/ jueves 4 de agosto de 2022

Los recursos naturales y la supervivencia humana

Garantizar el acceso a agua de calidad para todos es uno de los principales desafíos de las políticas públicas, el tema debe ocupar un lugar central dentro de toda agenda pública y privada.

Tratada culturalmente como un bien infinito, el agua es uno de los recursos naturales que más señales ha dado de no sobrevivir por mucho tiempo a las intervenciones humanas en el medio ambiente y al cambio climático.

En varias regiones del país ya se están sintiendo distintos impactos, como escasez, desaparición de manantiales y ríos, aumento de la contaminación del agua. Los expertos advierten que los problemas podrían empeorar si no se toman medidas urgentes y si la sociedad no cambia su percepción y comportamiento en relación a los recursos naturales.

A nivel global, el desafío es contener el aumento de la temperatura climática, factor que genera olas de calor y sequías extremas que afectan la disponibilidad de agua. El informe especial del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, publicado recientemente, muestra que si la temperatura global sube por encima de 1.5°C, más de 350 millones de personas en todo el mundo estarán expuestas para 2050 a periodos severos de sequía.

Los expertos señalan que una de las principales causas de la crisis del agua es el inadecuado uso del suelo. En el oriente de nuestro estado uno de los principales puntos de expansión de la agricultura, esta actividad utiliza cerca del 70% del agua consumida en Morelos.

Como resultado del avance de la frontera agrícola se generan daños a los ecosistemas. Los efectos de la ausencia de vegetación autóctona para proteger el suelo ya se perciben principalmente en la disminución del caudal de los ríos y en la escasez de agua para el abastecimiento urbano.

Por otra parte, el cambio de uso de suelo ha cambiado y el ciclo del agua, lo que significa que tenemos menos agua en los ríos, es decir, éstos están muy colmados y hay menos disponibilidad de lluvia.

Así que el ciclo del agua está colapsando, la contribución del potencial pluvial a importantes cuencas hidrográficas de Morelos, disminuirá mucho si este proceso de deforestación continúa en este nivel.

El problema de la deforestación en amplias zonas de la entidad no solo afecta a las comunidades locales, que ya reportan dificultades en la siembra, sino también a otras regiones. Los biomas y ecosistemas están todos interconectados. La deforestación afecta la lluvia que cae en las diversas regiones.

El desafío de garantizar el funcionamiento del ciclo hidrológico natural también incide en el mantenimiento de los acuíferos subterráneos. Es reprobable que el tema no haya sido destacado en el debate público y en la agenda electoral; para evitar la próxima crisis, es necesario crear un modelo de gestión de las aguas subterráneas.

Otro problema que conduce a la escasez de agua es la precaria estructura de saneamiento. Considerando las metas establecidas por los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, una de las principales preocupaciones con respecto al agua es garantizar el saneamiento universal.

Hay amplios sectores de la población que aún no tienen acceso a agua tratada y el sistema de abastecimiento de agua potable genera el 57% de las pérdidas, en promedio. La falta de tratamiento de aguas residuales compromete miles de kilómetros de ríos que reciben desechos.

Para regularizar la situación, serían necesarios millones de pesos en inversiones en recolección y tratamiento de aguas residuales hasta 2035.

Estos son objetivos fundamentales, que requerirán un nivel de inversión, compromiso de los agentes públicos y desarrollo de tecnologías. Pero, de nada sirve invertir en saneamiento y tener que ir a buscar agua cada vez más lejos por la deforestación.

Todos estos problemas solo se resolverán cuando los gobiernos y la sociedad cambien su percepción sobre la importancia de los recursos naturales para la supervivencia humana.

Garantizar el acceso a agua de calidad para todos es uno de los principales desafíos de las políticas públicas, el tema debe ocupar un lugar central dentro de toda agenda pública y privada.

Tratada culturalmente como un bien infinito, el agua es uno de los recursos naturales que más señales ha dado de no sobrevivir por mucho tiempo a las intervenciones humanas en el medio ambiente y al cambio climático.

En varias regiones del país ya se están sintiendo distintos impactos, como escasez, desaparición de manantiales y ríos, aumento de la contaminación del agua. Los expertos advierten que los problemas podrían empeorar si no se toman medidas urgentes y si la sociedad no cambia su percepción y comportamiento en relación a los recursos naturales.

A nivel global, el desafío es contener el aumento de la temperatura climática, factor que genera olas de calor y sequías extremas que afectan la disponibilidad de agua. El informe especial del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, publicado recientemente, muestra que si la temperatura global sube por encima de 1.5°C, más de 350 millones de personas en todo el mundo estarán expuestas para 2050 a periodos severos de sequía.

Los expertos señalan que una de las principales causas de la crisis del agua es el inadecuado uso del suelo. En el oriente de nuestro estado uno de los principales puntos de expansión de la agricultura, esta actividad utiliza cerca del 70% del agua consumida en Morelos.

Como resultado del avance de la frontera agrícola se generan daños a los ecosistemas. Los efectos de la ausencia de vegetación autóctona para proteger el suelo ya se perciben principalmente en la disminución del caudal de los ríos y en la escasez de agua para el abastecimiento urbano.

Por otra parte, el cambio de uso de suelo ha cambiado y el ciclo del agua, lo que significa que tenemos menos agua en los ríos, es decir, éstos están muy colmados y hay menos disponibilidad de lluvia.

Así que el ciclo del agua está colapsando, la contribución del potencial pluvial a importantes cuencas hidrográficas de Morelos, disminuirá mucho si este proceso de deforestación continúa en este nivel.

El problema de la deforestación en amplias zonas de la entidad no solo afecta a las comunidades locales, que ya reportan dificultades en la siembra, sino también a otras regiones. Los biomas y ecosistemas están todos interconectados. La deforestación afecta la lluvia que cae en las diversas regiones.

El desafío de garantizar el funcionamiento del ciclo hidrológico natural también incide en el mantenimiento de los acuíferos subterráneos. Es reprobable que el tema no haya sido destacado en el debate público y en la agenda electoral; para evitar la próxima crisis, es necesario crear un modelo de gestión de las aguas subterráneas.

Otro problema que conduce a la escasez de agua es la precaria estructura de saneamiento. Considerando las metas establecidas por los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, una de las principales preocupaciones con respecto al agua es garantizar el saneamiento universal.

Hay amplios sectores de la población que aún no tienen acceso a agua tratada y el sistema de abastecimiento de agua potable genera el 57% de las pérdidas, en promedio. La falta de tratamiento de aguas residuales compromete miles de kilómetros de ríos que reciben desechos.

Para regularizar la situación, serían necesarios millones de pesos en inversiones en recolección y tratamiento de aguas residuales hasta 2035.

Estos son objetivos fundamentales, que requerirán un nivel de inversión, compromiso de los agentes públicos y desarrollo de tecnologías. Pero, de nada sirve invertir en saneamiento y tener que ir a buscar agua cada vez más lejos por la deforestación.

Todos estos problemas solo se resolverán cuando los gobiernos y la sociedad cambien su percepción sobre la importancia de los recursos naturales para la supervivencia humana.