/ sábado 30 de noviembre de 2019

Orientación a un director de un organismo público de agua

(Parte 2)

La semana pasada inicié con la reseña de este libro escrito por el Ing. Pedro Ignacio González Martínez, un Director General de varias empresas privadas de agua por mas de 30 años, que hace recomendaciones para mejorar la gestión de los organismos públicos de agua.

Comenté su tesis de que un Organismo Operador de Agua y Saneamiento debe ser manejado por un Director General, que debe ser funcionario y empresario a la vez. Alguien que debe estar familiarizado con normativas y procedimientos federales, estatales y municipales, y al mismo tiempo debe de conocer de administración de empresas.

La labor de un Director General de un Organismo Público de Agua cuenta con responsabilidades mucho mayores que las de un director de una empresa privada, porque es el responsable de proveer de agua potable y de sanear las aguas residuales de una población, y cualquiera de esas tareas mal realizada representa un enorme riesgo sanitario para cientos o quizá miles de personas.

El libro es de lectura fácil y sería muy útil que lo conocieran quienes manejan o van a manejar los organismos; se expone lo que se hace un organismo operador de agua potable y cómo hacer para que éste funcione bien, de tal manera que cubra las expectativas de los usuarios y sea autosuficiente financieramente, ya que la tendencia es a reducir cada vez más los subsidios municipales, estatales y federales para los organismos.

Por lo general, los Directores Generales de los organismos públicos de agua al iniciar su encargo no conocen la amplitud de temas que encierra su labor, muchos de ellos nunca han tenido nada que ver con un organismo, son personas que apoyaron en la campaña y como compensación reciben esta cargo tan delicado.

Para desempeñar su tarea hay especialidades cuyo conocimiento no se adquiere en corto tiempo, como lo relacionado con los pozos o las plantas de tratamiento de agua residual, por mencionar algunos. Sin embargo, de inicio si debe tener idea de cómo administrar bien el organismo, cómo analizarlo, cómo organizarlo, como planearlo y con quienes se deben apoyar pues, en la mayoría de las ocasiones, la duración de un director en el cargo es de menos de dos años.

Lo que se menciona en el libro es originado por lo observado desde el punto de vista de una empresa privada que debe dar resultados, con la experiencia de manejar dos objetivos al mismo tiempo: el de satisfacer al usuario y el de lograr objetivos comerciales, administrativos y financieros.

Se han escrito muchos libros de diversa especialidad sobre el tema del agua. Muchos de ellos tratan de la problemática actual y futura de la misma, de la situación alarmante por su escasez y de las nuevas técnicas para su preservación, pero pocos explican cómo manejar este servicio que es fundamental para la población y que ha llegado a ser un problema de gran escala.

Este libro atiende esos temas de los organismos públicos de agua y saneamiento, explica las áreas que lo forman, la visión que se debe tener y la labor que se debe hacer ante un reto de estas características. El énfasis del autor en la importancia de la planeación que se debe hacer, no de un año, ni de tres, sino de un plazo mucho mayor, es otra de las grandes virtudes de este libro. Muy recomendable.

(Parte 2)

La semana pasada inicié con la reseña de este libro escrito por el Ing. Pedro Ignacio González Martínez, un Director General de varias empresas privadas de agua por mas de 30 años, que hace recomendaciones para mejorar la gestión de los organismos públicos de agua.

Comenté su tesis de que un Organismo Operador de Agua y Saneamiento debe ser manejado por un Director General, que debe ser funcionario y empresario a la vez. Alguien que debe estar familiarizado con normativas y procedimientos federales, estatales y municipales, y al mismo tiempo debe de conocer de administración de empresas.

La labor de un Director General de un Organismo Público de Agua cuenta con responsabilidades mucho mayores que las de un director de una empresa privada, porque es el responsable de proveer de agua potable y de sanear las aguas residuales de una población, y cualquiera de esas tareas mal realizada representa un enorme riesgo sanitario para cientos o quizá miles de personas.

El libro es de lectura fácil y sería muy útil que lo conocieran quienes manejan o van a manejar los organismos; se expone lo que se hace un organismo operador de agua potable y cómo hacer para que éste funcione bien, de tal manera que cubra las expectativas de los usuarios y sea autosuficiente financieramente, ya que la tendencia es a reducir cada vez más los subsidios municipales, estatales y federales para los organismos.

Por lo general, los Directores Generales de los organismos públicos de agua al iniciar su encargo no conocen la amplitud de temas que encierra su labor, muchos de ellos nunca han tenido nada que ver con un organismo, son personas que apoyaron en la campaña y como compensación reciben esta cargo tan delicado.

Para desempeñar su tarea hay especialidades cuyo conocimiento no se adquiere en corto tiempo, como lo relacionado con los pozos o las plantas de tratamiento de agua residual, por mencionar algunos. Sin embargo, de inicio si debe tener idea de cómo administrar bien el organismo, cómo analizarlo, cómo organizarlo, como planearlo y con quienes se deben apoyar pues, en la mayoría de las ocasiones, la duración de un director en el cargo es de menos de dos años.

Lo que se menciona en el libro es originado por lo observado desde el punto de vista de una empresa privada que debe dar resultados, con la experiencia de manejar dos objetivos al mismo tiempo: el de satisfacer al usuario y el de lograr objetivos comerciales, administrativos y financieros.

Se han escrito muchos libros de diversa especialidad sobre el tema del agua. Muchos de ellos tratan de la problemática actual y futura de la misma, de la situación alarmante por su escasez y de las nuevas técnicas para su preservación, pero pocos explican cómo manejar este servicio que es fundamental para la población y que ha llegado a ser un problema de gran escala.

Este libro atiende esos temas de los organismos públicos de agua y saneamiento, explica las áreas que lo forman, la visión que se debe tener y la labor que se debe hacer ante un reto de estas características. El énfasis del autor en la importancia de la planeación que se debe hacer, no de un año, ni de tres, sino de un plazo mucho mayor, es otra de las grandes virtudes de este libro. Muy recomendable.

ÚLTIMASCOLUMNAS