, o bien a Topolobampo, en el Pacífico.

Miles de empresas de todas las ramas (automotriz, química, metalmecánica, etc.) han enviado sus plantas a los países atrasados. El costo bajísimo de la mano de obra les reporta ganancias gigantescas, que a su vez les permite mantener los altos salarios de su propia aristocracia obrera, así como el nivel de vida de sus clases medias.

Toda esta red está interconectada con las actividades de los principales centros financieros del mundo (Wall Street, la City) que crecen de manera continua con el esfuerzo de millones de trabajadores que viven en la miseria en los países atrasados. La red financiera global incluye miles de personas y las interacciones entre ellas, que necesariamente ha servido para la transmisión del patógeno. Forman la parte más dinámica de la actividad humana actual.

Esa es la red infectada por la enfermedad social. El mundo de los negocios internacionales no se pudo sustraer a la propagación del virus, que hoy los azota aunque sus hospitales sean ultramodernos y tengan miles de médicos y enfermeras a su servicio.

Los países periféricos se han mantenido al margen del golpe principal, básicamente por la lejanía de sus contactos con el mundo de los negocios internacionales. El covid-19 se ha convertido en la pandemia de la globalización, y los países más beneficiados con ésta son los más golpeados por el virus que se presentó por primera vez en Wuhan.

En México, como parte del mundo atrasado, la curva de contagios ha sido menor. Porque no estamos en el ombligo del universo en materia de conectividad. Y porque tenemos --aunque muy debilitados-- ISSSTE, IMSS y los servicios médicos que se disponen a proporcionar el ejército y la marina armada de México.

Por cierto, México tiene 332 muertos y la tasa menor de defunciones por habitante en América Latina. La tasa más alta la tiene Ecuador, cuyos hospitales han colapsado por la debilidad de sus instituciones; después, Brasil y Argentina son los más afectados.

Esperemos que México no siga la ruta de la muerte.

La pandemia que azota actualmente a la humanidad ha estado afectando en mayor medida a los países occidentales más avanzados, por razones que aún no han sido claramente definidas, pero que se basan en la estructura de las sociedades que, tradicionalmente, han obtenido más beneficios dentro del mundo de la globalidad.

Las cifras de la tragedia al momento son:

- USA: 610 mil 547 contagiados y 26 mil 059 muertos.

- Italia: 165 mil contagiados y 21 mil 607 muertos

- España: 177 mil 500 contagiados y 18 mil 579 muertos.

- Francia: 109 mil contagiados y 15 mil 729 muertos

- Gran Bretaña: 66 mil 600 infectados y 11 mil 229 muertos.

- Bélgica: 58 mil 326 contagiados y 4 mil 157 muertos.

- China: 81 mil contagiados y 3 mil 343 muertos, y

- Alemania: 107 mil contagiados y 3 mil 022 muertos.

• (Estos datos corresponden al 15 de abril. Seguirán aumentando sin duda. Pero las tendencias continuarán aproximadamente con el mismo ritmo. Fuentes: Noticias de China; BBC; RT; Hispan TV)).

A la fecha, la cifra de enfermos por este patógeno se eleva a más de 2 millones 084 mil en todo el mundo, en tanto los fallecidos son más de 130 mil. Los ocho países que hemos citado engloban a la enorme mayoría de los muertos (cerca del 70 por ciento). El restante 30 por ciento se reparte entre más de 180 países.

Corea del Norte (RPDC) por ejemplo, no tiene ningún caso de coronavirus. Las razones son evidentes: siempre han vivido en el aislamiento, y además el gobierno de Kim Jong Un tomó enérgicas medidas de inmediato para proteger a su población. Algo similar está pasando en los países centro-asiáticos.

Por lo tanto, podemos decir que el virus ha anidado en las sociedades opulentas, donde ha generado graves pérdidas, las cuales seguirán aumentando lamentablemente, a pesar de los enormes esfuerzos que sus gobiernos despliegan. A la crisis sanitaria se agrega hoy el colapso de las instituciones financieras.

La pandemia comenzó en Wuhan , provincia de Hubei, China, a principios de este año. Generó más de 80 mil enfermos, y unos 3 mil 343 muertos. El virus no tocó las ciudades chinas de Pekín ni Shanghai. A la fecha, el patógeno ya ha sido aislado y no se han presentado nuevos casos. Wuhan es hoy una ciudad abierta. De lo que hoy se cuida la sociedad china es de no infectarse con los casos “importados”, o sea con los virus que traen eventualmente los extranjeros que por cualquier causa visitan el país.

De China el virus saltó a Corea y Japón, países que tampoco fueron demasiado afectados. Pero al invadir Europa Occidental, el virus encontró campo fértil y enfermó a muchos países, generando el desastre que anotamos, y que no tiene para cuando contenerse.

Es muy notorio que el patógeno infectó la parte norte de Italia, la más desarrollada del país. Lombardía es la región más septentrional de Italia, y agrupa a las ciudades más prósperas, ricas e industrializadas, como Milán. Por el contrario, el sur de Italia es pobre y atrasado, incluyendo Sicilia y otras regiones agrarias del sur itálico. Esta diferenciación ha sido tradicional en la política y la economía de ese país. Italia es en el norte un país de primer mundo, mientras el sur es tercermundista.

Puede ser casualidad que la pandemia haya golpeado más a los países ricos (o a las regiones más prósperas). Pero debemos subrayar que la conectividad de los países es fundamental para el desarrollo de la enfermedad. La parte menos conectada de Italia se mantuvo relativamente a salvo de la enfermedad.

USA, por su parte, se ha convertido en el epicentro actual de la enfermedad. Los cálculos más conservadores anotan a una cifra que puede variar entre 100 mil y 200 mil muertes de estadunidenses en el curso de esta pandemia. La zona más afectada es Nueva York, el centro financiero del país, una de las ciudades más ricas del mundo y desde donde se deciden los más importantes temas del mundo financiero globalizado.

Otro país muy golpeado es España. El número de sus contagiados y sus muertos se parece mucho a los de Italia. En general, Europa occidental ha sido altamente vulnerable a la enfermedad, y el número de contagios no deja de crecer.

Uno de los rasgos peculiares de los países industriales de Occidente y USA es que no tienen sistemas confiables de salud pública. En Europa porque los gobiernos neoliberales privatizaron todo, a raíz del thatcherismo, incluyendo los sistemas de salud, y hoy la historia les cobra la factura.

En general se puede afirmar que la pandemia ha avanzado desde el centro a la periferia del mundo neoliberal. Los países más afectados son aquellos que ocupan los espacios centrales dentro del sistema de la globalidad. Los más cercanos a las decisiones de las grandes empresas trasnacionales, los más beneficiados con el traslado de los beneficios de la periferia tercermundista al centro financiero.

Veamos: los gobiernos de los países imperiales (USA, Japón, Alemania, Francia, Inglaterra, Italia ) obtienen enormes ingresos de la explotación de la mano de obra de los países periféricos. El mundo atrasado se convirtió, con la globalidad, en una colección de maquiladoras al servicio de las grandes empresas.

Y esas maquiladoras fueron sembradas a lo largo de las rutas de comunicación y transporte. En México, a lo largo de la frontera con USA, así como dentro del eje transversal que va de Tuxpan (en el Golfo de México) a Acapulco, o bien a Topolobampo, en el Pacífico.

Miles de empresas de todas las ramas (automotriz, química, metalmecánica, etc.) han enviado sus plantas a los países atrasados. El costo bajísimo de la mano de obra les reporta ganancias gigantescas, que a su vez les permite mantener los altos salarios de su propia aristocracia obrera, así como el nivel de vida de sus clases medias.

Toda esta red está interconectada con las actividades de los principales centros financieros del mundo (Wall Street, la City) que crecen de manera continua con el esfuerzo de millones de trabajadores que viven en la miseria en los países atrasados. La red financiera global incluye miles de personas y las interacciones entre ellas, que necesariamente ha servido para la transmisión del patógeno. Forman la parte más dinámica de la actividad humana actual.

Esa es la red infectada por la enfermedad social. El mundo de los negocios internacionales no se pudo sustraer a la propagación del virus, que hoy los azota aunque sus hospitales sean ultramodernos y tengan miles de médicos y enfermeras a su servicio.

Los países periféricos se han mantenido al margen del golpe principal, básicamente por la lejanía de sus contactos con el mundo de los negocios internacionales. El covid-19 se ha convertido en la pandemia de la globalización, y los países más beneficiados con ésta son los más golpeados por el virus que se presentó por primera vez en Wuhan.

En México, como parte del mundo atrasado, la curva de contagios ha sido menor. Porque no estamos en el ombligo del universo en materia de conectividad. Y porque tenemos --aunque muy debilitados-- ISSSTE, IMSS y los servicios médicos que se disponen a proporcionar el ejército y la marina armada de México.

Por cierto, México tiene 332 muertos y la tasa menor de defunciones por habitante en América Latina. La tasa más alta la tiene Ecuador, cuyos hospitales han colapsado por la debilidad de sus instituciones; después, Brasil y Argentina son los más afectados.

Esperemos que México no siga la ruta de la muerte.