/ miércoles 22 de agosto de 2018

Lo que nos dijo el voto exterior

Con base en la información de CONAPO, en 2010 de un total de 475, 683 viviendas morelenses, se encontraron 25,782 que recibían remesas; 11,987 que tenían migrantes en EEUU; 4,994 que presentaban migrantes circulares y 16,601 migrantes de retorno. Por esta situación, Morelos ha sido considerado desde hace muchos años como un estado con alto grado de intensidad migratoria, junto con entidades como Aguascalientes, Colima, Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Oaxaca y San Luis Potosí.


En casi todas las familias morelenses existe por lo menos un caso cercano de lo que implica el fenómeno migrante: un pariente, un amigo, un vecino que se fue a estudiar o a trabajar, o conocidos que pasan los periodos vacacionales. Nuestro estado adquirió una relevante condición migrante desde principios de los noventas cuando se presentó el mayor flujo migratorio de morelenses; sin embargo, el gobierno local comenzó hasta 2004 a impulsar con intencionalidad diversas acciones en beneficio de los migrantes y sus familias.


A pesar de que en Morelos existe una conciencia social desarrollada sobre el significado e implicaciones de la migración, los resultados electorales en los comicios pasados nos dicen que desafortunadamente no hemos logrado desarrollar la conciencia política de los migrantes y sus familias. No existe hasta el momento una clara intención de crear y desarrollar organización para incidir en las decisiones públicas en sus comunidades de origen.


Con información actualizada del INE, 3,487 mexicanos morelenses estuvieron incluidos en la lista nominal de electores residentes en el extranjero; de los cuales, solamente votaron desde el exterior 1,854 personas, es decir, el 53 por ciento. Los morelenses que tuvieron oportunidad de votar se encontraban principalmente en Estados Unidos (2,944); Canadá (156); Alemania (75); Francia (50); España (43); Reino Unido (31); y en 39 países más donde por lo menos residía un morelense.


En 2016, año en que inició el programa de credencialización de mexicanos residentes en el extranjero, ingresaron 12,479 trámites; de los cuales, se entregaron 10,216 y finalmente, sólo se activaron sólo una tercera parte de las solicitudes. La activación era necesaria para poder estar inscritos en la lista nominal de electores residentes en el extranjero y con ello, ejercer su voto.


Ahora bien, de acuerdo con el Instituto de Mexicanos en el Exterior entre 2006 y 2016, se tramitaron 225 mil 457 matrículas consulares para morelenses que residían en los EEUU. Este dato demuestra la abismal diferencia con relación al número de trámites de credencial de elector, los inscritos en lista nominal y los finalmente votaron. Evidentemente no son datos comparables, pero si cruzamos esta información y partimos del supuesto en el que todas las matrículas consulares fueron emitidas por primera vez, tendríamos un universo de 225 mil morelenses en el exterior, de los cuales habrían votaron únicamente el 0.8 por ciento.


Esta cifra nos dice que a los morelenses no les interesa votar, es decir, no les interesa la participación electoral. Por supuesto que existen muchas personas que promueven reuniones y múltiples actividades con los morelenses en el exterior, pero lo que no existe es la expresión de esa participación con fines políticos electorales.


Lo que también nos dicen estos datos es que la organización con fines político electorales es casi nula en el exterior. El voto diferenciado fue evidente en esta elección. De acuerdo con el comportamiento electoral de los 1854 votos, en el caso de la Gubernatura me parece que los morelenses votaron más por el candidato que por los partidos, así ocurrió con el PES, PRI, PANAL y PVEM, en donde tuvo más votos en esta elección que en la de Presidente o Senadores.


Para quienes eran de izquierda y no estuvieron de acuerdo con el candidato del Frente, se puede advertir que el Senado fue la primera opción para el PAN, PRD y MC. Y finalmente, para quienes otorgaron su mayor apoyo a la Presidencial, como Morena y PT, se votó como primera opción.


Lo que nos dijo el voto de los morelenses en el exterior, es que no hay interés en participar por la vía electoral en el estado. Tenemos un reto importante para los próximos años, no podemos repetir las acciones del pasado.

Con base en la información de CONAPO, en 2010 de un total de 475, 683 viviendas morelenses, se encontraron 25,782 que recibían remesas; 11,987 que tenían migrantes en EEUU; 4,994 que presentaban migrantes circulares y 16,601 migrantes de retorno. Por esta situación, Morelos ha sido considerado desde hace muchos años como un estado con alto grado de intensidad migratoria, junto con entidades como Aguascalientes, Colima, Durango, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Oaxaca y San Luis Potosí.


En casi todas las familias morelenses existe por lo menos un caso cercano de lo que implica el fenómeno migrante: un pariente, un amigo, un vecino que se fue a estudiar o a trabajar, o conocidos que pasan los periodos vacacionales. Nuestro estado adquirió una relevante condición migrante desde principios de los noventas cuando se presentó el mayor flujo migratorio de morelenses; sin embargo, el gobierno local comenzó hasta 2004 a impulsar con intencionalidad diversas acciones en beneficio de los migrantes y sus familias.


A pesar de que en Morelos existe una conciencia social desarrollada sobre el significado e implicaciones de la migración, los resultados electorales en los comicios pasados nos dicen que desafortunadamente no hemos logrado desarrollar la conciencia política de los migrantes y sus familias. No existe hasta el momento una clara intención de crear y desarrollar organización para incidir en las decisiones públicas en sus comunidades de origen.


Con información actualizada del INE, 3,487 mexicanos morelenses estuvieron incluidos en la lista nominal de electores residentes en el extranjero; de los cuales, solamente votaron desde el exterior 1,854 personas, es decir, el 53 por ciento. Los morelenses que tuvieron oportunidad de votar se encontraban principalmente en Estados Unidos (2,944); Canadá (156); Alemania (75); Francia (50); España (43); Reino Unido (31); y en 39 países más donde por lo menos residía un morelense.


En 2016, año en que inició el programa de credencialización de mexicanos residentes en el extranjero, ingresaron 12,479 trámites; de los cuales, se entregaron 10,216 y finalmente, sólo se activaron sólo una tercera parte de las solicitudes. La activación era necesaria para poder estar inscritos en la lista nominal de electores residentes en el extranjero y con ello, ejercer su voto.


Ahora bien, de acuerdo con el Instituto de Mexicanos en el Exterior entre 2006 y 2016, se tramitaron 225 mil 457 matrículas consulares para morelenses que residían en los EEUU. Este dato demuestra la abismal diferencia con relación al número de trámites de credencial de elector, los inscritos en lista nominal y los finalmente votaron. Evidentemente no son datos comparables, pero si cruzamos esta información y partimos del supuesto en el que todas las matrículas consulares fueron emitidas por primera vez, tendríamos un universo de 225 mil morelenses en el exterior, de los cuales habrían votaron únicamente el 0.8 por ciento.


Esta cifra nos dice que a los morelenses no les interesa votar, es decir, no les interesa la participación electoral. Por supuesto que existen muchas personas que promueven reuniones y múltiples actividades con los morelenses en el exterior, pero lo que no existe es la expresión de esa participación con fines políticos electorales.


Lo que también nos dicen estos datos es que la organización con fines político electorales es casi nula en el exterior. El voto diferenciado fue evidente en esta elección. De acuerdo con el comportamiento electoral de los 1854 votos, en el caso de la Gubernatura me parece que los morelenses votaron más por el candidato que por los partidos, así ocurrió con el PES, PRI, PANAL y PVEM, en donde tuvo más votos en esta elección que en la de Presidente o Senadores.


Para quienes eran de izquierda y no estuvieron de acuerdo con el candidato del Frente, se puede advertir que el Senado fue la primera opción para el PAN, PRD y MC. Y finalmente, para quienes otorgaron su mayor apoyo a la Presidencial, como Morena y PT, se votó como primera opción.


Lo que nos dijo el voto de los morelenses en el exterior, es que no hay interés en participar por la vía electoral en el estado. Tenemos un reto importante para los próximos años, no podemos repetir las acciones del pasado.

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