Regresé a Semilla Turquesa en Jiutepec, porque me dieron ganas de volver a desayunar bien rico, nutritivo y saludable.
Semilla está estrenando instalaciones y la verdad que les quedaron de lujo. Para empezar tienen estacionamiento propio, por lo que no hay que andar batallando para encontrar un lugar seguro y con la comodidad de tener tu auto a la vista, bajo la sombra de dos arbolotes.
Pero sin duda, lo mejor de todo es el sabor, el ambiente que le da su terraza y lo amplio de sus ventanales que permiten que circule el aire fresco.
Aunque estuve tentado a pedirme unos molletes así bien ricos, con su queso gratinado y el pico de gallo que no debe faltar, a la mera hora me decidí por algo más picosón.
La opción fueron los chilaquiles con pollo, que estaban en su punto y la salsa con el sazón preciso para levantar a un muerto, pero sin regañarlo… los que beben me van a entender.
Pero de reojo vi como mi camarada, se aventaba unos huevos divorciados de fotografía profesional: las dos yemas tiernas de los blanquillos, estaban divididas por una franja de frijolitos refritos y cada uno, bañado con salsas verde y roja, que hasta daba envidia tanta perfección.
Como estaba haciendo calor y ya casi daban las 12, me pedí una chelita bien helodia que me supo a gloria, mientras planeaba qué pedir para llevar.
La ventaja de Semilla Turquesa es que esta abierto desde las nueve de la mañana y a partir de ese momento tienen listo cualquier platillo de los que ofrecen en su menú, que por cierto está bieeen grande y sobre todo, accesible.
Así que llevé para la casa una milanesota con papas a la francesa, un alambre delicioso y abundante, y por último la especialidad de la casa, un pollo al limón que venía acompañado de papas hervidas, para chuparse los dedos.
Semilla está ubicada en la calle General Emiliano Zapata #62 del centro de Jiutepec y abre todos los días desde temprano y hasta las 9 de la noche, tiene comida para llevar y si tienes dudas, puedes buscarla en Face donde además te puedes dar una idea de su carta y sus precios.
