/ lunes 13 de abril de 2020

El objetivo que nos une

A más de 20 días de que se confirmaran los primeros 2 casos de covid-19 en nuestro estado, y cerca de medio mes desde que se registró el primer fallecimiento causado por esta enfermedad en Morelos, es urgente tomar este tema con seriedad y buscar ahondar en la búsqueda de acciones y soluciones que nos encaminen en superar esta emergencia sanitaria.

Como ciudadana morelense, con un profundo amor por mi estado y su gente, he sostenido comunicaciones constantes con mi equipo de trabajo para analizar el panorama epidémico estatal y las acciones que se han venido adoptando dentro del mismo para, posteriormente, formular ideas que pudiesen ser tomadas en consideración por los actores políticos del estado. Aquí algunas de ellas.

Es importante tener en consideración que Morelos cuenta con distintos climas, terrenos, urbanización y flujo de personas, por lo que las medidas a tomar dependerán de las características particulares de cada municipio. Por ello, las y los presidentes municipales deben tener la información suficiente acerca las zonas de alto riesgo de contagio —de acuerdo con la detección de los brotes de contagio de COVID19 y de su seguimiento epidemiológico— con el objetivo de establecer en cada municipio los criterios y las medidas emergentes de sanidad en beneficio de la población, según las características y necesidades de cada región y de cada municipio.

Por ello, el Comité Estatal de Seguridad en Salud debe realizar una sesión urgente en la que se incluya la participación de los 36 presidentes municipales, por ser las máximas autoridades en materia sanitaria de sus respectivas demarcaciones, con la finalidad de establecer acuerdos de coordinación para mitigar el aumento de personas infectadas por el virus SARSCOV-2.

Por otro lado, recordemos que el covid-19 es pesado y persistente debido a su composición, por lo que no puede recorrer largas distancias en el aire (de ahí las medidas de sana distancia) pero sí puede permanecer periodos relativamente largos sobre las superficies. Por ello, es importante establecer campañas de sanitización en mercados, transporte público, centros comerciales, hospitales y centros de salud; siendo estos espacios de alto flujo de personas y, por ende, lugares con mayor posibilidad de contagio.

Asimismo, es importante garantizar el abasto y uso de distintos insumos básicos de prevención, como lo son los cubrebocas o el desinfectante a base de alcohol a un grado igual o mayor al 60%, para el uso de las personas que no pueden permanecer en casa, como lo son comerciantes, operadores del transporte público y consumidores. La prevención del contagio es, durante esta fase, nuestra principal arma para combatir al coronavirus y proteger nuestra salud.

Por otro lado, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) es una institución importante mediante la cual se pueden realizar tareas de valor humano durante esta contingencia. Si bien el confinamiento puede ser aprovechado por algunas familias para reforzar sus lazos y pasar tiempo juntos, existen algunas que presentan problemas de abuso infantil y violencia contra las mujeres, niñas y niños. Por ello es importante que este organismo desarrolle programas con el fin de atender casos de esta naturaleza, y prevenir la violencia familiar.

También, a partir de esta institución se pueden implementar programas de paquetes alimentarios y proceder a su distribución a través del DIF Municipal, para apoyar a la población más vulnerable durante y después de la contingencia.

Los trabajos en torno a la solución de esta contingencia deben realizarse con coordinación, esfuerzo y solidaridad como y para las y los morelenses. Hay que tener en la mira el objetivo que nos une, la salud y el bienestar de las personas que habitan nuestro gran estado. Esta batalla la ganaremos si vamos todas y todos juntos con determinación para enfrentar al covid-19.


Redes sociales: @LuciaMezaGzm

A más de 20 días de que se confirmaran los primeros 2 casos de covid-19 en nuestro estado, y cerca de medio mes desde que se registró el primer fallecimiento causado por esta enfermedad en Morelos, es urgente tomar este tema con seriedad y buscar ahondar en la búsqueda de acciones y soluciones que nos encaminen en superar esta emergencia sanitaria.

Como ciudadana morelense, con un profundo amor por mi estado y su gente, he sostenido comunicaciones constantes con mi equipo de trabajo para analizar el panorama epidémico estatal y las acciones que se han venido adoptando dentro del mismo para, posteriormente, formular ideas que pudiesen ser tomadas en consideración por los actores políticos del estado. Aquí algunas de ellas.

Es importante tener en consideración que Morelos cuenta con distintos climas, terrenos, urbanización y flujo de personas, por lo que las medidas a tomar dependerán de las características particulares de cada municipio. Por ello, las y los presidentes municipales deben tener la información suficiente acerca las zonas de alto riesgo de contagio —de acuerdo con la detección de los brotes de contagio de COVID19 y de su seguimiento epidemiológico— con el objetivo de establecer en cada municipio los criterios y las medidas emergentes de sanidad en beneficio de la población, según las características y necesidades de cada región y de cada municipio.

Por ello, el Comité Estatal de Seguridad en Salud debe realizar una sesión urgente en la que se incluya la participación de los 36 presidentes municipales, por ser las máximas autoridades en materia sanitaria de sus respectivas demarcaciones, con la finalidad de establecer acuerdos de coordinación para mitigar el aumento de personas infectadas por el virus SARSCOV-2.

Por otro lado, recordemos que el covid-19 es pesado y persistente debido a su composición, por lo que no puede recorrer largas distancias en el aire (de ahí las medidas de sana distancia) pero sí puede permanecer periodos relativamente largos sobre las superficies. Por ello, es importante establecer campañas de sanitización en mercados, transporte público, centros comerciales, hospitales y centros de salud; siendo estos espacios de alto flujo de personas y, por ende, lugares con mayor posibilidad de contagio.

Asimismo, es importante garantizar el abasto y uso de distintos insumos básicos de prevención, como lo son los cubrebocas o el desinfectante a base de alcohol a un grado igual o mayor al 60%, para el uso de las personas que no pueden permanecer en casa, como lo son comerciantes, operadores del transporte público y consumidores. La prevención del contagio es, durante esta fase, nuestra principal arma para combatir al coronavirus y proteger nuestra salud.

Por otro lado, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) es una institución importante mediante la cual se pueden realizar tareas de valor humano durante esta contingencia. Si bien el confinamiento puede ser aprovechado por algunas familias para reforzar sus lazos y pasar tiempo juntos, existen algunas que presentan problemas de abuso infantil y violencia contra las mujeres, niñas y niños. Por ello es importante que este organismo desarrolle programas con el fin de atender casos de esta naturaleza, y prevenir la violencia familiar.

También, a partir de esta institución se pueden implementar programas de paquetes alimentarios y proceder a su distribución a través del DIF Municipal, para apoyar a la población más vulnerable durante y después de la contingencia.

Los trabajos en torno a la solución de esta contingencia deben realizarse con coordinación, esfuerzo y solidaridad como y para las y los morelenses. Hay que tener en la mira el objetivo que nos une, la salud y el bienestar de las personas que habitan nuestro gran estado. Esta batalla la ganaremos si vamos todas y todos juntos con determinación para enfrentar al covid-19.


Redes sociales: @LuciaMezaGzm