/ jueves 16 de junio de 2022

Jumbo, el elefante que inspiró a Disney para crear a Dumbo

Procedente de África, Jumbo, el elefante gigantón o el “rey de los elefantes”, arribó a la capital británica en 1865. De inmediato, su tamaño, de casi cuatro metros de altura, acaparó los reflectores de la prensa, quienes lo catapultaron mundialmente hasta convertirlo en toda una estrella.

Jumbo fue capturado desde muy temprana edad, en el continente africano. Luego, fue transportado a un zoológico parisino, en el que vivió y creció durante tres años.

Después, fue vendido al zoológico de Londres. Cuando el mamífero llegó a su segundo hogar, se encontraba en pésimas condiciones.

Matthew Scott, quien se convirtió en el cuidador del elefante, relató que cuando Jumbo arribó, estaba infestado de parásitos, aspecto delgado y con larvas que se alimentaban de sus ojos.

Era evidente. El elefante padecía de ciertos traumas. Entonces, cómo pudo convivir entre las multitudes o cómo se adaptó a simpatizar con la humanidad. Jumbo fue domado bajo un método poco inusual.

Sus anteriores cuidadores trataron de remover todos sus males con galletas remojadas en alcohol, para domesticarlo y volverlo dócil.

Tras varios meses de recuperación, Jumbo fue presentado ante la multitud como una de las principales atracciones del parque londinense. Poco a poco, fue ganando admiradores de todas estaturas.

Desde luego, muchos niños e incluso adultos montaron en el lomo de Jumbo, en paseos controlados.

Fue tan famoso en su tiempo que hasta los hijos de la Reina Victoria llegaron a montarlo. Realmente, este paquidermo regaló felicidad pura a los infantes ingleses, quienes tuvieron la oportunidad de “andar en Jumbo”.

Pero, su carácter en apariencia sumiso, fue cambiando al grado de estresarse. En especial, por soportar el peso de cientos de personas cada día.

// Jumbo un peligro para la multitud //

Acciones que convirtieron a Jumbo en un peligro para la multitud y para sí mismo, ya que en muchas ocasiones llegó a romper las barricadas que los contenían, golpeándose contra ellas, de modo que logró lastimar sus colmillos.

Scott, su cuidador, aumentó las dosis de whisky. No obstante, el director del

zoológico tenía incertidumbre respecto al futuro del animal. Por lo que compró un arma en caso de que en algún momento se presentara un ataque.

Finalmente, para evitar tragedias mayores, fue vendido en 1882 al empresario estadounidense Phineas Taylor Barnum, por la cantidad de 10 mil dólares.

Como era de esperarse, el traslado del majestuoso animal fue caótico. Jumbo viajó con su antiguo cuidador, Matthew Scott, para mantenerlo bajo control.

// Sensación circense por conocer al elefante más grande del mundo //

Con bombo y platillo, Jumbo fue anunciado en el circo como el elefante más grande del mundo, aunque poseía estatura media, fue una gran estrategia de marketing que funcionó a los bolsillos de Phineas Taylor.

Durante tres años, Jumbo fue llevado a varias giras por Norteamérica. A sus 24 años, Jumbo, padecía configuraciones óseas, que sólo se ven en elefantes de 40 o 50 años. Todas, provocadas por los duros trabajos que tuvo que cumplir desde que se encontraba en el zoológico.

Una de las giras más costosas que pagó el empresario estadounidense fue la que realizó con la Sangers Royal British Menagerie and Gran International Alliede Shows, pues desembolsó una cantidad exorbitante como costo de transporte, debido a que hizo que Jumbo viajase junto a un elefante enano llamado Tom Thumb en un coche palacio de construcción propia.

Sin embargo, recuperó muy rápido lo invertido, de las visitas de los niños que se subían al lomo, recibió ganancias de medio millón de dólares en tres años.

// Triste y trágico desenlace //

El 15 de septiembre de 1885, con apenas 24 años, Jumbo murió atropellado por un tren en la estación St. Thomas Ontario. En apariencia, fue un error en el cambio de agujas, la locomotora y dos vagones se descarrilaron, llevándose al maquinista y al elefante.

Tras su muerte, su cuerpo fue embalsamado y guardado en la Universidad Tuffs en Massachussetts. Pero, un incendio destruyó los restos, y solo quedó la cola.

// Elefantes retirados //

Tal vez pensemos que la historia de Jumbo está muy alejada de la realidad actual que viven muchos animales, en especial los que trabajan en circos, donde es común que sean objeto de atropellos, abusos y explotación laboral.

Les cuento que en Tenessee, Estados Unidos, existe un santuario para elefantes “jubilados” de circos, y en muchos de ellos se observa colmillos gastados por frotarlos constantemente en señal de agitación y estrés.

// Maltrato animal //

Hay cientos de relatos como Jumbo, pues a los animales explotados de los circos se les obliga a realizar ciertos movimientos o a que ejecuten ciertas “actuaciones artísticas”, empero, lo que este tipo de espectáculos deja en ellos son secuelas físicas y psicológicas que ponen en riesgo su vida.

Según la Asociación de Defensa de Derecho Animal (ADDA), los circos con animales suponen “una agresión física y psicológica, a través de duras técnicas en las que se les fuerza a actuar de forma contraria a como lo harían en la naturaleza”.

En México, el Congreso de la Unión sometió a consideración que en la República Mexicana sea tipificado como delito el maltrato animal.

De esta forma, en el Código Penal de Morelos, en el artículo 327 establece sanciones por delitos contra la integridad y dignidad de los animales domésticos, señala: "al que cometa actos de maltrato o crueldad en contra de cualquier especie de animal doméstico provocándole la muerte, se le impondrán de seis meses a un año de semilibertad. En caso de reincidencia o que concurra alguna de las circunstancias siguientes, se le impondrán de seis meses a un año de prisión".

// Jumbo, el elefante que dejó historia //

Como dato curioso, el elefante es considerado uno de los más famosos de la historia, y por ello, su nombre se convirtió en sinónimo de grande. De ahí a que muchos productos que encontramos en las tiendas de autoservicio, sean catalogados como “jumbo”, al ser una presentación más grande a la usual.

Indiscutiblemente, la historia de Jumbo llegó al séptimo arte, creando uno de los filmes más recordados de Disney, “Dumbo”, que relata las aventuras de un pequeño elefante volador.


Procedente de África, Jumbo, el elefante gigantón o el “rey de los elefantes”, arribó a la capital británica en 1865. De inmediato, su tamaño, de casi cuatro metros de altura, acaparó los reflectores de la prensa, quienes lo catapultaron mundialmente hasta convertirlo en toda una estrella.

Jumbo fue capturado desde muy temprana edad, en el continente africano. Luego, fue transportado a un zoológico parisino, en el que vivió y creció durante tres años.

Después, fue vendido al zoológico de Londres. Cuando el mamífero llegó a su segundo hogar, se encontraba en pésimas condiciones.

Matthew Scott, quien se convirtió en el cuidador del elefante, relató que cuando Jumbo arribó, estaba infestado de parásitos, aspecto delgado y con larvas que se alimentaban de sus ojos.

Era evidente. El elefante padecía de ciertos traumas. Entonces, cómo pudo convivir entre las multitudes o cómo se adaptó a simpatizar con la humanidad. Jumbo fue domado bajo un método poco inusual.

Sus anteriores cuidadores trataron de remover todos sus males con galletas remojadas en alcohol, para domesticarlo y volverlo dócil.

Tras varios meses de recuperación, Jumbo fue presentado ante la multitud como una de las principales atracciones del parque londinense. Poco a poco, fue ganando admiradores de todas estaturas.

Desde luego, muchos niños e incluso adultos montaron en el lomo de Jumbo, en paseos controlados.

Fue tan famoso en su tiempo que hasta los hijos de la Reina Victoria llegaron a montarlo. Realmente, este paquidermo regaló felicidad pura a los infantes ingleses, quienes tuvieron la oportunidad de “andar en Jumbo”.

Pero, su carácter en apariencia sumiso, fue cambiando al grado de estresarse. En especial, por soportar el peso de cientos de personas cada día.

// Jumbo un peligro para la multitud //

Acciones que convirtieron a Jumbo en un peligro para la multitud y para sí mismo, ya que en muchas ocasiones llegó a romper las barricadas que los contenían, golpeándose contra ellas, de modo que logró lastimar sus colmillos.

Scott, su cuidador, aumentó las dosis de whisky. No obstante, el director del

zoológico tenía incertidumbre respecto al futuro del animal. Por lo que compró un arma en caso de que en algún momento se presentara un ataque.

Finalmente, para evitar tragedias mayores, fue vendido en 1882 al empresario estadounidense Phineas Taylor Barnum, por la cantidad de 10 mil dólares.

Como era de esperarse, el traslado del majestuoso animal fue caótico. Jumbo viajó con su antiguo cuidador, Matthew Scott, para mantenerlo bajo control.

// Sensación circense por conocer al elefante más grande del mundo //

Con bombo y platillo, Jumbo fue anunciado en el circo como el elefante más grande del mundo, aunque poseía estatura media, fue una gran estrategia de marketing que funcionó a los bolsillos de Phineas Taylor.

Durante tres años, Jumbo fue llevado a varias giras por Norteamérica. A sus 24 años, Jumbo, padecía configuraciones óseas, que sólo se ven en elefantes de 40 o 50 años. Todas, provocadas por los duros trabajos que tuvo que cumplir desde que se encontraba en el zoológico.

Una de las giras más costosas que pagó el empresario estadounidense fue la que realizó con la Sangers Royal British Menagerie and Gran International Alliede Shows, pues desembolsó una cantidad exorbitante como costo de transporte, debido a que hizo que Jumbo viajase junto a un elefante enano llamado Tom Thumb en un coche palacio de construcción propia.

Sin embargo, recuperó muy rápido lo invertido, de las visitas de los niños que se subían al lomo, recibió ganancias de medio millón de dólares en tres años.

// Triste y trágico desenlace //

El 15 de septiembre de 1885, con apenas 24 años, Jumbo murió atropellado por un tren en la estación St. Thomas Ontario. En apariencia, fue un error en el cambio de agujas, la locomotora y dos vagones se descarrilaron, llevándose al maquinista y al elefante.

Tras su muerte, su cuerpo fue embalsamado y guardado en la Universidad Tuffs en Massachussetts. Pero, un incendio destruyó los restos, y solo quedó la cola.

// Elefantes retirados //

Tal vez pensemos que la historia de Jumbo está muy alejada de la realidad actual que viven muchos animales, en especial los que trabajan en circos, donde es común que sean objeto de atropellos, abusos y explotación laboral.

Les cuento que en Tenessee, Estados Unidos, existe un santuario para elefantes “jubilados” de circos, y en muchos de ellos se observa colmillos gastados por frotarlos constantemente en señal de agitación y estrés.

// Maltrato animal //

Hay cientos de relatos como Jumbo, pues a los animales explotados de los circos se les obliga a realizar ciertos movimientos o a que ejecuten ciertas “actuaciones artísticas”, empero, lo que este tipo de espectáculos deja en ellos son secuelas físicas y psicológicas que ponen en riesgo su vida.

Según la Asociación de Defensa de Derecho Animal (ADDA), los circos con animales suponen “una agresión física y psicológica, a través de duras técnicas en las que se les fuerza a actuar de forma contraria a como lo harían en la naturaleza”.

En México, el Congreso de la Unión sometió a consideración que en la República Mexicana sea tipificado como delito el maltrato animal.

De esta forma, en el Código Penal de Morelos, en el artículo 327 establece sanciones por delitos contra la integridad y dignidad de los animales domésticos, señala: "al que cometa actos de maltrato o crueldad en contra de cualquier especie de animal doméstico provocándole la muerte, se le impondrán de seis meses a un año de semilibertad. En caso de reincidencia o que concurra alguna de las circunstancias siguientes, se le impondrán de seis meses a un año de prisión".

// Jumbo, el elefante que dejó historia //

Como dato curioso, el elefante es considerado uno de los más famosos de la historia, y por ello, su nombre se convirtió en sinónimo de grande. De ahí a que muchos productos que encontramos en las tiendas de autoservicio, sean catalogados como “jumbo”, al ser una presentación más grande a la usual.

Indiscutiblemente, la historia de Jumbo llegó al séptimo arte, creando uno de los filmes más recordados de Disney, “Dumbo”, que relata las aventuras de un pequeño elefante volador.