Ante un alud de noticias negativas sobre los avances del Covid-19 y las dificultades que han enfrentado las autoridades en México para controlar el virus y cuidar nuestra salud pública, hemos perdido de vista el importante papel que juegan en la sociedad las instituciones educativas de nivel superior.
De manera especial me referiré a las dos universidades públicas más importantes del país: la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN o el Poli).
Prácticamente desde el inicio de la contingencia, ambas instituciones académicas tuvieron la capacidad para realizar pruebas de diagnóstico del Covid-19 ofreciéndola de forma gratuita a su comunidad académica y administrativa; pero también a la población abierta, con precios accesibles.
El Poli ofrece este servicio a través de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas y la UNAM, en su Centro de Atención Preventiva del Viajero. Cualquier persona puede acceder a una prueba consultando sus páginas de internet (https://udibi.com.mx/diagnostico-covid19/ y http://clinicadeviajero.unam.mx/?p=7120; respectivamente).
La UNAM, además del diagnóstico, también ofrece un servicio de atención integral de seguimiento y asistencia vía remota. Incluso, para aquellas personas que tengan pensado hacer un viaje internacional es posible obtener un certificado médico, ya que el costo de la prueba incluye la consulta pre-viaje, certificado y seguimiento durante y después del viaje.
Por su parte, el IPN promueve el uso del medicamento Transferón (desarrollado por ellos mismos) para el tratamiento de los casos del Covid-19 debido a su efectividad en el fortalecimiento del sistema inmune del organismo y otros padecimientos infecciosos crónico-degenerativos y respiratorios.
Investigadores del Poli recomiendan aplicar el Transferón en los primeros síntomas para reducir el riesgo de una complicación médica. Incluso, actualmente desarrollan una investigación e invitan a las personas con síntomas del virus a usar este medicamento para conocer el comportamiento de anticuerpos neutralizantes contra SARS-Cov-2 en el tratamiento (https://www.ipn.mx/CCS/comunicados/ver-comunicado.html?y=2020&n=78).
La UNAM realiza otras actividades que vale la pena destacar: primero, la participación que tuvo en la instalación de la unidad médica temporal ubicada en el Centro Citibanamex con una capacidad de atención de 800 pacientes y cuya labor gerencial y administrativa será fundamental para el gobierno de la Ciudad; segundo, la colaboración que tiene junto con el Instituto Nacional de Psiquiatría para la detección de riesgos a la salud mental por Covid-19 y su atención oportuna, a través de vías remotas (https://misalud.unam.mx/covid19/); y por último, el desarrollo del proyecto de laboratorio especializado junto con el Gobierno de la Ciudad para la elaboración de la vacuna contra el Covid-19.
Estoy seguro que muchas facultades, escuelas, centros e institutos de la UNAM y del Poli están generando conocimiento y acciones frente al Covid-19, por lo que aquí sólo destaco algunas de las más importantes.
Al final, no hay nada más esperanzador que ver a dos grandes instituciones académicas jugando un papel fundamental en esta pandemia. Va desde aquí con mucho orgullo un ¡Huelum! y un ¡Goya! para ambas.
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