/ sábado 27 de noviembre de 2021

La COP26 ¿y el agua?

No puede haber una solución de cambio climático sin agua.

Gonzalo Muñoz, Champion de Alto Nivel de la Naciones Unidas.


Esta frase resume perfectamente el papel fundamental del agua en la lucha contra el cambio climático y en el diseño de las políticas de adaptación en los próximos años.

Según el Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), que se presentó en agosto pasado, el cambio climático está afectando a los patrones de precipitación y se espera que esos efectos se agudicen aún más. Se espera que sigan aumentando el número e intensidad de los ciclones, pero también de las sequías. Las zonas costeras experimentarán un aumento continuo del nivel del mar, por lo que las inundaciones costeras sean más frecuentes y graves en las zonas bajas. Los fenómenos extremos que antes se producían una vez cada 100 años se registrarán con una frecuencia cada vez mayor a finales de este siglo.

Hay muchas y muy evidentes llamadas de atención, el agua es el elemento con mayor alteración derivada del calentamiento global, sin embargo, eso no se reflejó en el programa de trabajo ni en los acuerdos, para decirlo concretamente, el agua no tuvo un lugar relevante en la COP26.

Para aquellos que no están muy enterados de este tema, hace unos días terminó en Glasgow, Escocia, la COP26. ¿Que qué es eso? Permítanme tratar de explicarlo.

En 1992, la ONU organizó un gran evento en Río de Janeiro llamado Cumbre de la Tierra, en el que se adoptó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. En este tratado, las naciones acordaron "estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera" para evitar la peligrosa interferencia de la actividad humana en el sistema climático. En la actualidad, el tratado cuenta con 197 países firmantes, México es uno de ellos.

Desde 1994, año en que entró en vigor el tratado, la ONU reúne cada año a casi todos los países del planeta en Conferencia sobre el cambio climático o "COP", que significa "Conferencia de las Partes". Este año debería haber sido la 27ª cumbre anual, pero debido al COVID-19, el año pasado no se realizó, de ahí que la de este año fue la COP26.

Y poco se logró, a muy pocos dejó convencidos.

Aunque ha habido avances en la lucha contra el calentamiento global, y aunque se mantiene el objetivo de contener el aumento de la temperatura media de la tierra en 1.5 grados, como marca el Acuerdo de París, muchas cuestiones continúan sin resolverse y los compromisos siguen sin tener la suficiente ambición como para alcanzar tal objetivo.

La COP26 tuvo que alargarse un día más de lo previsto, y los casi 200 países reunidos en Glasgow adoptaron finalmente un documento que, según Secretario General de la ONU, António Guterres "Es un paso importante, pero no es suficiente".

Es hora de pasar al "modo de emergencia", dijo el titular de la ONU, poniendo fin a las subvenciones a los combustibles fósiles, eliminando el carbón, poniendo un precio al carbono, protegiendo a las comunidades vulnerables y cumpliendo el compromiso de 100,000 millones de dólares de financiación para el clima.

Guterres también mandó un mensaje para los jóvenes, las comunidades indígenas, las mujeres líderes y todos aquellos que lideran la acción climática. "Sé que están decepcionados. Pero el camino del progreso no siempre es una línea recta. A veces hay desvíos. A veces hay brechas. Pero sé que podemos conseguirlo. Estamos en la lucha de nuestras vidas, y esta lucha debe ganarse. Nunca se rindan. Nunca retrocedan. Sigan empujando hacia adelante". Así debe ser también con el agua.


No puede haber una solución de cambio climático sin agua.

Gonzalo Muñoz, Champion de Alto Nivel de la Naciones Unidas.


Esta frase resume perfectamente el papel fundamental del agua en la lucha contra el cambio climático y en el diseño de las políticas de adaptación en los próximos años.

Según el Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), que se presentó en agosto pasado, el cambio climático está afectando a los patrones de precipitación y se espera que esos efectos se agudicen aún más. Se espera que sigan aumentando el número e intensidad de los ciclones, pero también de las sequías. Las zonas costeras experimentarán un aumento continuo del nivel del mar, por lo que las inundaciones costeras sean más frecuentes y graves en las zonas bajas. Los fenómenos extremos que antes se producían una vez cada 100 años se registrarán con una frecuencia cada vez mayor a finales de este siglo.

Hay muchas y muy evidentes llamadas de atención, el agua es el elemento con mayor alteración derivada del calentamiento global, sin embargo, eso no se reflejó en el programa de trabajo ni en los acuerdos, para decirlo concretamente, el agua no tuvo un lugar relevante en la COP26.

Para aquellos que no están muy enterados de este tema, hace unos días terminó en Glasgow, Escocia, la COP26. ¿Que qué es eso? Permítanme tratar de explicarlo.

En 1992, la ONU organizó un gran evento en Río de Janeiro llamado Cumbre de la Tierra, en el que se adoptó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. En este tratado, las naciones acordaron "estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera" para evitar la peligrosa interferencia de la actividad humana en el sistema climático. En la actualidad, el tratado cuenta con 197 países firmantes, México es uno de ellos.

Desde 1994, año en que entró en vigor el tratado, la ONU reúne cada año a casi todos los países del planeta en Conferencia sobre el cambio climático o "COP", que significa "Conferencia de las Partes". Este año debería haber sido la 27ª cumbre anual, pero debido al COVID-19, el año pasado no se realizó, de ahí que la de este año fue la COP26.

Y poco se logró, a muy pocos dejó convencidos.

Aunque ha habido avances en la lucha contra el calentamiento global, y aunque se mantiene el objetivo de contener el aumento de la temperatura media de la tierra en 1.5 grados, como marca el Acuerdo de París, muchas cuestiones continúan sin resolverse y los compromisos siguen sin tener la suficiente ambición como para alcanzar tal objetivo.

La COP26 tuvo que alargarse un día más de lo previsto, y los casi 200 países reunidos en Glasgow adoptaron finalmente un documento que, según Secretario General de la ONU, António Guterres "Es un paso importante, pero no es suficiente".

Es hora de pasar al "modo de emergencia", dijo el titular de la ONU, poniendo fin a las subvenciones a los combustibles fósiles, eliminando el carbón, poniendo un precio al carbono, protegiendo a las comunidades vulnerables y cumpliendo el compromiso de 100,000 millones de dólares de financiación para el clima.

Guterres también mandó un mensaje para los jóvenes, las comunidades indígenas, las mujeres líderes y todos aquellos que lideran la acción climática. "Sé que están decepcionados. Pero el camino del progreso no siempre es una línea recta. A veces hay desvíos. A veces hay brechas. Pero sé que podemos conseguirlo. Estamos en la lucha de nuestras vidas, y esta lucha debe ganarse. Nunca se rindan. Nunca retrocedan. Sigan empujando hacia adelante". Así debe ser también con el agua.