/ miércoles 18 de abril de 2018

El proselitismo en las escuelas…

Los resultados más bajos en las evaluaciones de aspirantes al Servicio Profesional Docente se presentan en los capítulos de Habilidades Intelectuales y Responsabilidades Ético Profesionales, en que califican como insuficiente más de la mitad de los sustentantes, esto lo dice el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, y con el dato y la observación de brotes de eventos totalmente desafortunados, bien podríamos considerar entonces que el componente ético es uno de los problemas de la educación pública en México.


Los patéticos resultados en materia de ética en el sector magisterial sirven para explicar el cinismo con el que un grupo de docentes anuncia que repartirá libritos en las escuelas del estado, algunos escritos por maestros morelenses, pero otro será el panfletote de campaña escrito por Andrés Manuel López Obrador para esta reedición de sus aspiraciones presidenciales.


Fernando Salgado Delgado, quien ha anunciado el delito electoral a punto de ser cometido por la organización “El poder de la educación y la sociedad con AMLO 2018”, expuso que andará por las escuelas en labor de proselitismo, y si bien a los niños sólo les entregarán los textos escritos por maestros morelenses (lo que dada la forma de escribir de muchos profes es un atentado contra el buen gusto y la vocación lectora), a los maestros les entregará el libro cuya autoría se atribuye a López Obrador.


Salgado Delgado debe saber, porque participó en muchos comités seccionales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que su proyecto contraviene las normas electoral y educativa, al repartir propaganda proselitista en territorio vedado para ello, como son las escuelas públicas. El asunto es de una bajeza que ni el SNTE lo hace. Los del sindicato esperan a reuniones de profes para, al término, pedirles que se queden y que voten por el candidato al que su dirigencia impulsa, lo que tampoco es muy elegante, pero a veces hasta funciona.


No sería la primera vez que redes de maestros hacen proselitismo a favor de algún candidato, de hecho, las redes de López Obrador empezaron a tejerse desde que inició la oposición a la reforma educativa que, entre otras cosas, ha evidenciado la baja calidad ética y profesional de los docentes en el país. No obstante, en el 2015 el proselitismo en las escuelas se hacía a través de las redes de comunicación, particularmente grupos de WhatsApp, con los que los maestros compartían medios de organización logística de protestas de oposición a la reforma, pero también doctrina política. Muchos fueron adoctrinados por este medio mediante la construcción de argumentos falaces en torno a la política educativa, sus efectos, y la presentación de López Obrador como el salvador único de la endiablada reforma que destruye un régimen de privilegios al someter a los docentes a evaluaciones del desempeño que son urgentes, quid est demostratum.


Lo más grave en esta ocasión es el cinismo con que los docentes anuncian el inicio de su campaña proselitista en planteles educativos. Más allá del problema ético que entraña usar las escuelas como arena electoral ¿pensarán que pueden cometer este delito impunemente, que nadie habrá de denunciarlos, que no serán sancionados? El anuncio de Fernando Salgado Delgado es muy sospechoso ¿pretende violar la ley para después denunciar que se le está castigando? Es una práctica común entre los ya saben qué…


Twitter: @martinellito

Correo electrónico: dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Los resultados más bajos en las evaluaciones de aspirantes al Servicio Profesional Docente se presentan en los capítulos de Habilidades Intelectuales y Responsabilidades Ético Profesionales, en que califican como insuficiente más de la mitad de los sustentantes, esto lo dice el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, y con el dato y la observación de brotes de eventos totalmente desafortunados, bien podríamos considerar entonces que el componente ético es uno de los problemas de la educación pública en México.


Los patéticos resultados en materia de ética en el sector magisterial sirven para explicar el cinismo con el que un grupo de docentes anuncia que repartirá libritos en las escuelas del estado, algunos escritos por maestros morelenses, pero otro será el panfletote de campaña escrito por Andrés Manuel López Obrador para esta reedición de sus aspiraciones presidenciales.


Fernando Salgado Delgado, quien ha anunciado el delito electoral a punto de ser cometido por la organización “El poder de la educación y la sociedad con AMLO 2018”, expuso que andará por las escuelas en labor de proselitismo, y si bien a los niños sólo les entregarán los textos escritos por maestros morelenses (lo que dada la forma de escribir de muchos profes es un atentado contra el buen gusto y la vocación lectora), a los maestros les entregará el libro cuya autoría se atribuye a López Obrador.


Salgado Delgado debe saber, porque participó en muchos comités seccionales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que su proyecto contraviene las normas electoral y educativa, al repartir propaganda proselitista en territorio vedado para ello, como son las escuelas públicas. El asunto es de una bajeza que ni el SNTE lo hace. Los del sindicato esperan a reuniones de profes para, al término, pedirles que se queden y que voten por el candidato al que su dirigencia impulsa, lo que tampoco es muy elegante, pero a veces hasta funciona.


No sería la primera vez que redes de maestros hacen proselitismo a favor de algún candidato, de hecho, las redes de López Obrador empezaron a tejerse desde que inició la oposición a la reforma educativa que, entre otras cosas, ha evidenciado la baja calidad ética y profesional de los docentes en el país. No obstante, en el 2015 el proselitismo en las escuelas se hacía a través de las redes de comunicación, particularmente grupos de WhatsApp, con los que los maestros compartían medios de organización logística de protestas de oposición a la reforma, pero también doctrina política. Muchos fueron adoctrinados por este medio mediante la construcción de argumentos falaces en torno a la política educativa, sus efectos, y la presentación de López Obrador como el salvador único de la endiablada reforma que destruye un régimen de privilegios al someter a los docentes a evaluaciones del desempeño que son urgentes, quid est demostratum.


Lo más grave en esta ocasión es el cinismo con que los docentes anuncian el inicio de su campaña proselitista en planteles educativos. Más allá del problema ético que entraña usar las escuelas como arena electoral ¿pensarán que pueden cometer este delito impunemente, que nadie habrá de denunciarlos, que no serán sancionados? El anuncio de Fernando Salgado Delgado es muy sospechoso ¿pretende violar la ley para después denunciar que se le está castigando? Es una práctica común entre los ya saben qué…


Twitter: @martinellito

Correo electrónico: dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

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