En 2020, el Ayuntamiento de Cuernavaca, entonces en manos de Antonio Villalobos, tuvo la que probablemente fue sido su mejor idea, convocar a científicos expertos en un comité que ayudaría a diseñar las políticas públicas con las que el municipio más densamente poblado del estado enfrentaría la contingencia sanitaria que se avecinaba por la pandemia de Covid-19. Durante los primeros meses, la autoridad municipal siguió casi puntualmente las recomendaciones del comité hasta que la inconformidad de comerciantes ambulantes por los cierres de actividades presionó tanto que Villalobos cedió y les permitió retomar las calles, tras varios meses de cierre. Esa determinación provocó que varios de los expertos convocados en primera instancia determinaran retirarse del Comité cuya influencia se fue diluyendo.
La buena noticia es que ayer, el nuevo alcalde de la ciudad, José Luis Urióstegui reinstaló el comité municipal, que ahora se llama de Emergencias Sanitarias y que a la alineación han vuelto Alejandro Sánchez Flores, presidente de la Academia de Ciencias de Morelos; Malaquías López Cervantes, miembro titular de la Academia Nacional de Medicina; Octavio Gómez Dantes, Investigador en Ciencias Médicas; Ana Isabel Burguete García, Especialista en Inmunología; Brenda Valderrama Blanco, secretaria de vinculación del Instituto de Biotecnología de la UNAM; Emanuel Orozco Núñez, especialista en evaluación de programas de desarrollo; Carolina Gómez Vinales, especialista en temas de vacunación, prevención de enfermedades no transmisibles, salud sexual y reproductiva; Andreu Comas García, consultor y asesor de epidemiologia de virus respiratorios; Kirvis Torres, experta en manejo de mitigación y control de Covid; Elsa Yunes, Maestra en ciencias y en salud pública con énfasis en epidemiología; Juan Francisco Molina, epidemiólogo experto en sistemas de salud, gestión y administración hospitalaria y manejo de contención de Covid; y David Martínez Duncker, médico cirujano, cardiólogo especialista en Programas de medicina interna.
La reforzada alineación se integra seguramente gracias a la promesa del alcalde Urióstegui de “tomar de manera puntual, precisa, y profunda las directrices” que se marquen en el gabinete de expertos para reducir el número de contagios de Covid-19 que amenazan con generar una nueva catástrofe sanitaria, económica y social en la capital del estado, la zona más afectada por el virus dada su densidad poblacional.
Porque uno puede tener los mejores asesores, y todos los buenos consejos que se quiera; pero de poco sirve si no se hace caso, o si cede, como suele ocurrir, a presiones de grupos de interés. La vuelta de los científicos que se retiraron del comité hace meses, evidencia la confianza que se tiene en el nuevo alcalde de Cuernavaca y en la disciplina que puede tener para seguir las recomendaciones científicas en el manejo de la pandemia. No es difícil, el componente de legitimidad, la ideología de los partidos que lo postularon, y la propia personalidad del alcalde, más racional que sus dos antecesores, permite confiar en una orientación mucho más científica en las políticas sanitarias del Ayuntamiento que, francamente pueden mejorar mucho.
dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx
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