/ domingo 25 de octubre de 2020

La lejana alianza

La nueva versión del PES tendrá aún que defender la posibilidad de coaligarse para poder ir en alianza con Morena; pero ese es sólo el primer paso en una alianza que podría resultar sumamente costosa a todos sus participantes, aunque probablemente mantendría la simpatía del presidente López Obrador con Hugo Eric Flores y el gobernador de Morelos Cuauhtémoc Blanco (¿Y no se trata sólo de eso la política en el México de la 4t?).

Porque la aduana legal, aunque no simple, puede ser mínima.¿Puede un partido que fue en alianza con otros dos sin completar candidaturas para la mitad de las posiciones mantener su registro y volver a coaligarse? (La pregunta es menos enredada que la realidad). En cambio, todo lo que viene asociado a la construcción de una coalición lo más amplio posible con Morena parece sumamente complicado.

Para empezar, el PES ha oficializado lo que ya se sabía pero no tenía una versión institucional; el poder del grupo de Cuauhtémoc Blanco Bravo y Hugo Eric Flores, no admite aliados más que para reforzar los espacios de poder que busca. Una de las piezas que había permanecido tras bambalinas, Ulises Bravo, hermano del gobernador y jefe de una parte importante del gabinete, será el responsable de coordinar las candidaturas federales. A Ulises se le ve con mucha reserva en las versiones locales de Morena y el Partido del Trabajo, con los que podría integrarse una alianza, la confianza que se ha depositado en el consanguíneo del gobernador de Morelos resta capacidad de diálogo para construir una alianza en la que no interviniera el presidente López Obrador.

En la acera de enfrente, Morena tiene nuevo dirigente nacional, Mario Delgado, que debió aliarse con los opositores a Cuauhtémoc Blanco y el PES para consolidar su triunfo en la ya famosa tercera encuesta. Lucía Meza se supondría la principal beneficiaria con el resultado de la elección de dirigente nacional y es bien conocido el distanciamiento enorme entre la senadora y el gobernador, que tampoco es cercano a otros grupos que mantienen fuerza en el partido en Morelos.

Un triunfo de Porfirio Muñoz Ledo habría allanado el camino para aliarse con el PES. La propuesta del político de mayor raigambre parlamentaria en México, pasaba por el acercamiento a sus aliados en Juntos Haremos Historia y la construcción de una nueva coalición, aún más incluyente, para el 2021. Eso no ocurrió y si Mario Delgado va a pagar la deuda política que tiene con los morenistas locales y/o se pone pragmático para lograr triunfos electorales (misión fundamental de un líder partidista), es probable que la alianza con el PES no se concrete, por lo menos en lo local.

En la cancha del PT, la asamblea del PES pareciera ratificar el enorme alejamiento entre esas dos fuerzas políticas, acercadas más a la fuerza que por compartir cualquier cosa en el 2018. La fobia del gobernador y su equipo cercano a la dirigente Tania Valentina, sella la negativa hasta ahora. Más cuando nada indica posibilidad de relevo en el PT.

El arroz de la alianza, no se ha cocido, pese a los dichos y deseos de Cuauh; aunque él pudiera tener otros datos.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

La nueva versión del PES tendrá aún que defender la posibilidad de coaligarse para poder ir en alianza con Morena; pero ese es sólo el primer paso en una alianza que podría resultar sumamente costosa a todos sus participantes, aunque probablemente mantendría la simpatía del presidente López Obrador con Hugo Eric Flores y el gobernador de Morelos Cuauhtémoc Blanco (¿Y no se trata sólo de eso la política en el México de la 4t?).

Porque la aduana legal, aunque no simple, puede ser mínima.¿Puede un partido que fue en alianza con otros dos sin completar candidaturas para la mitad de las posiciones mantener su registro y volver a coaligarse? (La pregunta es menos enredada que la realidad). En cambio, todo lo que viene asociado a la construcción de una coalición lo más amplio posible con Morena parece sumamente complicado.

Para empezar, el PES ha oficializado lo que ya se sabía pero no tenía una versión institucional; el poder del grupo de Cuauhtémoc Blanco Bravo y Hugo Eric Flores, no admite aliados más que para reforzar los espacios de poder que busca. Una de las piezas que había permanecido tras bambalinas, Ulises Bravo, hermano del gobernador y jefe de una parte importante del gabinete, será el responsable de coordinar las candidaturas federales. A Ulises se le ve con mucha reserva en las versiones locales de Morena y el Partido del Trabajo, con los que podría integrarse una alianza, la confianza que se ha depositado en el consanguíneo del gobernador de Morelos resta capacidad de diálogo para construir una alianza en la que no interviniera el presidente López Obrador.

En la acera de enfrente, Morena tiene nuevo dirigente nacional, Mario Delgado, que debió aliarse con los opositores a Cuauhtémoc Blanco y el PES para consolidar su triunfo en la ya famosa tercera encuesta. Lucía Meza se supondría la principal beneficiaria con el resultado de la elección de dirigente nacional y es bien conocido el distanciamiento enorme entre la senadora y el gobernador, que tampoco es cercano a otros grupos que mantienen fuerza en el partido en Morelos.

Un triunfo de Porfirio Muñoz Ledo habría allanado el camino para aliarse con el PES. La propuesta del político de mayor raigambre parlamentaria en México, pasaba por el acercamiento a sus aliados en Juntos Haremos Historia y la construcción de una nueva coalición, aún más incluyente, para el 2021. Eso no ocurrió y si Mario Delgado va a pagar la deuda política que tiene con los morenistas locales y/o se pone pragmático para lograr triunfos electorales (misión fundamental de un líder partidista), es probable que la alianza con el PES no se concrete, por lo menos en lo local.

En la cancha del PT, la asamblea del PES pareciera ratificar el enorme alejamiento entre esas dos fuerzas políticas, acercadas más a la fuerza que por compartir cualquier cosa en el 2018. La fobia del gobernador y su equipo cercano a la dirigente Tania Valentina, sella la negativa hasta ahora. Más cuando nada indica posibilidad de relevo en el PT.

El arroz de la alianza, no se ha cocido, pese a los dichos y deseos de Cuauh; aunque él pudiera tener otros datos.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx