/ viernes 29 de abril de 2022

Nuestra corrupción, la más alta del país

Continúan las noticias sobre denuncias de corrupción y homicidios en Morelos. Además de las denuncias presentadas en estas semanas, ahora, se están procesando 15 denuncias en contra del ex alcalde de Cuernavaca, entre otras por ejercicio indebido del servicio público, peculado y enriquecimiento ilícito. Este último vinculado a la operación del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (SAPAC), según el fiscal anticorrupción.

En esta misma denuncia, según la nota de Katy Cárdenas de El Sol de Cuernavaca (abril 25, 2022), también están imputados ex directores del organismo, exregidores y empresarios, según el Fiscal Anticorrupción. Según esta nota, la denuncia se hizo, desde el Ayuntamiento y se habla de afectación por varios millones de pesos. Esta noticia no extraña, desde hace varios años se han hecho denuncias, recuerdo aquella de un ex director de SAPAC que en sólo seis meses de ejercer el cargo, fue acusado de desviar 60 millones de pesos, otra organización ciudadana local había denunciado una larga lista de gestión anómala del presupuesto, pero no se había hecho nada desde la Fiscalía Anticorrupción ni desde alguna otra de las entidades de fiscalización y control que tienen la obligación de fiscalizar, revisar, auditar y hacer las observaciones y denuncias procedentes por faltas administrativas o penales.

En estos procesos debería intervenir el Congreso porque la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización, dependiente del mismo, tiene como obligación examinar la gestión de la cuenta pública, no sólo del Gobierno del Estado, sino también de organismos como SAPAC. Sin embargo, en los últimos años tiene muchos rezagos y en los informes más recientes, señala que no ha terminado sus auditorías, pero además sorprendentemente, en la auditoría que hizo a SAPAC hizo “cero” observaciones y sólo pidió algunas aclaraciones. Extrañamente, como se reconoce en el Plan Estatal de Desarrollo, la Auditoría Superior de la Federación que examina los fondos federales, encontró muchas anomalías y se encuentran sin solventar, según el Plan Estatal de Desarrollo 2019-2024, cientos y hasta miles de millones de pesos.

Estos contrastes en los resultados de auditorías locales de la ESAF y la ASF no es extraño, así ocurrió en el famoso caso de corrupción de Veracruz: mientras que la ESAF local veracruzana no hacía casi observaciones, la ASF había hecho observaciones por 52 mil millones de pesos e hizo denuncias por 22 mil millones de pesos. Pero la ESAF de Morelos con las auditorías incompletas, simplemente no puede concluir las observaciones ni iniciar ningún proceso de fincar responsabilidades porque, argumenta en sus informes, no ha terminado las auditorías y tiene un gran rezago de varios años. Por esta razón, tampoco hace denuncias.

Por este tipo de situaciones y razones es que desde hace varios años hemos ocupado el primer lugar o los primeros lugares en corrupción en el país en diversas mediciones. Por esto mismo también, como lo han señalado especialistas nacionales e internacionales, la “política” se vuelve muy turbia y se vincula a estos procesos. Por eso no es extraño que los acusados se diga que están siendo objeto de venganzas políticas, pero los especialistas señalan que cuando se presentan estas situaciones de corrupción, lo que vivimos es una Corrupción Sistemática Avanzada, en donde algunos de los políticos y sus asociados en redes, se han apropiado de las instituciones del Estado, del gobierno, para beneficio personal, le llaman captura del Estado.

Tristemente, la investigación en México y en otras ciudades de América Latina, la descomposición de la política se vincula frecuentemente a la violencia social y la inseguridad. Por esos no es extraño, leer en las noticias que ahora se asesinaron a varias personas en Zacatepec, en donde ya no sabemos cuál es la matriz generadora de esta violencia, a que corrupción y captura del Estado se vincula, por lo que desde hace varios años, más de diez años, ocupamos también los primeros lugares en delitos de alto impacto, como los homicidios dolosos.

En mi intervención en este Parlamento Abierto Anticorrupción, realizado por varias organizaciones ciudadanas y la Cámara de diputados de Morelos, compartía yo los resultados de una investigación que comparaba la corrupción del poder ejecutivo estatal, el judicial, el de seguridad y el legislativo en 2019-2020 de varios estados del país y que nos ubicaba, se pueden ustedes imaginar en los niveles más altos de corrupción del país con otras entidades federativas, pero, ¿saben ustedes en donde se ubicaba la mayor corrupción en Morelos de estas representaciones políticas? En el poder legislativo, tengo los datos duros que lo sustentan.

Continúan las noticias sobre denuncias de corrupción y homicidios en Morelos. Además de las denuncias presentadas en estas semanas, ahora, se están procesando 15 denuncias en contra del ex alcalde de Cuernavaca, entre otras por ejercicio indebido del servicio público, peculado y enriquecimiento ilícito. Este último vinculado a la operación del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (SAPAC), según el fiscal anticorrupción.

En esta misma denuncia, según la nota de Katy Cárdenas de El Sol de Cuernavaca (abril 25, 2022), también están imputados ex directores del organismo, exregidores y empresarios, según el Fiscal Anticorrupción. Según esta nota, la denuncia se hizo, desde el Ayuntamiento y se habla de afectación por varios millones de pesos. Esta noticia no extraña, desde hace varios años se han hecho denuncias, recuerdo aquella de un ex director de SAPAC que en sólo seis meses de ejercer el cargo, fue acusado de desviar 60 millones de pesos, otra organización ciudadana local había denunciado una larga lista de gestión anómala del presupuesto, pero no se había hecho nada desde la Fiscalía Anticorrupción ni desde alguna otra de las entidades de fiscalización y control que tienen la obligación de fiscalizar, revisar, auditar y hacer las observaciones y denuncias procedentes por faltas administrativas o penales.

En estos procesos debería intervenir el Congreso porque la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización, dependiente del mismo, tiene como obligación examinar la gestión de la cuenta pública, no sólo del Gobierno del Estado, sino también de organismos como SAPAC. Sin embargo, en los últimos años tiene muchos rezagos y en los informes más recientes, señala que no ha terminado sus auditorías, pero además sorprendentemente, en la auditoría que hizo a SAPAC hizo “cero” observaciones y sólo pidió algunas aclaraciones. Extrañamente, como se reconoce en el Plan Estatal de Desarrollo, la Auditoría Superior de la Federación que examina los fondos federales, encontró muchas anomalías y se encuentran sin solventar, según el Plan Estatal de Desarrollo 2019-2024, cientos y hasta miles de millones de pesos.

Estos contrastes en los resultados de auditorías locales de la ESAF y la ASF no es extraño, así ocurrió en el famoso caso de corrupción de Veracruz: mientras que la ESAF local veracruzana no hacía casi observaciones, la ASF había hecho observaciones por 52 mil millones de pesos e hizo denuncias por 22 mil millones de pesos. Pero la ESAF de Morelos con las auditorías incompletas, simplemente no puede concluir las observaciones ni iniciar ningún proceso de fincar responsabilidades porque, argumenta en sus informes, no ha terminado las auditorías y tiene un gran rezago de varios años. Por esta razón, tampoco hace denuncias.

Por este tipo de situaciones y razones es que desde hace varios años hemos ocupado el primer lugar o los primeros lugares en corrupción en el país en diversas mediciones. Por esto mismo también, como lo han señalado especialistas nacionales e internacionales, la “política” se vuelve muy turbia y se vincula a estos procesos. Por eso no es extraño que los acusados se diga que están siendo objeto de venganzas políticas, pero los especialistas señalan que cuando se presentan estas situaciones de corrupción, lo que vivimos es una Corrupción Sistemática Avanzada, en donde algunos de los políticos y sus asociados en redes, se han apropiado de las instituciones del Estado, del gobierno, para beneficio personal, le llaman captura del Estado.

Tristemente, la investigación en México y en otras ciudades de América Latina, la descomposición de la política se vincula frecuentemente a la violencia social y la inseguridad. Por esos no es extraño, leer en las noticias que ahora se asesinaron a varias personas en Zacatepec, en donde ya no sabemos cuál es la matriz generadora de esta violencia, a que corrupción y captura del Estado se vincula, por lo que desde hace varios años, más de diez años, ocupamos también los primeros lugares en delitos de alto impacto, como los homicidios dolosos.

En mi intervención en este Parlamento Abierto Anticorrupción, realizado por varias organizaciones ciudadanas y la Cámara de diputados de Morelos, compartía yo los resultados de una investigación que comparaba la corrupción del poder ejecutivo estatal, el judicial, el de seguridad y el legislativo en 2019-2020 de varios estados del país y que nos ubicaba, se pueden ustedes imaginar en los niveles más altos de corrupción del país con otras entidades federativas, pero, ¿saben ustedes en donde se ubicaba la mayor corrupción en Morelos de estas representaciones políticas? En el poder legislativo, tengo los datos duros que lo sustentan.