/ jueves 24 de septiembre de 2020

Las elecciones en Cuernavaca

Con más del 20 por ciento del padrón electoral estatal, Cuernavaca tiene una importancia política mayor. La centralidad que adquiere la lucha por la presidencia municipal, dos distritos locales y uno federal, en lo político, lo noticioso y lo social merece siempre comentarios aparte por la importancia real que tiene para el orden político en el estado. De hecho, en términos muy elementales si un partido gana la capital, Jiutepec, Cuautla, Puente de Ixtla y Yautepec, gobernaría a más de la mitad de los electores morelenses, de lograrlo en las intermedias y hacer un trabajo de regular a bueno en las administraciones municipales derivadas, tendría grandes posibilidades de ganar la gubernatura.

Esta reflexión más aritmética, puede ser matizada por múltiples factores, pero en esencia es correcta y explica el enorme interés de los partidos y grupos políticos por hacerse de la alcaldía de Cuernavaca, la mayoría en su cabildo y sus diputaciones locales y federal; y también la complejidad del análisis sobre lo que puede ocurrir en la elección del 2021 en que se designarán esas posiciones no como un referéndum sobre el gobierno de Cuauhtémoc Blanco (aunque tal voto va implícito), sino como una apuesta al futuro de Cuernavaca en el corto, mediano y largo plazos.

Las formas de acceder al poder en Morelos se reducen a dos vías, la postulación independiente, que algunos identifican como la más noble en tanto se aleja de la lógica de desprestigiados partidos políticos, pero siempre reviste el riesgo de que sea impulsada por intereses difíciles de identificar; es decir, uno sabe el rostro de quien será alcalde, pero no necesariamente conoce por lo que votó. Por esta vía han optado más de una veintena de políticos morelenses en diversas partes del estado. La experiencia más reciente en Cuernavaca fue una alta votación por fórmulas independientes, aunque ninguno de los resultados representó cambios relevantes en la administración de la ciudad.

La otra forma es la vía partidista, con todos sus vicios. El candidato es postulado por un partido con registro y busca el gobierno idealmente con el apoyo de toda la estructura y los recursos a los que tiene acceso el partido político. Bajo esta lógica han sido electos todos los alcaldes en la historia reciente de Cuernavaca (incluso los suplentes son resultados de elecciones aunque no directas), y los cabildos hasta antes del que actualmente está en funciones -que incluye regidores independientes.

Y sobre las estructuras en la ciudad, el PAN probablemente mantenga la más fuerte, seguido por las de Morena y el PES. El PRI está renovando operadores. La estructura es determinante en elecciones con escasa participación o con resultados sumamente cerrados, en el caso de Cuernavaca las estructuras partidistas son mucho menos importantes que los candidatos postulados. Por eso la urgencia de conocer esos nombres, una tarea que corresponde a los partidos políticos oficialmente, aunque debiera ser de los ciudadanos en cuyas opiniones debiera fundarse cualquier postulación, probablemente eso garantizaría cierta calidad en las nominaciones.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Con más del 20 por ciento del padrón electoral estatal, Cuernavaca tiene una importancia política mayor. La centralidad que adquiere la lucha por la presidencia municipal, dos distritos locales y uno federal, en lo político, lo noticioso y lo social merece siempre comentarios aparte por la importancia real que tiene para el orden político en el estado. De hecho, en términos muy elementales si un partido gana la capital, Jiutepec, Cuautla, Puente de Ixtla y Yautepec, gobernaría a más de la mitad de los electores morelenses, de lograrlo en las intermedias y hacer un trabajo de regular a bueno en las administraciones municipales derivadas, tendría grandes posibilidades de ganar la gubernatura.

Esta reflexión más aritmética, puede ser matizada por múltiples factores, pero en esencia es correcta y explica el enorme interés de los partidos y grupos políticos por hacerse de la alcaldía de Cuernavaca, la mayoría en su cabildo y sus diputaciones locales y federal; y también la complejidad del análisis sobre lo que puede ocurrir en la elección del 2021 en que se designarán esas posiciones no como un referéndum sobre el gobierno de Cuauhtémoc Blanco (aunque tal voto va implícito), sino como una apuesta al futuro de Cuernavaca en el corto, mediano y largo plazos.

Las formas de acceder al poder en Morelos se reducen a dos vías, la postulación independiente, que algunos identifican como la más noble en tanto se aleja de la lógica de desprestigiados partidos políticos, pero siempre reviste el riesgo de que sea impulsada por intereses difíciles de identificar; es decir, uno sabe el rostro de quien será alcalde, pero no necesariamente conoce por lo que votó. Por esta vía han optado más de una veintena de políticos morelenses en diversas partes del estado. La experiencia más reciente en Cuernavaca fue una alta votación por fórmulas independientes, aunque ninguno de los resultados representó cambios relevantes en la administración de la ciudad.

La otra forma es la vía partidista, con todos sus vicios. El candidato es postulado por un partido con registro y busca el gobierno idealmente con el apoyo de toda la estructura y los recursos a los que tiene acceso el partido político. Bajo esta lógica han sido electos todos los alcaldes en la historia reciente de Cuernavaca (incluso los suplentes son resultados de elecciones aunque no directas), y los cabildos hasta antes del que actualmente está en funciones -que incluye regidores independientes.

Y sobre las estructuras en la ciudad, el PAN probablemente mantenga la más fuerte, seguido por las de Morena y el PES. El PRI está renovando operadores. La estructura es determinante en elecciones con escasa participación o con resultados sumamente cerrados, en el caso de Cuernavaca las estructuras partidistas son mucho menos importantes que los candidatos postulados. Por eso la urgencia de conocer esos nombres, una tarea que corresponde a los partidos políticos oficialmente, aunque debiera ser de los ciudadanos en cuyas opiniones debiera fundarse cualquier postulación, probablemente eso garantizaría cierta calidad en las nominaciones.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx