Muchas cosas para el análisis surgen del estudio disponible en www.consulta.mx “Estado de Morelos, tendencias electorales, mayo 2018”, que Consulta Mitofsky realizó en la entidad entre el 11 y el 14 de mayo. Igual que otros instrumentos que han sido publicados en diversos medios de comunicación, la delantera en la contienda la lleva Cuauhtémoc Blanco de Juntos Haremos Historia (Morena-PT-PES) con 35.5 por ciento de la intención de voto; su más cercano competidor es Víctor Manuel Caballero Solano de al Frente por Morelos (PAN-MC) con el 19.5 por ciento, y con un 21.6 por ciento de encuestados que no declaran preferencia. Adicionalmente, sólo el 60 por ciento de la muestra dice estar ya seguro de su voto. Es decir, a pesar de la bastante clara ventaja que mantiene el ex futbolista en las preferencias electorales, aún no es considerable citar a Plutarco con aquellos de “alea iacta est” (“la suerte está echada” para los hijos de la reforma educativa gordillista).
De hecho, con la tasa altísima de no respuesta a la pregunta electoral, 25.2 por ciento, y la tasa de rechazo de 49.9 por ciento, no es sencillo prefigurar cómo acabará el proceso electoral. En todo caso, las encuestas tienen un valor de orientación sobre cómo está la opinión pública en un momento determinado. En este caso, cómo estaba entre el 11 y 14 de mayo pasados. Y aunque la medición de Mitofsky tiene ya más de una semana, es prudente hacer notar que pocas cosas espectaculares han ocurrido como para influir demasiado en la opinión pública.
Los equipos de campaña de Caballero y de Blanco Bravo han empezado a considerar, con alguna razón, que la elección se cerrará entre esos dos candidatos en las últimas semanas de la contienda. Esto no quitará que el resto de los candidatos busquen crecer en las preferencias, que según la encuestadora tienen a Jorge Meade del PRI en tercero con 9.9; Nadia Luz Lara, Verde Ecologista en cuarto con 5.4 (lo que le garantizaría el registro local al PVEM); Rodrigo Gayosso de Juntos por Morelos, (PRD-PSD) con el 4.6; Fidel Demédicis Hidalgo, independiente, con el 2.4, Alejandro Vera, Nueva Alianza con 1.2; y Mario Rojas Alba, Humanista, 0.9 por ciento; aunque pocos apuestan a que alguno de ellos tenga oportunidades de volver a la contienda, y justo esta idea es la que podría cerrar la contienda entre los dos aspirantes punteros, lo que podría convertir una elección que se percibía muy inclinada para un lado, en una contienda.
Dato curioso es que en los tres rubros de problemas que ubica el estudio, estatal, familiar y de servicios públicos, los morelenses siguen identificando como el principal problema la inseguridad, seguido del desempleo, la crisis económica y sólo hasta el cuarto lugar la corrupción, cuyo combate parece ser el ritornello del único discurso de Cuauhtémoc Blanco. Probablemente ello explique el que Blanco Bravo no sobrepase el rango del 30 al 35 por ciento en ninguna de las encuestas que han sido publicadas a la fecha.
Faltan aún acontecimientos que podrían meter en problemas a Blanco Bravo, entre ellos los debates que podrían resultar más favorables a otros candidatos desde la opinión más elemental, aunque hay que reconocer que el candidato de Juntos Haremos Historia ha aprendido rápido a elaborar un discurso más o menos articulado y, aparentemente si no lo sacan de su guión, podría no sufrir demasiado en los encuentros con sus adversarios.
Mientras muchos se aprestan para decir que esta es una contienda de dos, lo que es normal en casi todas las democracias, el abanico de opciones de va decantando a medida que los electores escuchan propuestas y juzgan a los candidatos por los acontecimientos recientes. Hasta ahora, el más favorecido por todo eso es, aparentemente, Víctor Caballero.
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