/ martes 25 de septiembre de 2018

Graco Ramírez, enemigo de la UAEM

Hace una semana, las aulas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos quedaron cerradas a cuarenta mil alumnos y es que durante más de un año los profesores han hecho un gran esfuerzo, a pesar de las vejaciones a los derechos, desempeñaron un trabajo por el cual no les pagaban a tiempo o simplemente ni les pagaban, cada día fueron motivados por el gran cariño a la Universidad y a esas generaciones de jóvenes en buscan de superarse y apostar a la premisa de una mayor preparación para obtener mejores oportunidades de vida.

Pero esa noble labor y el gran #OrgulloUAEM, no puede alcanzar cuando hay cerrazón, indiferencia y saña de las autoridades manteniéndose inertes ante la problemática; la necesidad del rescate financiero es multifactorial.

De acuerdo a los datos de la secretaría general, a la Universidad cuesta 6 mil pesos el semestre de cada alumno, pero del presupuesto federal sólo llegan 3 mil, por lo que el déficit era inminente.

Asimismo, de la aportación de municipios llamado PROUAEM hay negativa de los alcaldes para cumplirlo; o cuando volteamos al Gobierno de Morelos, queda documentado en la comparativa del Centro de Investigación Morelos Rinde Cuentas, los faltantes en el cálculo de recursos, toda vez que al hacer el presupuesto para la máxima casa de estudios de la Entidad, sólo se ha proyectado lo aprobado al inicio, sin embargo al finalizar el año, ejercen más de lo dicho, por lo cual el porcentaje otorgado no es sobre el total sino sobre una fracción; según la estimación durante estos seis años, la diferencia de haber calculado sobre el total ejercido, habría ascendido a los 1600 millones de pesos, justo la cifra hoy requerida.

El Gobernador Graco Ramírez ha sido un enemigo de la Universidad, no sólo de su entonces Rector Alejandro Vera, sino de toda la comunidad, pues cuando se vio influido por asuntos personales, la revancha fue contra todos los que integran la UAEM; comenzó con las retenciones de recursos para apostarle al desgaste de Vera Jiménez, esto provocó a cualquier trabajador con retenciones de INFONAVIT, seguros de automóviles u otros fueran retrasados en sus pagos y les cobraran intereses moratorios.

Al principio de la administración anunciaron altopresupuesto para UAEM; Esto derivó en la ampliación de la matrícula, los alumnos pasaron de ser 20 mil a 43 mil, las sedes universitarias se expandieron por todo el territorio morelense; la apuesta porque más jóvenes tengan oportunidad de estudiar una carrera es plausible, el problema es no tener garantizados los fondos económicos para soportar dicho crecimiento.

A su vez, las demandas por las fosas clandestinas, las marchas por los intentos de obstruir la autonomía universitaria y todo lo que retrate las fracturas en la relación entre Graco Ramírez y Alejandro Vera, se tradujeron en la urgencia por el cambio en rectoría; eso sería la clave para superar todos los problemas financieros “decían”.

Así, en el marco de los festejos por el Día del Maestro, el aún Gobernador fue recibido en el evento del Sindicato Académico, aún y con todo el historial descrito fue aplaudido porque se comprometió a efectuar el rescate financiero antes de culminar su administración; pero estábamos en tiempos de campaña y prometer no empobrece, nada se cumplió y miles atestiguaron la burla hecha por el mandatario, al decirse invitado por Gustavo Urquiza para incorporarse como profesor en enero.

A unos días de terminar la administración de Graco Ramírez, estalló una huelga que retrata el desorden vivido durante estos seis años, la manera de gobernar encaminada a favorecer a sus aliados y aplastar a quienes resultaron ser oposición de su gobierno.

El saldo, la única universidad en huelga, 6 mil trabajadores entre administrativos y académicos con sus familias en la zozobra por no percibir salarios ya devengados y 43 mil alumnos de universidad y preparatorias que hoy ven en peligro la pérdida de su semestre y la suspensión del conocimiento.

¿Qué viene? El primer gran reto para la administración de Cuauhtémoc Blanco, es el momento de demostrar capacidad para gestionar los recursos ante la federación y hacer de la educación un pilar de su gobierno; mas no podemos esperar demasiado, cada día se pierden clases, es afectada la economía alrededor de las sedes universitarias y dejan en riesgo los programas de investigación de calidad a nivel nacional; las acciones deben ser contundentes desde el primer instante en que rinda protesta.

Hace una semana, las aulas de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos quedaron cerradas a cuarenta mil alumnos y es que durante más de un año los profesores han hecho un gran esfuerzo, a pesar de las vejaciones a los derechos, desempeñaron un trabajo por el cual no les pagaban a tiempo o simplemente ni les pagaban, cada día fueron motivados por el gran cariño a la Universidad y a esas generaciones de jóvenes en buscan de superarse y apostar a la premisa de una mayor preparación para obtener mejores oportunidades de vida.

Pero esa noble labor y el gran #OrgulloUAEM, no puede alcanzar cuando hay cerrazón, indiferencia y saña de las autoridades manteniéndose inertes ante la problemática; la necesidad del rescate financiero es multifactorial.

De acuerdo a los datos de la secretaría general, a la Universidad cuesta 6 mil pesos el semestre de cada alumno, pero del presupuesto federal sólo llegan 3 mil, por lo que el déficit era inminente.

Asimismo, de la aportación de municipios llamado PROUAEM hay negativa de los alcaldes para cumplirlo; o cuando volteamos al Gobierno de Morelos, queda documentado en la comparativa del Centro de Investigación Morelos Rinde Cuentas, los faltantes en el cálculo de recursos, toda vez que al hacer el presupuesto para la máxima casa de estudios de la Entidad, sólo se ha proyectado lo aprobado al inicio, sin embargo al finalizar el año, ejercen más de lo dicho, por lo cual el porcentaje otorgado no es sobre el total sino sobre una fracción; según la estimación durante estos seis años, la diferencia de haber calculado sobre el total ejercido, habría ascendido a los 1600 millones de pesos, justo la cifra hoy requerida.

El Gobernador Graco Ramírez ha sido un enemigo de la Universidad, no sólo de su entonces Rector Alejandro Vera, sino de toda la comunidad, pues cuando se vio influido por asuntos personales, la revancha fue contra todos los que integran la UAEM; comenzó con las retenciones de recursos para apostarle al desgaste de Vera Jiménez, esto provocó a cualquier trabajador con retenciones de INFONAVIT, seguros de automóviles u otros fueran retrasados en sus pagos y les cobraran intereses moratorios.

Al principio de la administración anunciaron altopresupuesto para UAEM; Esto derivó en la ampliación de la matrícula, los alumnos pasaron de ser 20 mil a 43 mil, las sedes universitarias se expandieron por todo el territorio morelense; la apuesta porque más jóvenes tengan oportunidad de estudiar una carrera es plausible, el problema es no tener garantizados los fondos económicos para soportar dicho crecimiento.

A su vez, las demandas por las fosas clandestinas, las marchas por los intentos de obstruir la autonomía universitaria y todo lo que retrate las fracturas en la relación entre Graco Ramírez y Alejandro Vera, se tradujeron en la urgencia por el cambio en rectoría; eso sería la clave para superar todos los problemas financieros “decían”.

Así, en el marco de los festejos por el Día del Maestro, el aún Gobernador fue recibido en el evento del Sindicato Académico, aún y con todo el historial descrito fue aplaudido porque se comprometió a efectuar el rescate financiero antes de culminar su administración; pero estábamos en tiempos de campaña y prometer no empobrece, nada se cumplió y miles atestiguaron la burla hecha por el mandatario, al decirse invitado por Gustavo Urquiza para incorporarse como profesor en enero.

A unos días de terminar la administración de Graco Ramírez, estalló una huelga que retrata el desorden vivido durante estos seis años, la manera de gobernar encaminada a favorecer a sus aliados y aplastar a quienes resultaron ser oposición de su gobierno.

El saldo, la única universidad en huelga, 6 mil trabajadores entre administrativos y académicos con sus familias en la zozobra por no percibir salarios ya devengados y 43 mil alumnos de universidad y preparatorias que hoy ven en peligro la pérdida de su semestre y la suspensión del conocimiento.

¿Qué viene? El primer gran reto para la administración de Cuauhtémoc Blanco, es el momento de demostrar capacidad para gestionar los recursos ante la federación y hacer de la educación un pilar de su gobierno; mas no podemos esperar demasiado, cada día se pierden clases, es afectada la economía alrededor de las sedes universitarias y dejan en riesgo los programas de investigación de calidad a nivel nacional; las acciones deben ser contundentes desde el primer instante en que rinda protesta.

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