/ viernes 27 de marzo de 2020

Inversiones y futuro

Las invitaciones para que una planta cervecera, Constellation Brands, se instale en el país abundan después de que el proyecto fue detenido de forma extralegal por una consulta ciudadana en Mexicali. Nayarit es uno de los estados que levantó la mano ya para ofrecer facilidades a los industriales y Morelos bien podría acercarse, de acuerdo con algunos analistas, siempre que la empresa garantizara solución a los problemas que el uso del agua significan y, por supuesto, que el estado ofreciera certeza jurídica a proyectos de ese tipo. La primera condición es mucho más sencilla, por cierto, que la segunda.

Porque tendríamos que reconocer que, con tres proyectos de gran envergadura detenidos por la oposición de grupos de presuntos ambientalistas y defensores de la tierra, el estado no parece ser una tierra de oportunidades y la anfitrionía que presume en los eslóganes del gobierno estatal se convierte un remate publicitario bastante simplón, en tanto el anfitrión parece incapaz de contener a quienes insisten en rechazar, a pesar de todo, los proyectos que podrían potenciar el desarrollo del estado.

La urgencia por consolidar los proyectos económicos que, desde hace muchos meses se mantienen detenidos por la oposición de grupos ¿profesionales? de activistas; mientras las autoridades tratan de “negociar” con el rechazo tajante, duro, irracional, de algunos, y las reservas científicas de algunos otros. Pero la certeza jurídica y operativa para los inversionistas sigue siendo la misma, o sea prácticamente ninguna. Ferrocarril, mina, termoeléctrica, y antes parques industriales, campos de golf, desarrollos turísticos, y hasta ampliaciones de tramos carreteros, han enfrentado la oposición de pobladores, algunos han tenido que cerrar, otros aún tienen posibilidades (muy grandes porque cumplen con el marco jurídico) de operar.

La administración de Cuauhtémoc Blanco tiene la gran oportunidad de liberar al desarrollo del estado de seguir siendo rehén de grupos opositores que operan bajo el manto de falsos ambientalismos, de conservacionismos trasnochados, y potenciar ya la economía y el empleo. Los proyectos ya existen, hay obras, programas de trabajo, inversiones listas, basta ofrecer las garantías para que inicien operaciones; la termoeléctrica, nos dicen, podría empezar a operar casi de inmediato, la minera en unos meses y el Ferrosur llevaría un poco más de tiempo. Pero los tres grandes proyectos de inversión, conseguidos antes de la gestión de este gabinete podrían servir para reforzar la imagen del gobernador como un promotor real de las inversiones.

Permitir la fuga de esos capitales, la caída de la inversión actual y las que podrían venir en el futuro cercano, sería fatal para la imagen de un gobierno que pretende consolidarse como el que rescató a Morelos, pero mucho peor, sería negarle el futuro a otra generación de morelenses que verán cómo continúa el deterioro de la economía y la sociedad morelense. En medio de una crisis económica como la que se profundiza con la actual pandemia, pensar en el futuro y la recuperación es imperativo. No es hora de pleitos.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Las invitaciones para que una planta cervecera, Constellation Brands, se instale en el país abundan después de que el proyecto fue detenido de forma extralegal por una consulta ciudadana en Mexicali. Nayarit es uno de los estados que levantó la mano ya para ofrecer facilidades a los industriales y Morelos bien podría acercarse, de acuerdo con algunos analistas, siempre que la empresa garantizara solución a los problemas que el uso del agua significan y, por supuesto, que el estado ofreciera certeza jurídica a proyectos de ese tipo. La primera condición es mucho más sencilla, por cierto, que la segunda.

Porque tendríamos que reconocer que, con tres proyectos de gran envergadura detenidos por la oposición de grupos de presuntos ambientalistas y defensores de la tierra, el estado no parece ser una tierra de oportunidades y la anfitrionía que presume en los eslóganes del gobierno estatal se convierte un remate publicitario bastante simplón, en tanto el anfitrión parece incapaz de contener a quienes insisten en rechazar, a pesar de todo, los proyectos que podrían potenciar el desarrollo del estado.

La urgencia por consolidar los proyectos económicos que, desde hace muchos meses se mantienen detenidos por la oposición de grupos ¿profesionales? de activistas; mientras las autoridades tratan de “negociar” con el rechazo tajante, duro, irracional, de algunos, y las reservas científicas de algunos otros. Pero la certeza jurídica y operativa para los inversionistas sigue siendo la misma, o sea prácticamente ninguna. Ferrocarril, mina, termoeléctrica, y antes parques industriales, campos de golf, desarrollos turísticos, y hasta ampliaciones de tramos carreteros, han enfrentado la oposición de pobladores, algunos han tenido que cerrar, otros aún tienen posibilidades (muy grandes porque cumplen con el marco jurídico) de operar.

La administración de Cuauhtémoc Blanco tiene la gran oportunidad de liberar al desarrollo del estado de seguir siendo rehén de grupos opositores que operan bajo el manto de falsos ambientalismos, de conservacionismos trasnochados, y potenciar ya la economía y el empleo. Los proyectos ya existen, hay obras, programas de trabajo, inversiones listas, basta ofrecer las garantías para que inicien operaciones; la termoeléctrica, nos dicen, podría empezar a operar casi de inmediato, la minera en unos meses y el Ferrosur llevaría un poco más de tiempo. Pero los tres grandes proyectos de inversión, conseguidos antes de la gestión de este gabinete podrían servir para reforzar la imagen del gobernador como un promotor real de las inversiones.

Permitir la fuga de esos capitales, la caída de la inversión actual y las que podrían venir en el futuro cercano, sería fatal para la imagen de un gobierno que pretende consolidarse como el que rescató a Morelos, pero mucho peor, sería negarle el futuro a otra generación de morelenses que verán cómo continúa el deterioro de la economía y la sociedad morelense. En medio de una crisis económica como la que se profundiza con la actual pandemia, pensar en el futuro y la recuperación es imperativo. No es hora de pleitos.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx