/ domingo 14 de febrero de 2021

Lo que no mata al virus lo fortalece

Todos los días aprendemos un poco más del virus SARS-CoV-2. Primero sobre su naturaleza y su mecanismo de transmisión, sobre las manifestaciones de la enfermedad que produce y más tarde sobre las secuelas que deja en pacientes recuperados. Cada pieza de información se ha generado en su momento. Ahora es el tiempo de entender como reacciona el virus ante las vacunas y otros medicamentos.

Una de las evidencias que nos dejó tranquilos los primeros meses con respecto a la eficacia potencial de las vacunas es la baja tasa de mutación del virus. Durante meses se estuvieron analizando aislados de diferentes pacientes, de diferentes lugares del mundo, bajo diferentes condiciones y la secuencia del material genético del virus no presentó cambios relevantes.

Gracias a esta valiosísima pieza de información se tomaron las primeras decisiones en el diseño de vacunas y se sentaron las bases mínimas que debieran cumplir los fabricantes antes de ser liberadas con permiso de emergencia y que incluye demostrar que el producto protege al menos al 50% de los voluntarios de la enfermedad.

Este parámetro resulta ser extremadamente crítico ahora que conocemos más del virus. En ese momento los epidemiólogos consideraron que inocular a un población con una vacuna que protegiera al menos a la mitad de los vacunados sería suficiente para controlar la pandemia. Por eso se están autorizando en algunos países, incluyendo a México, vacunas que apenas alcanzan ese nivel de protección.

Sin embargo, la naturaleza del virus resultó más compleja. Desde finales del año pasado, informes preliminares indicaban que el uso de suero de pacientes recuperados en personas infectadas con sistemas inmunológicos comprometidos daba lugar a nuevas variantes del virus. Un estudio en particular demostró que una sola persona podría convertirse en una fábrica de nuevas variantes. Este estudio fue publicado y aunque importante no tuvo mayor impacto en la toma de decisiones puesto que por haberse realizado bajo condiciones controladas, las nuevas variantes quedaron contenidas sin consecuencias.

Meses más tarde, una nueva variante del SARS-CoV-2 comienza a desplazar al virus original en Inglaterra, en cuestión de semanas esta mutante se volvió preponderante y generó una enorme preocupación. Afortunadamente, las vacunas existentes en ese momento demostraron todavía proteger contra la nueva variante así que el plan de vacunación de ese país siguió su curso con buenos resultados.

Unas semanas más tarde se reportó la aparición de una segunda variante, ahora en Sudáfrica y días después, una tercera, ahora en Japón pero en unos pasajeros que llegaban desde Brasil. Estas variantes poseen los mismos cambios de la variante inglesa más otros que despertaron enorme preocupación.

En particular, la mutación E484K podría estar relacionada con la baja eficacia de algunas vacunas contra la variante sudafricana o con la devastadora segunda ola de la pandemia en el centro del Amazonas en Brasil. En cualquier caso y mientras se llevan a cabo los estudios pertinentes, la aparición de estas variantes debe ponernos sobre alerta.

Ante la incertidumbre, el gobierno de Sudáfrica decidió suspender temporalmente su campaña de vacunación sin embargo la Organización Mundial de la Salud ha sostenido su postura original y es posible que se reactive la aplicación de un millón de dosis de la vacuna de AstraZeneca en los próximos días.

Contamos en este momento con suficiente evidencia como para sospechar que el uso de vacunas con bajo nivel de protección podría no solamente no cumplir su función de atajar la dispersión del contagio sino que tampoco evitaría la enfermedad, ante un escenario en el que el virus evolucionara de manera acelerada en millones de vacunados.

La mutación E484K ya fue detectada en México y en estos momentos dos aislados independientes se encuentran en estudio para determinar si corresponden a la variante sudafricana o a la brasileña o si se trata de un fenómeno de evolución convergente y corresponden a una variante mexicana. En cualquier caso, es fundamental atajar la dispersión del contagio con medidas preventivas.


Información adicional de éste y otros temas de interés visiten:

http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

https://www.facebook.com/BValderramaB/

Todos los días aprendemos un poco más del virus SARS-CoV-2. Primero sobre su naturaleza y su mecanismo de transmisión, sobre las manifestaciones de la enfermedad que produce y más tarde sobre las secuelas que deja en pacientes recuperados. Cada pieza de información se ha generado en su momento. Ahora es el tiempo de entender como reacciona el virus ante las vacunas y otros medicamentos.

Una de las evidencias que nos dejó tranquilos los primeros meses con respecto a la eficacia potencial de las vacunas es la baja tasa de mutación del virus. Durante meses se estuvieron analizando aislados de diferentes pacientes, de diferentes lugares del mundo, bajo diferentes condiciones y la secuencia del material genético del virus no presentó cambios relevantes.

Gracias a esta valiosísima pieza de información se tomaron las primeras decisiones en el diseño de vacunas y se sentaron las bases mínimas que debieran cumplir los fabricantes antes de ser liberadas con permiso de emergencia y que incluye demostrar que el producto protege al menos al 50% de los voluntarios de la enfermedad.

Este parámetro resulta ser extremadamente crítico ahora que conocemos más del virus. En ese momento los epidemiólogos consideraron que inocular a un población con una vacuna que protegiera al menos a la mitad de los vacunados sería suficiente para controlar la pandemia. Por eso se están autorizando en algunos países, incluyendo a México, vacunas que apenas alcanzan ese nivel de protección.

Sin embargo, la naturaleza del virus resultó más compleja. Desde finales del año pasado, informes preliminares indicaban que el uso de suero de pacientes recuperados en personas infectadas con sistemas inmunológicos comprometidos daba lugar a nuevas variantes del virus. Un estudio en particular demostró que una sola persona podría convertirse en una fábrica de nuevas variantes. Este estudio fue publicado y aunque importante no tuvo mayor impacto en la toma de decisiones puesto que por haberse realizado bajo condiciones controladas, las nuevas variantes quedaron contenidas sin consecuencias.

Meses más tarde, una nueva variante del SARS-CoV-2 comienza a desplazar al virus original en Inglaterra, en cuestión de semanas esta mutante se volvió preponderante y generó una enorme preocupación. Afortunadamente, las vacunas existentes en ese momento demostraron todavía proteger contra la nueva variante así que el plan de vacunación de ese país siguió su curso con buenos resultados.

Unas semanas más tarde se reportó la aparición de una segunda variante, ahora en Sudáfrica y días después, una tercera, ahora en Japón pero en unos pasajeros que llegaban desde Brasil. Estas variantes poseen los mismos cambios de la variante inglesa más otros que despertaron enorme preocupación.

En particular, la mutación E484K podría estar relacionada con la baja eficacia de algunas vacunas contra la variante sudafricana o con la devastadora segunda ola de la pandemia en el centro del Amazonas en Brasil. En cualquier caso y mientras se llevan a cabo los estudios pertinentes, la aparición de estas variantes debe ponernos sobre alerta.

Ante la incertidumbre, el gobierno de Sudáfrica decidió suspender temporalmente su campaña de vacunación sin embargo la Organización Mundial de la Salud ha sostenido su postura original y es posible que se reactive la aplicación de un millón de dosis de la vacuna de AstraZeneca en los próximos días.

Contamos en este momento con suficiente evidencia como para sospechar que el uso de vacunas con bajo nivel de protección podría no solamente no cumplir su función de atajar la dispersión del contagio sino que tampoco evitaría la enfermedad, ante un escenario en el que el virus evolucionara de manera acelerada en millones de vacunados.

La mutación E484K ya fue detectada en México y en estos momentos dos aislados independientes se encuentran en estudio para determinar si corresponden a la variante sudafricana o a la brasileña o si se trata de un fenómeno de evolución convergente y corresponden a una variante mexicana. En cualquier caso, es fundamental atajar la dispersión del contagio con medidas preventivas.


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