/ lunes 11 de enero de 2021

Los PES y Argüelles

Decíamos hace algunas semanas que, para superar el pesado lastre en que se ha convertido la escasa popularidad de Cuauhtémoc Blanco, que nuevamente resulta la más baja registrada por las evaluaciones de gobierno de diversas casas encuestadoras, el PESocial tendría que marcar alguna distancia con el titular del Ejecutivo en Morelos. Días después vinieron rabiosas defensas del PESolidario y su vocero único, Hugo Eric Flores Cervantes, a la gestión del ex futbolista a quien le ofreció justificaciones como “no lo dejan trabajar”, “el Congreso es el peor de la historia”, y otras muy cercanas a las que hemos escuchado en Morelos desde tiempos de Jorge Carrillo Olea para exculpar las omisiones, fallas y de plano la incapacidad de gobernadores, alcaldes, y cualquier categoría de funcionarios públicos.

El problema de PESocial y PESolidario es, por lo menos, semiótico. El elemento marcado, el que los distingue de los demás es el famoso gobernador morelense, cuyo respaldo ciudadano ha caído un 60 por ciento de lo que tenía el día que fue electo gobernador. Esa mitad del electorado pronto se convirtió en apenas uno de cada cinco y el costo para su partido, ahora dividido en el nacional PESolidario y el local PESocial, ha sido terrible, la intención de voto de los de blasón morado ha caído a menos del dos por ciento poniendo en riesgo incluso su registro, lo que vuelve vital para ellos la alianza con Morena.

Pero probablemente en Morena-Morelos sea donde menos quieren al gobernador Blanco. De hecho, la principal objeción a la alianza con el PESocial, es la probabilidad enorme de que la baja popularidad del gobernador le pase factura a Morena y con ello reduzcan la posibilidad de

retener municipios vitales como Cuernavaca, Yautepec, Temixco, Ayala y la mayoría en el Congreso. Por eso se volvía urgente mostrar una diferencia entre el estilo personal de Cuauhtémoc Blanco, heredado por su hermano Ulises y su respaldo político, Hugo Eric Flores. La camorra ayuda poco, la soberbia, la falta de respeto al disenso se ha convertido en el mayor estorbo para un gobierno estatal que, junto con sus operadores, ha sido simbólicamente exiliado de la política morelense.

El posicionamiento de Jorge Argüelles, que aspira a ser candidato a la alcaldía de Cuernavaca por una eventual alianza Morena-PES-Nueva Alianza, representa no tanto una ruptura como un distanciamiento, la propuesta de una forma política diferente al pleito, la separación y la exclusión. Argüelles reconoce el reclamo de los morenistas de Morelos “la evidencia probablemente no sea suficiente para demostrar que tenemos los mismos intereses”; y luego invita, “empecemos por dialogar, podemos coincidir y de ahí, trabajar intensamente, hombro a hombro, defendiendo e impulsando las causas del pueblo, generando mejores condiciones para la gente”. La diferencia a quienes sacan la vuelta a dialogar con los inconformes, a quienes buscan imponerse a toda costa, comienza a notarse y será alentadora si se cumple. No será nada fácil, la presión será mayúscula en Morena y los PES, pero es su última oportunidad de enderezar el barco.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Decíamos hace algunas semanas que, para superar el pesado lastre en que se ha convertido la escasa popularidad de Cuauhtémoc Blanco, que nuevamente resulta la más baja registrada por las evaluaciones de gobierno de diversas casas encuestadoras, el PESocial tendría que marcar alguna distancia con el titular del Ejecutivo en Morelos. Días después vinieron rabiosas defensas del PESolidario y su vocero único, Hugo Eric Flores Cervantes, a la gestión del ex futbolista a quien le ofreció justificaciones como “no lo dejan trabajar”, “el Congreso es el peor de la historia”, y otras muy cercanas a las que hemos escuchado en Morelos desde tiempos de Jorge Carrillo Olea para exculpar las omisiones, fallas y de plano la incapacidad de gobernadores, alcaldes, y cualquier categoría de funcionarios públicos.

El problema de PESocial y PESolidario es, por lo menos, semiótico. El elemento marcado, el que los distingue de los demás es el famoso gobernador morelense, cuyo respaldo ciudadano ha caído un 60 por ciento de lo que tenía el día que fue electo gobernador. Esa mitad del electorado pronto se convirtió en apenas uno de cada cinco y el costo para su partido, ahora dividido en el nacional PESolidario y el local PESocial, ha sido terrible, la intención de voto de los de blasón morado ha caído a menos del dos por ciento poniendo en riesgo incluso su registro, lo que vuelve vital para ellos la alianza con Morena.

Pero probablemente en Morena-Morelos sea donde menos quieren al gobernador Blanco. De hecho, la principal objeción a la alianza con el PESocial, es la probabilidad enorme de que la baja popularidad del gobernador le pase factura a Morena y con ello reduzcan la posibilidad de

retener municipios vitales como Cuernavaca, Yautepec, Temixco, Ayala y la mayoría en el Congreso. Por eso se volvía urgente mostrar una diferencia entre el estilo personal de Cuauhtémoc Blanco, heredado por su hermano Ulises y su respaldo político, Hugo Eric Flores. La camorra ayuda poco, la soberbia, la falta de respeto al disenso se ha convertido en el mayor estorbo para un gobierno estatal que, junto con sus operadores, ha sido simbólicamente exiliado de la política morelense.

El posicionamiento de Jorge Argüelles, que aspira a ser candidato a la alcaldía de Cuernavaca por una eventual alianza Morena-PES-Nueva Alianza, representa no tanto una ruptura como un distanciamiento, la propuesta de una forma política diferente al pleito, la separación y la exclusión. Argüelles reconoce el reclamo de los morenistas de Morelos “la evidencia probablemente no sea suficiente para demostrar que tenemos los mismos intereses”; y luego invita, “empecemos por dialogar, podemos coincidir y de ahí, trabajar intensamente, hombro a hombro, defendiendo e impulsando las causas del pueblo, generando mejores condiciones para la gente”. La diferencia a quienes sacan la vuelta a dialogar con los inconformes, a quienes buscan imponerse a toda costa, comienza a notarse y será alentadora si se cumple. No será nada fácil, la presión será mayúscula en Morena y los PES, pero es su última oportunidad de enderezar el barco.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx