/ jueves 28 de octubre de 2021

Gracias, doctoras, doctores, en el Día del Médico

Desde 1937 se decidió que, en México, se celebraría el “Día del Médico” el 23 de octubre. Este año es muy especial para celebrar a los médicos y a los trabajadores de la salud por el trabajo que han realizado por todos nosotros.

En la realización de su trabajo para cuidarnos, prevenirnos y atendernos de la pandemia de Covid-19, al 25 de octubre con información que me fue proporcionada por el Doctor Daniel Madrid, 803 médicos se contagiaron y tristemente fallecieron 40. Busqué sus nombres para conocer y compartir un poco de ellos en su honor, pero estos son confidenciales por una petición de sus familiares. En esta pandemia atendiéndonos, también se contagiaron 1,257 enfermeras y tristemente también fallecieron 13; 709 Otros trabajadores de la salud se contagiaron, 18 de los cuales fallecieron.

Es muy loable pensar que los médicos, enfermeras que pusieron en riesgo su salud y su vida por atendernos, pero no sólo los que tristemente fallecieron, sino también todos aquellos médicos y trabajadores de la salud que se han arriesgado por protegernos y cuidarnos del COVID19, y que lo siguen haciendo.

Los médicos y la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos llegaron a tener una gran reputación nacional hace algunas décadas, porque obtenían los primeros lugares para ser admitidos a diversas especialidades. Llegó también a tener fama de que solo los mejores estudiantes eran admitidos a la UAEM y provenían de los promedios más altos de su generación del bachillerato.

Yo siempre he admirado mucho a las personas que deciden estudiar medicina porque fuera de las propias aspiraciones personales de los futuros médicos, sabemos, y creo que ellas y ellos, doctores y doctoras también lo saben, pero además una vez que lo viven es seguramente una experiencia muy intensa y dramática, desde su propia formación que es tan intensa y de tanto desvelo y sacrificio, admirable. Por estas razones, en varias sociedades del mundo, los médicos van tomando un lugar especial. Podemos entender porque es así.

Leo las historias de los médicos que ya he escuchado de los propios médicos a quienes conozco, como llegan a lo que ellos llaman una zona donde llegan de civiles, se cambian por algún uniforme esterilizado y pasan a otra zona donde te colocas todo el equipo de protección personal y quizás hay alguien que te ayuda y verifica que no tienes huecos y hasta puede que te coloquen una cinta con tu nombre para cumplir con tu turno y retirarte a tu casa y mucho estrés, que no termina cuando llegas a tu casa porque necesitas, una vez más, porque te bañaste en el hospital y lo vuelves a hacer en tu casa y la preocupación del riesgo de contagiar, si es que te infectaste.

Los médicos cuentan con mucho ánimo de los casos que tuvieron un mal desenlace, de aquella persona que parecía con síntomas leves mayor de edad o incluso joven sin las comorbilidades, pero que después de algunos exámenes descubrieron que tenía muy dañado el pulmón y fallecieron a los pocos días. Todo esto es muy triste y lo han vivido nuestros médicos, usted seguramente se enteró que alguna vecina que conocía desde hace muchos años, se contagió de Covid y sorpresiva e inesperadamente falleció. Su esposo, sorprendentemente se contagió, pero no falleció. Lo sentimos tanto. Un psicólogo muy famoso escribió un libro de una sociedad ficticia y utópica en se premiaba con menos días de trabajo y mayor retribución para aquellos puestos y ocupaciones que demandaban más de estas personas por el riesgo o porque no eran agradables, él no lo hizo pero allí seguramente colocaría ad los médicos.

Este 23 de octubre, día de el y la Médico, es muy especial en honrar el riesgo que asumen nuestros médicos y decírselos públicamente. Que lo apreciamos mucho y queremos que la vida los guarde muchos años y que lamentamos mucho porque en este compromiso asumido perdieron la vida, algunos de ellos incluso muy jóvenes. Larga vida a nuestros médicos y un fuerte abrazo para ellos y su familia.

Desde 1937 se decidió que, en México, se celebraría el “Día del Médico” el 23 de octubre. Este año es muy especial para celebrar a los médicos y a los trabajadores de la salud por el trabajo que han realizado por todos nosotros.

En la realización de su trabajo para cuidarnos, prevenirnos y atendernos de la pandemia de Covid-19, al 25 de octubre con información que me fue proporcionada por el Doctor Daniel Madrid, 803 médicos se contagiaron y tristemente fallecieron 40. Busqué sus nombres para conocer y compartir un poco de ellos en su honor, pero estos son confidenciales por una petición de sus familiares. En esta pandemia atendiéndonos, también se contagiaron 1,257 enfermeras y tristemente también fallecieron 13; 709 Otros trabajadores de la salud se contagiaron, 18 de los cuales fallecieron.

Es muy loable pensar que los médicos, enfermeras que pusieron en riesgo su salud y su vida por atendernos, pero no sólo los que tristemente fallecieron, sino también todos aquellos médicos y trabajadores de la salud que se han arriesgado por protegernos y cuidarnos del COVID19, y que lo siguen haciendo.

Los médicos y la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos llegaron a tener una gran reputación nacional hace algunas décadas, porque obtenían los primeros lugares para ser admitidos a diversas especialidades. Llegó también a tener fama de que solo los mejores estudiantes eran admitidos a la UAEM y provenían de los promedios más altos de su generación del bachillerato.

Yo siempre he admirado mucho a las personas que deciden estudiar medicina porque fuera de las propias aspiraciones personales de los futuros médicos, sabemos, y creo que ellas y ellos, doctores y doctoras también lo saben, pero además una vez que lo viven es seguramente una experiencia muy intensa y dramática, desde su propia formación que es tan intensa y de tanto desvelo y sacrificio, admirable. Por estas razones, en varias sociedades del mundo, los médicos van tomando un lugar especial. Podemos entender porque es así.

Leo las historias de los médicos que ya he escuchado de los propios médicos a quienes conozco, como llegan a lo que ellos llaman una zona donde llegan de civiles, se cambian por algún uniforme esterilizado y pasan a otra zona donde te colocas todo el equipo de protección personal y quizás hay alguien que te ayuda y verifica que no tienes huecos y hasta puede que te coloquen una cinta con tu nombre para cumplir con tu turno y retirarte a tu casa y mucho estrés, que no termina cuando llegas a tu casa porque necesitas, una vez más, porque te bañaste en el hospital y lo vuelves a hacer en tu casa y la preocupación del riesgo de contagiar, si es que te infectaste.

Los médicos cuentan con mucho ánimo de los casos que tuvieron un mal desenlace, de aquella persona que parecía con síntomas leves mayor de edad o incluso joven sin las comorbilidades, pero que después de algunos exámenes descubrieron que tenía muy dañado el pulmón y fallecieron a los pocos días. Todo esto es muy triste y lo han vivido nuestros médicos, usted seguramente se enteró que alguna vecina que conocía desde hace muchos años, se contagió de Covid y sorpresiva e inesperadamente falleció. Su esposo, sorprendentemente se contagió, pero no falleció. Lo sentimos tanto. Un psicólogo muy famoso escribió un libro de una sociedad ficticia y utópica en se premiaba con menos días de trabajo y mayor retribución para aquellos puestos y ocupaciones que demandaban más de estas personas por el riesgo o porque no eran agradables, él no lo hizo pero allí seguramente colocaría ad los médicos.

Este 23 de octubre, día de el y la Médico, es muy especial en honrar el riesgo que asumen nuestros médicos y decírselos públicamente. Que lo apreciamos mucho y queremos que la vida los guarde muchos años y que lamentamos mucho porque en este compromiso asumido perdieron la vida, algunos de ellos incluso muy jóvenes. Larga vida a nuestros médicos y un fuerte abrazo para ellos y su familia.