/ martes 27 de octubre de 2020

Escuelas de pobreza completa

El Programa Escuelas de Tiempo Completo fue cancelado, luego se dijo que siempre no y hasta se anunció su ampliación, aunque reconocía la autoridad carecer de recursos para el mismo. Ayer se notificó a mandos medios del IEBEM que, dada la falta de dinero, se cancelarían las jornadas ampliadas de cientos de maestros, aunque la autoridad educativa asegura que se seguirá beneficiando a los más de 10 mil alumnos inscritos quienes, por cierto, toman clases a distancia por la pandemia.

La suspensión operará desde noviembre, es decir, se afectarán por lo menos cuatro quincenas de los docentes que recibían un sueldo extra por las horas que dedicaban a atender a los alumnos, lo que sin duda es una falla grave que la autoridad educativa local atribuye a que sólo recibió para Escuelas de Tiempo Completo poco más de 119 millones de pesos, que representan sólo la mitad del dinero para el programa en el año anterior ¿El programa no desaparece? Pues todo indicaría lo contrario, porque más allá de las declaraciones del Secretario de Educación, Esteban Moctezuma, y de la repetición que el director del IEBEM, Eliacín Salgado hiciera de las mismas, la realidad se verifica en hechos, y los hechos son que se está extinguiendo un programa a pesar de que la autoridad lo niegue.

Para que exista cualquier proyecto de política pública, debe contar con los recursos suficientes para sostenerse todo el tiempo para el que se ha programado. La aniquilación de Escuelas de Tiempo Completo es evidente en los hechos, no se destinan recursos suficientes para su operación y con ello se convierte en sólo un papel, o un pdf, según su medio de lectura.

Escuelas de Tiempo Completo es un programa que nació en el 2007 para “ mejorar las oportunidades de aprendizaje de los alumnos de educación básica mediante la ampliación del horario escolar”, según se decía para justificar el proyecto trazado por la Secretaría de Educación Pública, entonces en manos de Josefina Vázquez Mota, y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (el doble sentido es intencional).

Con la manía revisionista del actual régimen para prácticamente todos los programas del pasado reciente en cualquier sector de la administración pública, se han cancelado, sólo en educación, más de una decena de políticas que beneficiaban a diversos sectores. Frente al número de víctimas inocentes de la cuarta transformación, cancelar Escuelas de Tiempo Completo no tendría que generar tanto drama. Podría acusarse de corrupción en el manejo de los recursos, o algo así, como se ha hecho con la cancelación de todo lo que el gobierno federal considera incómodo.

Pero no fue así. Esteban Moctezuma se apresuró a decir que el programa no se cancelaría que cambiarán las reglas de operación y que tendría dinero suficiente para operar. Lo mismo dijo Eliacín, que con la extinción de otros programas había estado tan callado. En los hechos ya está fulminado por la falta de dinero ¿Por qué no decir las cosas como son? Los mismos se dijeron sobre otros programas a los que cambiaron reglas de operación y condenaron al olvido por falta de recursos.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

El Programa Escuelas de Tiempo Completo fue cancelado, luego se dijo que siempre no y hasta se anunció su ampliación, aunque reconocía la autoridad carecer de recursos para el mismo. Ayer se notificó a mandos medios del IEBEM que, dada la falta de dinero, se cancelarían las jornadas ampliadas de cientos de maestros, aunque la autoridad educativa asegura que se seguirá beneficiando a los más de 10 mil alumnos inscritos quienes, por cierto, toman clases a distancia por la pandemia.

La suspensión operará desde noviembre, es decir, se afectarán por lo menos cuatro quincenas de los docentes que recibían un sueldo extra por las horas que dedicaban a atender a los alumnos, lo que sin duda es una falla grave que la autoridad educativa local atribuye a que sólo recibió para Escuelas de Tiempo Completo poco más de 119 millones de pesos, que representan sólo la mitad del dinero para el programa en el año anterior ¿El programa no desaparece? Pues todo indicaría lo contrario, porque más allá de las declaraciones del Secretario de Educación, Esteban Moctezuma, y de la repetición que el director del IEBEM, Eliacín Salgado hiciera de las mismas, la realidad se verifica en hechos, y los hechos son que se está extinguiendo un programa a pesar de que la autoridad lo niegue.

Para que exista cualquier proyecto de política pública, debe contar con los recursos suficientes para sostenerse todo el tiempo para el que se ha programado. La aniquilación de Escuelas de Tiempo Completo es evidente en los hechos, no se destinan recursos suficientes para su operación y con ello se convierte en sólo un papel, o un pdf, según su medio de lectura.

Escuelas de Tiempo Completo es un programa que nació en el 2007 para “ mejorar las oportunidades de aprendizaje de los alumnos de educación básica mediante la ampliación del horario escolar”, según se decía para justificar el proyecto trazado por la Secretaría de Educación Pública, entonces en manos de Josefina Vázquez Mota, y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (el doble sentido es intencional).

Con la manía revisionista del actual régimen para prácticamente todos los programas del pasado reciente en cualquier sector de la administración pública, se han cancelado, sólo en educación, más de una decena de políticas que beneficiaban a diversos sectores. Frente al número de víctimas inocentes de la cuarta transformación, cancelar Escuelas de Tiempo Completo no tendría que generar tanto drama. Podría acusarse de corrupción en el manejo de los recursos, o algo así, como se ha hecho con la cancelación de todo lo que el gobierno federal considera incómodo.

Pero no fue así. Esteban Moctezuma se apresuró a decir que el programa no se cancelaría que cambiarán las reglas de operación y que tendría dinero suficiente para operar. Lo mismo dijo Eliacín, que con la extinción de otros programas había estado tan callado. En los hechos ya está fulminado por la falta de dinero ¿Por qué no decir las cosas como son? Los mismos se dijeron sobre otros programas a los que cambiaron reglas de operación y condenaron al olvido por falta de recursos.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx