/ lunes 16 de diciembre de 2019

Noticias de primera mano

Esta semana que termina tuvimos la oportunidad de recibir en Morelos gracias a la excelente gestión del Dr. Gustavo Urquiza, Rector de nuestra Universidad, a la Dra. Elena Álvarez Buylla, Directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología quien nos compartió su visión de lo que será la política científica de la Cuarta Transformación.

Comenzaré por puntualizar que desde su fundación, el Conacyt es cabeza del sector de ciencia y tecnología y a partir del 2000 también de innovación, sin embargo la actual administración no ha desarrollado políticas en estos dos últimos sentidos, desarticulando de facto el sistema nacional de innovación.

Hubo solamente dos preocupaciones reflejadas en la presentación y posteriormente reforzadas mediante las redes sociales del Consejo. Una de ellas se dirige a compensar la falta de equidad de género en el Sistema Nacional de Investigadores, lo cual es correcto y ya había denunciado anteriormente en mi blog. Sin embargo no ofreció ninguna estrategia dentro de sus facultades como por ejemplo incrementar el número de mujeres en la comisiones dictaminadoras, algo que ya también había yo propuesto en diferentes foros de equidad de género en la investigación científica.

La otra preocupación corresponde al financiamiento a ciencia básica, que ahora se denomina ciencia de frontera. Habemos muchos investigadores que compartimos esta preocupación pero que valoramos que el cambio de concepto que propone tendrá implicaciones muy profundas y no necesariamente positivas. Antes, el fondo para ciencia básica se caracterizaba, a diferencia de los otros 65 fondos existentes, a que los proyectos no deberían estar orientados a atender una problemática particular. Eso permitía que los investigadores que están desarrollando investigaciones encaminadas a elucidar fenómenos naturales en sus primera etapas del conocimiento o que tienen temáticas emergentes o poco entendidas pudieran recibir financiamiento basado únicamente en la calidad de la investigación y no en su pertinencia. Este fondo, uno muy pequeñito comparado con la suma de los otros 65, era fundamental para el desarrollo de la ciencia en nuestro país.

Con el cambio de política no solamente este fondo se transforma y ya no recibirá propuestas de tema libre pero también desaparecen los otros 65 fondos con lo que la única forma de obtener recursos para investigación durante los próximos años será alineándose a una serie de temáticas seleccionadas sin el concurso de la opinión pública y que se identifican bajo el nombre de PRONACES. Quizá la única buena noticia de la presentación fue que tres de los 15 PRONACES son para Morelos sin embargo difícilmente servirán para dotar de recursos más que a muy pocos de los 2 mil investigadores del estado.

El otro anuncio que me sorprendió de momento pero que pude dilucidar posteriormente fue que se asignarán a los PRONACES más de 500 millones de pesos. Mi sorpresa proviene de que en el Presupuesto de Egresos de Federación no se le asignaron más que 211 millones de pesos a este programa. Gracias a una serie de comunicaciones con otros colegas, pude identificar que el resto del dinero proviene de la reasignación del presupuesto de Fortalecimiento Regional dotado con 364 millones. Esto podría ser buena noticia para los investigadores asociados a los 15 PRONACES pero es devastador para los estados y les voy a explicar porqué.

La inversión estatal en ciencia, tecnología e innovación, al igual que la de educación, salud, desarrollo social y agropecuario, entre otros rubros, está fuertemente orientada por la federación. La profunda asimetría en la disponibilidad de recursos así lo mandata y uno de los grandes avances de la nación en los últimos años había sido el desarrollo de una corresponsabilidad entre niveles de gobiernos. Al eliminar el Conacyt los fondos mixtos (ya no traen presupuesto para 2020) y redirigir los recursos del fondo regional, los estados se quedarán sin la concurrencia necesaria para potenciar y orientar sus inversiones. Esta situación se suma, para desgracia de Morelos, al poco entendimiento y disposición de diálogo de las diferentes autoridades estatales quienes han eliminado del presupuesto la inversión en ciencia, tecnología e innovación.

Es necesario repetir que seguimos en espera que la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados presidida por la diputada Rosalina Mazari atienda la solicitud de audiencia presentada por la Academia de Ciencias de Morelos desde el 4 de octubre.


Información adicional de éste y otros temas de interés: http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

Esta semana que termina tuvimos la oportunidad de recibir en Morelos gracias a la excelente gestión del Dr. Gustavo Urquiza, Rector de nuestra Universidad, a la Dra. Elena Álvarez Buylla, Directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología quien nos compartió su visión de lo que será la política científica de la Cuarta Transformación.

Comenzaré por puntualizar que desde su fundación, el Conacyt es cabeza del sector de ciencia y tecnología y a partir del 2000 también de innovación, sin embargo la actual administración no ha desarrollado políticas en estos dos últimos sentidos, desarticulando de facto el sistema nacional de innovación.

Hubo solamente dos preocupaciones reflejadas en la presentación y posteriormente reforzadas mediante las redes sociales del Consejo. Una de ellas se dirige a compensar la falta de equidad de género en el Sistema Nacional de Investigadores, lo cual es correcto y ya había denunciado anteriormente en mi blog. Sin embargo no ofreció ninguna estrategia dentro de sus facultades como por ejemplo incrementar el número de mujeres en la comisiones dictaminadoras, algo que ya también había yo propuesto en diferentes foros de equidad de género en la investigación científica.

La otra preocupación corresponde al financiamiento a ciencia básica, que ahora se denomina ciencia de frontera. Habemos muchos investigadores que compartimos esta preocupación pero que valoramos que el cambio de concepto que propone tendrá implicaciones muy profundas y no necesariamente positivas. Antes, el fondo para ciencia básica se caracterizaba, a diferencia de los otros 65 fondos existentes, a que los proyectos no deberían estar orientados a atender una problemática particular. Eso permitía que los investigadores que están desarrollando investigaciones encaminadas a elucidar fenómenos naturales en sus primera etapas del conocimiento o que tienen temáticas emergentes o poco entendidas pudieran recibir financiamiento basado únicamente en la calidad de la investigación y no en su pertinencia. Este fondo, uno muy pequeñito comparado con la suma de los otros 65, era fundamental para el desarrollo de la ciencia en nuestro país.

Con el cambio de política no solamente este fondo se transforma y ya no recibirá propuestas de tema libre pero también desaparecen los otros 65 fondos con lo que la única forma de obtener recursos para investigación durante los próximos años será alineándose a una serie de temáticas seleccionadas sin el concurso de la opinión pública y que se identifican bajo el nombre de PRONACES. Quizá la única buena noticia de la presentación fue que tres de los 15 PRONACES son para Morelos sin embargo difícilmente servirán para dotar de recursos más que a muy pocos de los 2 mil investigadores del estado.

El otro anuncio que me sorprendió de momento pero que pude dilucidar posteriormente fue que se asignarán a los PRONACES más de 500 millones de pesos. Mi sorpresa proviene de que en el Presupuesto de Egresos de Federación no se le asignaron más que 211 millones de pesos a este programa. Gracias a una serie de comunicaciones con otros colegas, pude identificar que el resto del dinero proviene de la reasignación del presupuesto de Fortalecimiento Regional dotado con 364 millones. Esto podría ser buena noticia para los investigadores asociados a los 15 PRONACES pero es devastador para los estados y les voy a explicar porqué.

La inversión estatal en ciencia, tecnología e innovación, al igual que la de educación, salud, desarrollo social y agropecuario, entre otros rubros, está fuertemente orientada por la federación. La profunda asimetría en la disponibilidad de recursos así lo mandata y uno de los grandes avances de la nación en los últimos años había sido el desarrollo de una corresponsabilidad entre niveles de gobiernos. Al eliminar el Conacyt los fondos mixtos (ya no traen presupuesto para 2020) y redirigir los recursos del fondo regional, los estados se quedarán sin la concurrencia necesaria para potenciar y orientar sus inversiones. Esta situación se suma, para desgracia de Morelos, al poco entendimiento y disposición de diálogo de las diferentes autoridades estatales quienes han eliminado del presupuesto la inversión en ciencia, tecnología e innovación.

Es necesario repetir que seguimos en espera que la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados presidida por la diputada Rosalina Mazari atienda la solicitud de audiencia presentada por la Academia de Ciencias de Morelos desde el 4 de octubre.


Información adicional de éste y otros temas de interés: http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

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