/ martes 27 de abril de 2021

Nueva parálisis legislativa

Como pasa con todos los problemas que no se atienden, la edición 55 del Congreso del Estado de Morelos podría resultar bastante peor que su antecesora que concluye en agosto próximo y que seguramente para entonces habrá conseguido varias marcas históricas, como el mayor número de ordenamientos aprobados con un proceso legislativo irregular, o el mayor tiempo sin acuerdos para construir mayorías.

La presidenta de la Junta Política y de Gobierno, Ariadna Barrera expone que uno de los problemas en el Congreso derivó de la reducción de 30 a 20 diputados que se estrenó justo en esta legislatura. Antes, la mayoría calificada (dos terceras partes del total de los diputados) era fácilmente calculable y ofrecía como resultado un número entero: 20. No había duda posible; cuando uno trata de calcular dos terceras partes de 20, da el fatídico número 13.3333 (y al infinito), y ante la imposibilidad de obtener una tercera parte de un diputado, el resultado sería el inmediato superior, es decir, 14 y no 13. Pero el problema aritmético es mínimo, a final de cuentas para cualquiera podría ser hasta más fácil convencer a 14 que a 20 de votar a favor de algo.

El reto mayor ha sido la conformación que los electores morelenses han decidido para integrar sus legislaturas. De acuerdo con la Constitución, a los partidos que obtienen un 3 por ciento en la votación de diputados les será asignado un espacio de representación proporcional. El número es una herencia de la configuración del Congreso con 30 diputados en que cada uno representaba un 3.3% del total de la cámara. El porcentaje se intentó corregir en la reforma política que redujo el número de legisladores a 20, con lo que cada legislador sería un 5% de la legislatura, pero la propuesta fue eliminada y siguió en el 3%.

Otro problema es que el mismo porcentaje, sirve para mantener el registro de los partidos políticos. Así, quien tiene registro puede acceder a diputados… o podía, porque ahora que son 23 partidos los que postularon listas de representación proporcional, y considerando que sólo hay ocho espacios, pues en el escenario más probable 15 de los partidos se quedarían sin espacios de representación proporcional.

Según las proyecciones podrían alcanzar espacios de representación proporcional Morena, PAN, PT, PES, Fuerza por México, PRI, Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza, Morelos Progresa, Movimiento Alternativa Social y a lo mejor hasta Renovación Política Morelense. Si se considera que voten 720 mil personas por diputados en todo el estado, 21 mil 600 darían el 3% requerido para plurinominales. La lucha más emocionante será entre los últimos lugares. Si sumamos que hasta seis partidos tienen posibilidades francas de alcanzar por lo menos una diputación de mayoría, podría presentarse una Legislatura con representación de hasta catorce fuerzas partidistas todas ellas con intereses políticos legítimos de alcanzar nuevas posiciones en el 2024, que se jugarán nuevamente alcaldías y diputaciones, pero también la gubernatura, y senadurías; pues buena suerte construyendo mayorías ya no digamos calificadas, sino incluso la simple que permite resolver asuntos administrativos del Legislativo. Urgirán parlamentarios.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Como pasa con todos los problemas que no se atienden, la edición 55 del Congreso del Estado de Morelos podría resultar bastante peor que su antecesora que concluye en agosto próximo y que seguramente para entonces habrá conseguido varias marcas históricas, como el mayor número de ordenamientos aprobados con un proceso legislativo irregular, o el mayor tiempo sin acuerdos para construir mayorías.

La presidenta de la Junta Política y de Gobierno, Ariadna Barrera expone que uno de los problemas en el Congreso derivó de la reducción de 30 a 20 diputados que se estrenó justo en esta legislatura. Antes, la mayoría calificada (dos terceras partes del total de los diputados) era fácilmente calculable y ofrecía como resultado un número entero: 20. No había duda posible; cuando uno trata de calcular dos terceras partes de 20, da el fatídico número 13.3333 (y al infinito), y ante la imposibilidad de obtener una tercera parte de un diputado, el resultado sería el inmediato superior, es decir, 14 y no 13. Pero el problema aritmético es mínimo, a final de cuentas para cualquiera podría ser hasta más fácil convencer a 14 que a 20 de votar a favor de algo.

El reto mayor ha sido la conformación que los electores morelenses han decidido para integrar sus legislaturas. De acuerdo con la Constitución, a los partidos que obtienen un 3 por ciento en la votación de diputados les será asignado un espacio de representación proporcional. El número es una herencia de la configuración del Congreso con 30 diputados en que cada uno representaba un 3.3% del total de la cámara. El porcentaje se intentó corregir en la reforma política que redujo el número de legisladores a 20, con lo que cada legislador sería un 5% de la legislatura, pero la propuesta fue eliminada y siguió en el 3%.

Otro problema es que el mismo porcentaje, sirve para mantener el registro de los partidos políticos. Así, quien tiene registro puede acceder a diputados… o podía, porque ahora que son 23 partidos los que postularon listas de representación proporcional, y considerando que sólo hay ocho espacios, pues en el escenario más probable 15 de los partidos se quedarían sin espacios de representación proporcional.

Según las proyecciones podrían alcanzar espacios de representación proporcional Morena, PAN, PT, PES, Fuerza por México, PRI, Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza, Morelos Progresa, Movimiento Alternativa Social y a lo mejor hasta Renovación Política Morelense. Si se considera que voten 720 mil personas por diputados en todo el estado, 21 mil 600 darían el 3% requerido para plurinominales. La lucha más emocionante será entre los últimos lugares. Si sumamos que hasta seis partidos tienen posibilidades francas de alcanzar por lo menos una diputación de mayoría, podría presentarse una Legislatura con representación de hasta catorce fuerzas partidistas todas ellas con intereses políticos legítimos de alcanzar nuevas posiciones en el 2024, que se jugarán nuevamente alcaldías y diputaciones, pero también la gubernatura, y senadurías; pues buena suerte construyendo mayorías ya no digamos calificadas, sino incluso la simple que permite resolver asuntos administrativos del Legislativo. Urgirán parlamentarios.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx