/ miércoles 8 de julio de 2020

El Plan Integral de Morelos es…

Cuando un Gobernador presenta el Plan Integral de un Estado, lo lógico sería que estuviera disponible inmediatamente en alguna plataforma gubernamental; sin embargo, al momento de escribir este artículo no fue posible localizar el documento en el Periódico Oficial, ni mucho menos en la página de la Secretaría de Desarrollo Económico y del Trabajo.

Lo único disponible, hasta el momento, fue un video y un boletín que anunciaba la presentación del “Plan integral para la reapertura y reactivación Económica de Morelos”.

La primera pregunta que me saltó al ver a diputados locales y federales, así como funcionarios del gobierno federal y municipal, fue: ¿el Plan integral sustituye la idea del Pacto por Morelos? ¿Ya no se pudo trabajar con todos los sectores para construir una propuesta integral; o ¿éste Plan es el resultado de esa idea de Pacto?

Con la escasa información disponible, surgió una segunda cuestión respecto a la trascendencia institucional del Plan, es decir, ¿qué pasará con el Plan Estatal de Desarrollo para los siguientes años? Esto es importante ya que todas las proyecciones económicas apuntan a que esta crisis no se resolverá en meses, sino en varios años. Entonces, ¿El nuevo Plan sustituye al viejo?, ¿qué harán con los indicadores del viejo Plan y con los objetivos del nuevo?

En la presentación del Plan Integral se dijo que el “objetivo es que Morelos salga de los estragos provocados por la pandemia”. Esto causó una tercera duda, ¿cuáles son los “estragos” que ha identificado el gobierno, a cuánto asciende su cuantificación y cuáles son los sectores más afectados? En gobierno se sabe que los diagnósticos son necesarios para poder intervenir con políticas públicas eficientes.

Sobre lo social y sanitario, lo económico es la parte que más se destaca en el Plan: una bolsa de financiamiento por 350 mdp. Algo es mejor que nada y sin duda en estos momentos es importante el flujo de recursos. Pero, ¿cómo piensan distribuir esa cantidad entre los sectores que dicen apoyar (comercio, servicios, industria, agrícola o agroindustrial)? No es posible apoyar a todos, pero lo más preocupante es cuando dicen que estarán “destinadas a capital de trabajo” ó “para el pago de sueldos y salarios, así como para adquirir materias primas o mercancía”.

El problema de la decisión es que esa medida no reactiva la economía, aunque alivia los efectos adversos en el ingreso de los trabajadores. Al parecer no han dimensionado los efectos de la pandemia en materia económica: no hay perspectivas de consumo, porque los pocos ahorros de las familias se han usado para sobrevivir. Y tampoco de inversión, porque hay un shock por el lado de la demanda, los suministros estan interrumpidos y por lo tanto, las perspectivas de ganancias son inciertas (FMI: WEO/June 2020).

Durante el mensaje, el Gobernador hizo dos llamados: (a) convocó a la unidad y al trabajo conjunto; y (b) pidió dejar la crítica y el oportunismo. Además, reiteró que él es ciudadano, no político. Sin embargo, dudo que estos llamados tengan eco entre la ciudadanía si consideramos que mes tras mes ha sido calificado como el peor gobernador del país, por los nulos resultados de su gestión (https://rankingdegobernadores.com/desempeno-morelos-junio-2020/).

Francis Fukuyama publicó hace unas semanas en la revista Foreing Affairs un artículo denominado “El orden pandémico y político”, en el cual compara dos tipos de gobiernos: los que han actuado con liderazgo, profesionalismo y cuentan con la confianza social y capacidades institucionales; y por otra parte, los que se han distinguido por tener instituciones disfuncionales, sociedades polarizadas y por dejar a la economía y a los ciudadanos en una condición vulnerable.

Si seguimos la lógica del gobierno estatal y el Plan Integral presentado, ¿en cuál posición creen que Fukuyama colocaría a Morelos?


Twitter / Facebook: @CzarArenas

Cuando un Gobernador presenta el Plan Integral de un Estado, lo lógico sería que estuviera disponible inmediatamente en alguna plataforma gubernamental; sin embargo, al momento de escribir este artículo no fue posible localizar el documento en el Periódico Oficial, ni mucho menos en la página de la Secretaría de Desarrollo Económico y del Trabajo.

Lo único disponible, hasta el momento, fue un video y un boletín que anunciaba la presentación del “Plan integral para la reapertura y reactivación Económica de Morelos”.

La primera pregunta que me saltó al ver a diputados locales y federales, así como funcionarios del gobierno federal y municipal, fue: ¿el Plan integral sustituye la idea del Pacto por Morelos? ¿Ya no se pudo trabajar con todos los sectores para construir una propuesta integral; o ¿éste Plan es el resultado de esa idea de Pacto?

Con la escasa información disponible, surgió una segunda cuestión respecto a la trascendencia institucional del Plan, es decir, ¿qué pasará con el Plan Estatal de Desarrollo para los siguientes años? Esto es importante ya que todas las proyecciones económicas apuntan a que esta crisis no se resolverá en meses, sino en varios años. Entonces, ¿El nuevo Plan sustituye al viejo?, ¿qué harán con los indicadores del viejo Plan y con los objetivos del nuevo?

En la presentación del Plan Integral se dijo que el “objetivo es que Morelos salga de los estragos provocados por la pandemia”. Esto causó una tercera duda, ¿cuáles son los “estragos” que ha identificado el gobierno, a cuánto asciende su cuantificación y cuáles son los sectores más afectados? En gobierno se sabe que los diagnósticos son necesarios para poder intervenir con políticas públicas eficientes.

Sobre lo social y sanitario, lo económico es la parte que más se destaca en el Plan: una bolsa de financiamiento por 350 mdp. Algo es mejor que nada y sin duda en estos momentos es importante el flujo de recursos. Pero, ¿cómo piensan distribuir esa cantidad entre los sectores que dicen apoyar (comercio, servicios, industria, agrícola o agroindustrial)? No es posible apoyar a todos, pero lo más preocupante es cuando dicen que estarán “destinadas a capital de trabajo” ó “para el pago de sueldos y salarios, así como para adquirir materias primas o mercancía”.

El problema de la decisión es que esa medida no reactiva la economía, aunque alivia los efectos adversos en el ingreso de los trabajadores. Al parecer no han dimensionado los efectos de la pandemia en materia económica: no hay perspectivas de consumo, porque los pocos ahorros de las familias se han usado para sobrevivir. Y tampoco de inversión, porque hay un shock por el lado de la demanda, los suministros estan interrumpidos y por lo tanto, las perspectivas de ganancias son inciertas (FMI: WEO/June 2020).

Durante el mensaje, el Gobernador hizo dos llamados: (a) convocó a la unidad y al trabajo conjunto; y (b) pidió dejar la crítica y el oportunismo. Además, reiteró que él es ciudadano, no político. Sin embargo, dudo que estos llamados tengan eco entre la ciudadanía si consideramos que mes tras mes ha sido calificado como el peor gobernador del país, por los nulos resultados de su gestión (https://rankingdegobernadores.com/desempeno-morelos-junio-2020/).

Francis Fukuyama publicó hace unas semanas en la revista Foreing Affairs un artículo denominado “El orden pandémico y político”, en el cual compara dos tipos de gobiernos: los que han actuado con liderazgo, profesionalismo y cuentan con la confianza social y capacidades institucionales; y por otra parte, los que se han distinguido por tener instituciones disfuncionales, sociedades polarizadas y por dejar a la economía y a los ciudadanos en una condición vulnerable.

Si seguimos la lógica del gobierno estatal y el Plan Integral presentado, ¿en cuál posición creen que Fukuyama colocaría a Morelos?


Twitter / Facebook: @CzarArenas