/ miércoles 7 de octubre de 2020

La tremenda Corte

No es la primera decisión de la Corte que genera polémica y decepción entre muchos abogados y ciudadanos. Pero ahora tocó el turno con la aceptación de una cuestionada consulta popular. Previo a la votación y posterior a ella, durante las dos últimas semanas se han tenido cualquier cantidad de calificativos, en su mayoría negativos, sobre lo que la Corte le avaló al Presidente.

Se ha dicho que es una Corte pequeña (L. Cárdenas); que permitió montar un enorme show (M. Carbonell) o un espectáculo (A. Aziz); que los ministros a favor tuvieron que hacer piruetas discursivas (J. Woldenberg); pocos fueron los que opinaron que la Corte salió fortalecida al evitar que el Presidente hiciera su propia consulta de haber sido rechazada (E. Quintana).

Ahora ya se habla de los costos multimillonario que tendrá; y se empieza a poner en la mesa la discusión sobre el momento más oportuno para realizar la consulta: por una parte, está la fecha legal (agosto); y, por otro lado, la fecha que políticamente pretende realizarse, es decir, empatarla con la jornada electoral (junio).

Hay quienes ya hasta comienzan a promover la consulta para demostrar que se trata de un “ejercicio democrático”; sin darse cuenta que de lo que se trata es de mantener abierta una nueva campaña electoral en el imaginario social de muchos mexicanos.

Los ministros que votaron en contra coincidieron con quienes han señalado que se trataba de un ejercicio ocioso y que no es vinculante, ya que independientemente de conocer la percepción ciudadana ello no impide que se inicien los procedimientos legales necesarios para investigar actos de corrupción. ¡La justicia no está sujeta a consulta!

Las posiciones de algunas de las barras de abogados también se hicieron presentes. La Barra Mexicana de Abogados señaló que se decidió por la “popularidad” en vez de la “constitucionalidad”; el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México, señaló que viola la constitución; y la Asociación Nacional de Abogados de Empresa señaló que era lamentable que se decidiera una consulta que es inconstitucional.

El Universal ha hecho dos encuestas telefónicas sobre el tema de la consulta. La primera a finales de agosto donde se expresaba que entre el 90-75 por ciento (aprox.) estaba de acuerdo en llevar a juicio a expresidentes; y en esta semana (ayer), salió la otra donde se refiere que poco más del 60 por ciento de las personas consideran que no es necesario hacer una consulta que tenga un costo alto para los ciudadanos.

Hay experiencias internacionales en donde se han realizado macroprocesos y búsqueda de justicia integral. Como en otro momento hemos dicho, si lo que se busca es la justicia y buscar la verdad, no es con este mecanismo de consulta popular como podrá alcanzarse.

La tremenda decisión de la tremenda Corte, coloca a México en una ruta distinta a otras experiencias internacionales y nos lleva a seguir los caminos de la simulación que se marcan por intereses político electorales.


Twitter / Facebook: @CzarArenas

No es la primera decisión de la Corte que genera polémica y decepción entre muchos abogados y ciudadanos. Pero ahora tocó el turno con la aceptación de una cuestionada consulta popular. Previo a la votación y posterior a ella, durante las dos últimas semanas se han tenido cualquier cantidad de calificativos, en su mayoría negativos, sobre lo que la Corte le avaló al Presidente.

Se ha dicho que es una Corte pequeña (L. Cárdenas); que permitió montar un enorme show (M. Carbonell) o un espectáculo (A. Aziz); que los ministros a favor tuvieron que hacer piruetas discursivas (J. Woldenberg); pocos fueron los que opinaron que la Corte salió fortalecida al evitar que el Presidente hiciera su propia consulta de haber sido rechazada (E. Quintana).

Ahora ya se habla de los costos multimillonario que tendrá; y se empieza a poner en la mesa la discusión sobre el momento más oportuno para realizar la consulta: por una parte, está la fecha legal (agosto); y, por otro lado, la fecha que políticamente pretende realizarse, es decir, empatarla con la jornada electoral (junio).

Hay quienes ya hasta comienzan a promover la consulta para demostrar que se trata de un “ejercicio democrático”; sin darse cuenta que de lo que se trata es de mantener abierta una nueva campaña electoral en el imaginario social de muchos mexicanos.

Los ministros que votaron en contra coincidieron con quienes han señalado que se trataba de un ejercicio ocioso y que no es vinculante, ya que independientemente de conocer la percepción ciudadana ello no impide que se inicien los procedimientos legales necesarios para investigar actos de corrupción. ¡La justicia no está sujeta a consulta!

Las posiciones de algunas de las barras de abogados también se hicieron presentes. La Barra Mexicana de Abogados señaló que se decidió por la “popularidad” en vez de la “constitucionalidad”; el Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México, señaló que viola la constitución; y la Asociación Nacional de Abogados de Empresa señaló que era lamentable que se decidiera una consulta que es inconstitucional.

El Universal ha hecho dos encuestas telefónicas sobre el tema de la consulta. La primera a finales de agosto donde se expresaba que entre el 90-75 por ciento (aprox.) estaba de acuerdo en llevar a juicio a expresidentes; y en esta semana (ayer), salió la otra donde se refiere que poco más del 60 por ciento de las personas consideran que no es necesario hacer una consulta que tenga un costo alto para los ciudadanos.

Hay experiencias internacionales en donde se han realizado macroprocesos y búsqueda de justicia integral. Como en otro momento hemos dicho, si lo que se busca es la justicia y buscar la verdad, no es con este mecanismo de consulta popular como podrá alcanzarse.

La tremenda decisión de la tremenda Corte, coloca a México en una ruta distinta a otras experiencias internacionales y nos lleva a seguir los caminos de la simulación que se marcan por intereses político electorales.


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